Las autoridades venezolanas han acusado este lunes al presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de tratar de entorpecer el intercambio de prisioneros que la semana pasada llevaron a cabo Venezuela y Estados Unidos que condujo a la liberación de los 252 migrantes venezolanos deportados desde Washington a una cárcel salvadoreña y acusados de pertenecer al grupo armado Tren de Aragua.
Así lo ha indicado el jefe de la comisión negociadora para el rescate de los venezolanos secuestrados en El Salvador, Jorge Rodríguez, que además preside el Parlamento de Venezuela, en una retransmisión en la cadena de televisión estatal VTV, en la que ha asegurado que «cuando estábamos a punto de abortar la misión, alguien (desde Estados Unidos) llamó a Bukele y lo regañó, entonces sí permitió que se encendieran los motores y el despegue del avión».
Rodríguez ha señalado que, cuando los venezolanos iban a acceder a las aeronaves en El Salvador, el dirigente de este país dispuso en la pista dos vehículos «para no dejarlos despegar» intentando provocar un accidente.
Así ha denunciado que tanto los pasajeros como la tripulación permanecieron dentro del avión más de 40 minutos sofocados de calor. «Casi abortamos la operación por esa acción de Bukele, ya absolutamente postrado, absolutamente tirado en el piso, como la basura que es, escupido por los gringos», ha declarado antes de asegurar que «solo respiramos tranquilos cuando los dos aviones abandonaron el espacio aéreo salvadoreño» y tildar a Bukele de «rata».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, también se ha manifestado sobre el asunto, agregando que «sabemos de primera fuente (…) la ira, la locura y la desesperación en la que que estaba Bukele», ahora investigado por la Fiscalía venezolana por torturas y violaciones de Derechos Humanos de los venezolanos que estaban retenidos en la macrocárcel salvadoreña Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT).
Por su parte, Nayib Bukele ha respondido a estas acusaciones con un escueto mensaje en su cuenta de la red social X en el que ha achacado las declaraciones de Caracas a que «acaban de darse cuenta de que se quedaron sin rehenes del país más poderoso del mundo».
«Ahora gritan y se indignan, pero no porque estén en desacuerdo con el trato (…)», ha asegurado después de indicar que «el régimen de Maduro estaba satisfecho con el acuerdo de intercambio».