En una jornada soleada de invierno y con gran convocatoria de público, la sala Raúl Alfonsín en la Legislatura porteña fue el marco para compartir experiencias educativas “avanzadas” y una invitación a abrir la mirada hacia una educación que se retroalimenta entre docentes y estudiantes.
El evento contó con la organización de la legisladora Marina Kienast, quien se encargó de realizar la presentación del encuentro y destacar la labor del licenciado Boris Mir para “fomentar prácticas pedagógicas que potencien la autonomía del alumnado, la evaluación formativa, la creatividad y la fluidez digital en el aula”, el encuentro generó un gran interés a partir de la presentación de experiencias concretas y exitosas.
Sobre Mir, quien actualmente es director de Formación Docente del programa STEAM Angeleta Ferrer de Cataluña, Kienast agregó: “Además ha sido parte del programa Escuela Nueva 21, una red catalana dedicada a promover una educación de calidad y equitativa. En palabras suyas, él ayuda a enseñar, a diseñar. Acompaña a docentes y familias a desarrollar una mirada pedagógica que equilibre el deber de enseñar con la libertad de aprender”.
Tres estudios de casos para una conversación
De manera ágil y dinámica, con esa capacidad de quien sabe captar la atención de su audiencia, el licenciado Mir presentó como primer caso la experiencia educativa que propone el Institut Angeleta Ferrer, un colegio público, que basa su metodología de aprendizaje a partir de tres miradas: “el basado en proyectos, el personalizado y el comunitario”.
A partir de proyectos STEAM que ponen el foco en los saberes más allá de las asignaturas y en las habilidades necesarias para pensarse en el mundo actual, la pedagogía que celebra Mir es aquella en la que “cada estudiante es responsable de decidir qué, cuándo, cómo y con quién aprender”. Proyectos como crear una barcaza para llevar hasta la costa y probar su estabilidad, incluye también pensar logística, materiales, costos, permisos, imprevistos y otras variables que van más allá de una divertida tarde al sol frente al mar.
Una forma de entender el aprendizaje autónomo y en red que está lejos de la mayoría de los planes educativos que se desarrollan en gran parte de las instituciones del mundo contemporáneo. La propuesta también incluye espacio para el bienestar emocional y para el “servicio comunitario” donde cada alumno autodirige su aprendizaje y cuenta con las guías y tutores necesarios.
Cuando Mir explicó al público presente que no hay “notas ni calificaciones a lo largo de toda la cursada” fue inevitable cierto asombro por parte de los presentes y el especialista educativo se encargó de resaltar que cuentan con Proyectos Finales y luego un diálogo sincero y abierto entre docentes y estudiantes para cumplir con las reglamentaciones en el cierre de cada ciclo educativo.
El segundo caso que expuso fue el relacionado con la Formación Docente, con la que Mir realiza un trabajo especial y de consultoría internacional, contando cómo desde el día uno los docentes no solo enseñan sino que están en sinergia constante con su propio aprendizaje a la hora de pensar proyectos, compartir experiencias y dedicar parte de su tiempo a pensar cómo transmitir saberes desde la mirada del ABP (Aprendizaje basado en proyectos).
El Institut Angeleta Ferrer cuenta con capacitaciones para invitados docentes que buscan ver de primera mano cómo es educar con una mirada fuera de la grilla de las asignaturas.
Y como tercer caso, Mir presentó la red de escuelas innovadoras que incluye 35 centros públicos y concertados catalanes que trabajan en mayor o menor medida prácticas educativas que permiten ver el aprendizaje desde una mirada avanzada.
“La experiencia de Boris en Barcelona demuestra que existe otra posibilidad de tener una escuela basada no en el control, sino en la confianza”, cerró la presentación Marina Kienast quien además compartió la importancia de tomar medidas transformadoras en la educación nacional desde la política para comprender que “esta transformación no es amenazante, es oportunidad”.
Es ahora, es urgente
En diálogo exclusivo con Ticmas, Mir planteó que la educación en general falla ya que en la mayoría de los sistemas educativos: “Estamos formando a los chicos de 2025 con la educación que se parece a la que tuvimos nosotros en los años 90”.
Y alertó:”¿En serio ustedes no se dan cuenta que hay una emergencia educativa al mismo nivel que la emergencia climática? Yo lo creo realmente. O sea, la educación es un artefacto, una construcción social que sigue la inercia de la historia. Pero está absolutamente obsoleta”.
“El sistema estándar está muy obsoleto, no responde a las necesidades de los chicos, de la sociedad, de las familias. Pero lo seguimos perpetuando porque es como una inercia histórica. Y ahora hay un problema con la inteligencia artificial y lo que se nos ocurre es poner una asignatura de Inteligencia artificial”, planteó con cierto malestar. Y reflexionó: “¿En serio están resolviendo un problema, un reto del siglo XXI con una estrategia de hace 30 años?” e insistió que la crisis educativa es comparable con la crisis climática en términos de que es innegable y requiere de acción urgente.
Al destacar cómo trabaja y piensa la educación, Mir puso el foco en la importancia del diálogo por sobre el debate: “Utilizamos mucho tiempo de escucha, de conversación, de escritura, de creación colectiva. Para nosotros, por ejemplo, el diálogo intercultural es básico. Tenemos también una ideología de cultura, de paz y de comunicación no violenta en el colegio y por eso tampoco tenemos muchas canciones”.