El Instituto Nacional de Estadística (INE) de Uruguay presentó un documento temático en el que indaga sobre la evolución salarial y la brecha de sexo en el país entre 2018 y 2024. La conclusión a la que llega el trabajo es que los hombres ganan hasta 27% más que las mujeres, aunque cuando se trata de tareas en la que la participación femenina es más alta.
“Los resultados muestran una persistente desigualdad en torno al 27% durante todo el período analizado”, dice el informe del INE. En los primeros años del período que consideraron, la brecha osciló entre el 26% y el 28%, pero luego llegó la emergencia sanitaria del covid-19 y este porcentaje se amplió. En 2022 se alcanzaron los valores más elevados de la serie, algo que, para los investigadores, es una muestra de que “las mujeres se vieron más afectadas por la dinámica del mercado laboral en la etapa post pandemia”.
Desde 2023, la brecha salarial entre hombres y mujeres fue a la baja: descendió hasta el 25,9% en el tercer trimestre de 2023 y alcanzó el 25% en el tercer trimestre de 2024, el nivel más bajo de todo el período que analizó el INE.
Los investigadores analizaron también qué sucedió con el salario real en ese período analizado, para poder comparar esa tendencia con la evolución de la brecha salarial.
“En síntesis, la evolución conjunta de ambos indicadores muestra que los momentos de mayor deterioro del salario real coincidieron con incrementos en la brecha salarial, lo que podría sugerir que los impactos negativos no se distribuyeron de manera equitativa entre hombres y mujeres. Por el contrario, en los últimos dos años, la estabilización del salario fue acompañado de una reducción de la desigualdad entre sexos”, analizan, a partir de la comparación de los indicadores.
En Montevideo, hubo una “reducción progresiva de la desigualdad por sexo”, al tiempo que en el interior del país se observó una “mayor rigidez”.
“La brecha salarial persiste como un fenómeno estructural en el mercado laboral. Aunque su magnitud varía entre sectores y territorios, los datos confirman que las mujeres perciben remuneraciones promedio inferiores a las de los hombres, incluso en las actividades donde su participación es mayoritaria”, concluye el estudio del INE.
Una de las interpretaciones sobre esta “desigualdad” es que está explicada por factores como la “segmentación ocupacional” y la concentración de las mujeres en empleos con menores remuneraciones. Además, otro factor que podría explicar este fenómeno son las “barreras” que tienen para acceder a los puestos de decisión y las “diferencias en los tipos de inserción laboral”.
¿Qué sucede si se hace el análisis según el tamaño de las empresas? Los cambios no son significativos. La “desigualdad” que se registró está más acentuada en las empresas medianas, donde se alcanza el 42%, una cifra significativamente superior al promedio. En las micro, pequeñas y grandes empresas, las diferencias oscilan entre el 27% y el 29%, lo que muestra una “convergencia relativa” entre los grupos.
“Estos resultados sugieren que, aunque las empresas más grandes ofrecen niveles salariales promedio más elevados, esto no implica necesariamente mayor equidad salarial entre sexos. Por el contrario, las empresas medianas representan el segmento más crítico en términos de desigualdad salarial”, expresó.
El INE concluye que si bien hubo “avances” en Uruguay en cuanto a la formalización y la recuperación del empleo, siguen habiendo diferencias entre hombres y mujeres. Esto, señalan los autores, “refleja la necesidad de continuar monitoreando la evolución de la equidad salarial en el mercado laboral”.
Los autores señalan que la “brecha salarial” significa “uno de los principales retos” del mercado laboral.