El rescate de una perra de raza mixta, identificada como posible pug o bulldog francés, movilizó a los servicios de emergencia en la ciudad de Camarillo, California, durante una tormenta que provocó la crecida de un canal.
La intervención, que involucró a equipos de Obras Públicas, Servicios para Animales (VCAS) y el Departamento de Bomberos del Condado de Ventura (VCFD), permitió salvar a la canina que se encontraba atrapada a tres metros de profundidad en aguas turbulentas, según información proporcionada por el VCAS a The Dodo For Animal People, una plataforma con enfoque emocional hacia el cuidado y la defensa de los animales.
La mañana del 15 de octubre, personal de Obras Públicas realizaba una inspección de rutina en la zona cuando detectó la presencia de un animal en peligro. La perra, acurrucada sobre la hierba, se encontraba rodeada por el caudal y sin posibilidad de escapar por sus propios medios.
Ante la situación, el equipo contactó de inmediato al Servicio de Animales del Condado de Ventura, que acudió al lugar y, al constatar la dificultad del rescate debido a la profundidad y velocidad, solicitó la intervención del VCFD.
Jules Hooper, especialista en marketing de dicho organismo, relató a The Dodo que, durante la espera, la cánida permanecía inmóvil, temblando y observando su entorno de vez en cuando.
Cuando el nadador de rescate del cuerpo de bomberos se aproximó, la criatura se mostró nerviosa e intentó alejarse, pero finalmente permitió que el hombre la tomara y la trasladara a la orilla. “Cuando se dio cuenta de que él estaba allí para ayudarla, se acercó a él para que la llevara a un lugar seguro”, declaró Hooper a The Dodo.
El operativo de rescate requirió el despliegue de una escalera y equipo especializado. De hecho, en un video citado por la agencia Associated Press (AP) muestra el momento en que el elemento de seguridad desciende para llegar hasta la perra con un peso de 8.6 kilogramos, la cual fue extraída ilesa del agua, según informaron las autoridades a AP.
Recuperación y esperanza de adopción
Tras el rescate, la perra fue trasladada en un lapso de 20 minutos al Refugio de Camarillo, donde recibió atención veterinaria. El personal la secó, verificó que su temperatura corporal fuera normal y la acomodó en una perrera con una manta para que pudiera recuperarse del episodio.
Hooper precisó a The Dodo: “afortunadamente, nuestra dulce damisela en apuros, de aproximadamente tres años, estaba temblando, pero por lo demás ilesa”.
El Servicio de Animales del Condado de Ventura informó a través de su cuenta oficial de Instagram que la perra no tenía microchip, por lo que se inició la búsqueda de sus dueños. Si no es reclamada, estará disponible para adopción a partir del sábado 18 de octubre.
En la publicación, la entidad agradeció la rápida actuación del equipo de Obras Públicas, así como la colaboración del Departamento de Bomberos de Oxnard y el perteneciente al Condado de Ventura, que resultaron determinante para el éxito del rescate.
¿Por qué los pugs no están hechos para nadar?
También conocidos como carlinos, estos ejemplares pueden nadar y chapotear si la situación lo requiere, aunque su resistencia en el agua es limitada y, por lo general, necesitan ser rescatados al poco tiempo.
De acuerdo con Dogster, un sitio web especializado, dicha dificultad se debe en gran parte a su rostro plano y a su predisposición al síndrome de obstrucción de las vías respiratorias braquicefálicas (SOAS), lo que se traduce en problemas respiratorios y una baja tolerancia al ejercicio.
Como raza braquicéfala, los pugs tienen el rostro corto y aplanado, además de vías respiratorias estrechas que ya dificultan la respiración fuera del agua. En un entorno acuático, los ejemplares que padecen SOAS deben esforzarse aún más para capturar oxígeno, lo que puede poner en peligro su capacidad para mantenerse a flote.
Además, su cuerpo compacto, combinado con patas cortas, no les brinda la forma ni la propulsión necesarias para moverse eficientemente. A diferencia de razas diseñadas para el agua, como los labradores retrievers, éstos no logran una postura adecuada al nadar, lo que les exige un esfuerzo adicional solo para mantenerse a flote.