El español Carlos Alcaraz venció al estadounidense Taylor Fritz por 6-4, 5-7, 6-3 y 7-6 (6) en la primera semifinal de Wimbledon, en 2h45m, y accedió al partido decisivo, en el que intentará retener la corona que ganó en las dos últimas ediciones del torneo. El segundo preclasificado del torneo se medirá el domingo con el ganador del encuentro entre el italiano Yannik Sinner y el serbio Novak Djokovic, que juegan a continuación.
Bicampeón reinante (tanto en 2023 como en 2024 venció en la final a Nole), Alcaraz habló tras su victoria ante Fritz: “Ha sido un partido realmente difícil, como todas las veces que juego contra él. Pero estoy contento, no es fácil lidiar con los nervios. Y estoy realmente orgulloso de cómo me mantuve calmado después de que me ganara el segundo set”, asumió. Y añadió, ya sobre la final del domingo: “No quiero pensar, sino en disfrutar de este momento, y de haber llegado a otra final. Entiendo que es difícil, pero de vez en cuando debo tomarme mi tiempo para asimilarlo. Ya tendré tiempo de pensar en el domingo”.
Bajo un sol agobiante (unos 30 grados al comienzo del partido) que obligó a parar el encuentro dos veces para atender a dos espectadores, el español fue un bombardero con su servicio. Súper efectivo cada vez que acertó con su primer saque, apeló al mismo guion para quedarse con el primer y el tercer sets: quebrar a su oponente una vez y mantener la ventaja hasta el final. Definió el tercer parcial con otro break y se puso dos sets a uno. En el cuarto, y pese a que la paridad se mantuvo porque el estadounidense también es un tremendo sacador, el español resolvió el encuentro.
Tras el 6-4 en el primer parcial favorable al español, los amantes de las estadísticas imaginaron que la historia estaba resuelta. Es que los números dicen que Alcaraz nunca perdió en Londres cada vez que ganó el primer set: 16-0. En ese primer parcial, el español mostró lo mejor de su repertorio. Aún cuando un mosquito -que no es Ferrero, su entrenador- se le metió en su ojo derecho y lo tuvo a maltraer. El joven español no se desconcentró, siguió aplicado a su juego y consiguió el set.
El segundo parcial fue mucho más parejo, con ambos jugadores sin sacarse ventaja. Hasta que en el duodécimo juego, y con Fritz arriba por 6-5, al español le falló… el servicio. Sí, el arma que lo había catapultado a ganar el primer parcial lo puso 0-30 en el juego decisivo. Y ya no se recuperó. Fritz festejó como si hubiera ganado el partido. En rigor, ese 7-5 en el tablero ponía tablas en el marcador y llevaba el encuentro, al menos, a un cuarto set.
El tercer set tuvo la tónica del primero. Rara vez el español le erró a la cancha, volvió a ser quirúrgico en sus golpes y a dar sus tradicionales saltitos para moverse de un lado al otro. Parece que se queda en el lugar, pero Alcaraz tiene movimientos de gacela, rapidísimo de reflejos para llegar a pelotas imposibles; supersónico de neuronas para intuir adónde irá un tiro de su rival. Mezcla de golpes precisos, fortaleza mental y un tenis por momentos espectacular, Alcaraz no le dio resquicio a Fritz para ponerse en ventaja y quedarse con el set. Se lo ganó por 6-3 con dos estadísticas que lo pintan de cuerpo entero: se impuso en siete de los ocho puntos en la red. Y ganó el ¡100%! de los puntos en los que acertó su primer saque.
El cuarto set mostró la paridad entre dos temibles sacadores. Cierto es que al estadounidense le costó mucho más que a su rival mantener el servicio y estuvo un par de veces contra las cuerdas (en el sexto juego, por ejemplo, antes de zafar y ponerse 3-3). Pero Alcaraz se mostró siempre más entero: de piernas y, sobre todo, de cabeza. Mantuvo su astucia para sacar lejos del alcance de Fritz. El estadounidense, con toda la presión encima, zafó del 4-5 en contra e igualó las acciones en un parcial que, hasta ese momento, no tenía ni siquiera un quiebre.
Alcaraz siguió percutiendo con su servicio y se puso 6-5 gracias a un saque a la T. Ya se había asegurado, al menos, el tie-break. Pero el estadounidense, que estaba 40-0 y quedó 40-30, apeló a un ace (el número 19 en el partido) para llegar al desempate. Una muerte súbita en la que estaba contra las cuerdas. Debía ganar para llevar el encuentro al quinto set. Al final, Fritz no pudo por más que intentó todo y el festejo fue del español, tan talentoso como testarudo para ganar: pasó de 4-1 arriba a 6-4 abajo y lo ganó por 8-6.
Lo mejor de la victoria de Alcaraz ante Fritz
Alcaraz siguió percutiendo con su servicio y se puso 6-5 gracias a un saque a la T. Ya se había asegurado, al menos, el tie-break. Pero el estadounidense, que estaba 40-0 y quedó 40-30, apeló a un ace (el número 19 en el partido) para llegar al desempate. Una muerte súbita en la que estaba contra las cuerdas. Debía ganar para llevar el encuentro al quinto set. Al final, Fritz no pudo por más que intentó todo y el festejo fue del español, tan talentoso como testarudo para ganar: pasó de 4-1 arriba a 6-4 abajo y lo ganó por 8-6.