Texas será la sede de un nuevo centro de producción tecnológica tras confirmarse que Samsung instalará una fábrica a escasa distancia de una de Tesla, ambas cerca de la carretera estatal 130. El proyecto, que involucra una inversión inicial de 16.500 millones de dólares, tiene como objetivo producir los chips de próxima generación que alimentarán el hardware de Inteligencia Artificial (IA) de los vehículos eléctricos de la empresa liderada por Elon Musk.

Texas amplía su red industrial con un nuevo polo de innovación y Abbott celebra

“Esto es excelente”, dijo el gobernador Greg Abbott tras dar a conocer el proyecto. En ese sentido, destacó que dos de las compañías tecnológicas más influyentes operarán en paralelo dentro del estado. “Verdaderamente, uno de los centros de innovación del mundo en estos momentos”, agregó en una publicación de X.

Según la información compartida por Elon Musk en redes sociales, la planta de Samsung en Taylor será la encargada de fabricar chips AI6 diseñados por Tesla, mientras que la participación de la empresa automotriz incluirá tareas directas de supervisión del proceso productivo. Estará a 25 millas (40 kilómetros) de la Gigafactory Texas de Tesla, ubicada en Austin.

“Su importancia estratégica es innegable, Samsung actualmente fabrica AI4. TSMC fabricará el AI5, cuyo diseño acaba de terminar, inicialmente en Taiwán y luego en Arizona”, detalló el CEO de Tesla en X.

Asimismo, Musk confirmó públicamente que colaborará de forma activa en la mejora del rendimiento de la línea de producción, con el fin de acelerar los tiempos. “Además, la fábrica está convenientemente ubicada cerca de mi casa”, agregó.

En publicaciones recientes, el magnate indicó que Samsung autorizó a Tesla a intervenir en el proceso para maximizar la eficiencia y que él mismo recorrerá la planta para asegurar la calidad en cada fase del desarrollo.

Un acuerdo estratégico que beneficia tanto a Tesla como a Samsung en Texas

La alianza con Samsung representa un paso importante para Tesla, que busca contar con una infraestructura local capaz de responder a la creciente demanda de chips especializados en IA. La empresa surcoreana, por su parte, logra asegurar un contrato de largo plazo hasta 2033 que servirá para reactivar su unidad de fundición, la cual había mostrado señales de desaceleración en los últimos años, según información de Bloomberg.

Con este nuevo acuerdo, la planta en Taylor, que hasta el momento operaba por debajo de su capacidad, podrá reactivar sus instalaciones. De hecho, el propio Musk señaló que el volumen final de producción podría superar ampliamente el monto inicial del contrato, y que este proyecto tendrá un rol fundamental en el desarrollo de la conducción autónoma de Tesla en los próximos años.

Además, esta colaboración le permitirá a Samsung competir más directamente con TSMC, líder global del mercado de chips. Según datos recientes publicados por Bloomberg, la empresa taiwanesa controla más del 67% del mercado mundial de fundición, mientras que Samsung apenas alcanza el 7,7%.

Este nuevo contrato, además de representar una oportunidad de crecimiento, posiciona a la empresa surcoreana como la principal alternativa a TSMC en el sector de semiconductores avanzados.

El futuro de la conducción autónoma se diseña en Texas

El chip AI6 será el corazón de los sistemas de la IA que Tesla planea incorporar en sus próximos modelos. “Esto se hará evidente en dos o tres años”, anticipó Musk en X. Según las estimaciones actuales, la producción en masa podría comenzar antes de finales de 2026, en paralelo con el desarrollo de los nuevos AI5 por parte de TSMC. La colaboración con Samsung facilitará este proceso al permitir una mayor flexibilidad y control en la fabricación local.

En este escenario, el acuerdo se convierte en una pieza fundamental para sostener la hoja de ruta tecnológica de Tesla. Por su parte, Samsung obtiene visibilidad como proveedor clave en una industria altamente competitiva y podrá atraer a nuevos clientes interesados en su nueva línea de producción optimizada.

Con este movimiento, Texas refuerza su condición como uno de los principales polos de innovación en EE.UU., al atraer inversiones y liderazgo en el ámbito de la Inteligencia Artificial aplicada a la movilidad.