El sector petrolero viene mostrando un fuerte crecimiento en los últimos meses, pese a que los precios internacionales se encontraban deprimidos. El conflicto bélico en Irán, país que tiene la capacidad de bloquear el principal paso de transporte del petróleo, puede elevar los valores y darle un nuevo impulso a la balanza energética local.
Durante los primeros cuatro meses del año, la producción total de petróleo se incrementó un 10,2% con relación al mismo período de 2024, gracias al crecimiento de la producción en Cuenca Neuquina que se expandió un 17,9%, compensando la caída del resto de las cuencas, señala un informe de la consultora Economía y Energía.
El aumento de la producción de crudo se destinó fundamentalmente al mercado externo, ya que el petróleo procesado localmente se mantiene relativamente estable. En este sentido, en el primer cuatrimestre del año el volumen exportado se incrementó un 43% con respecto a igual período de 2024.
“Este aumento del volumen exportado permitió un incremento del monto de las exportaciones de petróleo, que creció en USD 456 millones con relación a enero-abril de 2024 (+27%), incluso en un período de caída en los precios de exportación”, indicó el informe.
En el primer cuatrimestre del año, Argentina registró un superávit energético de 2.684 millones de dólares, y si la producción y las exportaciones lo permiten, un incremento en el precio del petróleo reforzaría la balanza comercial.
El pasado jueves Israel lanzó una serie de ataques en territorio iraní dirigidos a instalaciones y figuras clave vinculadas, según la inteligencia israelí, al programa de armamento nuclear y cambió el escenario.
El precio del petróleo aumentó con fuerza, desde USD 68 hasta cerca de USD 78 por barril, para luego retroceder y estabilizarse en torno a 74 dólares. En paralelo, el Brent superó los USD 75, su nivel más alto en dos meses. El repunte cortó la tendencia bajista que predominaba en el año, influida por tensiones comerciales y el aumento de la oferta de la OPEP+. Además, los costos de fletes marítimos subieron 15 por ciento.
Si bien Irán explica solo el 2% de la producción global de petróleo, puede bloquear el estrecho de Ormuz, por donde pasa el 20% del comercio mundial de crudo, unos 12 millones de barriles por día, cifra que asciende a 20 millones si se consideran productos refinados.
Las tensiones y resistencias que una medida así generaría a nivel internacional y entre los propios socios de Irán, incluida China, hacen improbable un cierre del paso. Pero en caso de ocurrir y prolongarse varios meses, ING Barings estimó que el precio del barril podría elevarse hasta los USD 150, impactando fuertemente la economía mundial. Y JP Morgan Chase calculó que una escalada mayor o una interrupción del flujo a través del estrecho podría empujar hasta los USD 130 el barril.
La mera posibilidad hizo que los precios presentaran dichos saltos a causa de la “prima de riesgo”.
En el plano local, antes del estallido del conflicto, el subsecretario de Combustibles Líquidos,Federico Veller, había afirmado que el Gobierno proyecta un superávit de la balanza energética de USD 8.000 millones para todo 2025, frente a los casi USD 5.700 millones que se registraron el año pasado, el mayor saldo en 18 años.
Pero a lo largo del año los precios del petróleo mostraron tendencia bajista, lo cual deprimió las expectativas, que de USD 8.000 millones de “balanza energética” se fueron acercando a USD 6.000 millones.
Ahora, un aumento sostenido del precio vuelve a aumentar las expectativas. Mientras tanto, Vaca Muerta se sigue desarrollando y atrayendo inversiones relevantes: el grupo Techint se sumará al consorcio de empresas Vaca Muerta Oleoducto Sur (VMOS), que en los próximos días firmará un proyecto de crédito sindicado por USD 1.700 millones con un grupo de bancos internacionales, en la mayor operación de crédito corporativo para obras energéticas en la Argentina en lo que va del siglo.
El grupo liderado por Paolo Rocca se integró a uno de los principales proyectos de inversión en infraestructura y expansión exportadora del país, mediante la participación de dos de sus compañías. Tecpetrol se suma al consorcio como productora de hidrocarburos no convencionales en la cuenca neuquina, y Tenaris proveerá los caños para el tramo final del oleoducto.
Se trata de unos 40 kilómetros de trazado submarino que conectarán la terminal del ducto –con origen en Vaca Muerta– con el puerto rionegrino desde el cual el consorcio prevé ampliar los envíos de crudo al exterior, apalancado en el potencial de la formación geológica con epicentro en Neuquén.
