El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha defendido este lunes la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de acabar con el cambio de hora en 2026. «Hoy no tiene sentido cambiar dos veces de hora al año», ha afirmado.
En declaraciones a los periodistas antes de reunirse con el presidente del Consejo General de la Abogacía Española, Salvador González Martín, en la sede del Ministerio, ha explicado que en el seno de la Unión Europea, desde el año 1980, se viene coordinando el horario por los distintos Estados miembros de la Unión Europea.
Según ha indicado el ministro, «en aquel lejano año de 1980» se consideraba que era bueno cambiar de hora dos veces al año para reducir consumo energético y para armonizar el mercado común. En este sentido, Bolaños ha argumentado que desde entonces ha habido «mucha evolución y mucho avance» en las condiciones tecnológicas, empresariales e incluso humanas y de hábitos de vida dentro de la Unión Europea.
Por eso, según Bolaños, se plantea este debate sobre si realmente tiene sentido hoy, ya que «no reduce el consumo energético» y «no armoniza un mercado común, que nada tiene que ver con el del año 1980, en 2025». «Es un debate que se ha planteado más veces», ha subrayado.
Así, el ministro ha indicado que en 2018 lo planteó la Comisión Europea y «se adoptó el acuerdo por una amplia mayoría», y que en el año 2019 «ese guante lo recogió el Parlamento Europeo y también se aprobó por una muy considerable mayoría de casi dos terceras partes del Parlamento Europeo, que apoyaron que no hubiera dos veces al año cambio de orden».
Preguntado sobre porqué se plantea ahora, el ministro de Presidencia ha contestado que «porque la planificación de la Comisión Europea respecto a los cambios horarios concluye en 2026». «Es decir, es ahora el momento en el cual tenemos que plantearnos si tiene sentido continuar cambiando de hora dos veces al año», ha manifestado.
En la reunión de ministros de Energía de la Unión Europea de hoy, España va a plantear esta postura y que se mantenga el mismo horario siempre. «Creemos que hoy se adapta mejor a las necesidades humanas, económicas, tecnológicas que tiene nuestro continente y, sobre todo, porque ya no consigue los objetivos que en el año 80 se perseguían de reducir consumo energético y de armonizar el mercado europeo», ha insistido.
De hecho, el ministro Bolaños ha señalado que el cambio de hora «provoca que haya problemas y trastornos tanto en el sueño como también en los hábitos de vida de las personas y de la ciudadanía». «Es una propuesta razonable, adaptada a las circunstancias actuales», ha manifestado, al tiempo que ha defendido que haya «flexibilidad» para hablar con los socios y aliados en la Unión para saber y conocer cuáles pueden ser sus pretensiones.