Este fin de semana arranca la primera edición del nuevo mundial de clubes organizado por la FIFA. Un nuevo proyecto ambicioso que nace con el objetivo de convertirse en el trofeo más prestigioso a nivel de clubes. Un formato renovado que incluye a 32 equipos y que se disputará en Estados Unidos. Sin embargo, bien sea por la escasa cultura futbolística del país norteamericano, por la tensión actual que se vive en las calles o porque simplemente no interesa, la FIFA está teniendo grandes dificultades para vender todas las entradas en algunos de los partidos.
Los estadios vacíos no solo suponen una falta de ingresos crítica para un torneo que va a repartir 1000 millones de USD entre los 32 equipos que participan, sino que muestran una imagen terrible para el proyecto estrella de Gianni Infantino. Desde que salieron a la venta el pasado 19 de diciembre, las entradas ya han experimentado varias rebajas, la ultima de ellas a tan solo diez días del comienzo del torneo. Entradas para el partido inaugural que inicialmente tenían un precio de 306 euros han ido bajando hasta situarse en 50 euros días antes del inicio de la competición.
El partido inaugural
Uno de los partidos que más preocupa a la FIFA en este aspecto es precisamente el primero de todos, que enfrentará al Inter de Miami de Leo Messi frente al egipcio Al Ahly en el Hard Rock Stadium de Miami. El diario norteamericano The Athletic reveló la semana pasada que todavía quedaban decenas de miles de entradas disponibles para este encuentro. El Hard Rock Stadium tiene capacidad para 65.326 espectadores y, a pesar de que la FIFA negase que se habían vendido menos de 20.000 entradas (insistiendo que el total era “mucho mayor”) no ha especificado en supuesto numero real.
Para resolver este problema, además de bajar el precio de las entradas, ha inventado todo tipo de ofertas. Una de ellas nace de la colaboración de la FIFA con el Miami Dade College. Los alumnos de esta universidad han recibido un correo promocional de la FIFA “ofreciendo hasta cuatro entradas gratuitas para el partido inaugural del Mundial de Clubes de la FIFA con la compra de una entrada a precio reducido para estudiantes de 20 dólares”, por lo que con tan solo 4 dólares podrían asistir al debut de Messi, Suarez, Busquets y compañía.
Los disturbios alejan al público
Otro factor que afecta a la venta de entradas y que, en este caso, la FIFA no puede controlar, es el clima social y político que vive actualmente Estados Unidos. Las políticas migratorias restrictivas impulsadas por el Gobierno de Donald Trump han generado una profunda incertidumbre entre los aficionados internacionales, especialmente entre la numerosa comunidad latina que reside en el país o que tenía intención de viajar para asistir al torneo.
En las últimas semanas se han producido disturbios en ciudades como Los Ángeles, en protesta por estas medidas migratorias, lo que ha intensificado la sensación de inseguridad. Muchos aficionados temen no poder obtener los visados necesarios o ser retenidos en los controles migratorios, lo que ha disuadido a parte del público potencial, en particular a seguidores de clubes sudamericanos y mexicanos, cuya presencia suele ser clave en este tipo de competiciones.
FIFA, consciente del problema, trabaja en coordinación con las autoridades estadounidenses para garantizar que el acceso al país no represente un obstáculo para los seguidores. Este Mundial de Clubes representa también un ensayo general de cara al Mundial de Selecciones de 2026, que atraerá a más de 5 millones de visitantes internacionales, y cuya planificación se ve ahora condicionada por este contexto tenso.