Trabajó desde los 5 años en programas muy populares como Clave de sol, El árbol azul, Alta comedia, Corazón de Tiza, Regalo de cielo y Chiquititas. Pero cuando terminó la escuela secundaria y tuvo que decidir su futuro optó por algo más seguro. Desde hace más de 25 años está en la Municipalidad de Vicente López. En una charla con LA NACION, Carlos Pedevilla recuerda esos inicios, cuenta anécdotas de esos años, reflexiona sobre la decisión de alejarse del mundo del espectáculo y dice que ahora vuelve con un corto que se llama Nico y que protagoniza junto a Javier Belgeri y Nancy Anka, y se estrena el 13 de septiembre en el bodegón California dreaming de San Justo.
–Con 5 años no deberías ser muy consciente de lo que hacías en televisión, ¿cómo llegaste?
–La verdad que no. Era un juego para mí y lo disfrutaba mucho. Mi hermana Lorena vio un anuncio en la revista TV Guía en el que pedían chicos y mandó una foto mía arriba de un caballito. Nunca pensó que iban a llamarme, pero quedé elegido entre 50 chicos preseleccionados para trabajar en Clave de Sol. Me acuerdo que el productor me vio y me dijo: “vos pibe”. Y no hubo casting. Me gustó mucho desde el principio, iba feliz a grabar y no había presiones… Mis padres me decían que si no quería ir más, no había problema. Pero yo quería.
–Te apoyaron.
–Mucho. Yo no sabía leer y me enojaba cuando no me acordaba el bocadillo que tenía que decir. Sin el esfuerzo de mi mamá no hubiera logrado nada, porque con ella estudiaba los libretos todos los días. Siempre me acompañó. Estuve tres meses en Clave de Sol, y después seguí. Una mamá le sugirió a mi mamá que tuviera un representante y al poco tiempo me llamaron de El Trompa, con Juan Carlos Mesa. Yo hacía de él cuando era chiquito y se veía reflejado en un carrusel de un shopping. Fue un orgullo haber trabajado con Mesa y con Gianni Lunadei; eran una dupla tan linda. Mis escenas siempre eran con Mesa. Después hice El árbol azul, una coproducción con Brasil; hicimos 200 capítulos y se vendió a todas partes del mundo así que pude verme traducido en un montón de idiomas. Acá se dio mucho en Volver.
–No paraste…
–No, por muchos años hice de todo. Estuve en Corazón de Tiza con Flavia Palmiero; cumplimos años el mismo día con Flavia, el 11 de julio, y ese año nos cantaron el feliz cumpleaños a los dos juntos. Me llamaron por un capítulo, y a Hugo Moser que era el creador del programa, les gustó mi participación y me quedé todo el año. Después algunos capítulos de Alta comedia, Regalo del Cielo, El Club de los Babysitter, Los chicos vienen cantando. Grabé mucho en el viejo Canal 9, en la calle Gelly 3378. También hice La Nena, con el querido Alberto Martín. Me apenó mucho su muerte porque era un tipo muy buena onda. Recuerdo que yo le decía que era mi tío y él me respondía que no y nos reíamos mucho. Fue el primer programa que se hizo en los nuevos estudios de Canal 9, en Dorrego y Conde; los estaban construyendo. Y después hice Chiquititas, en 1997. Fue la tercera temporada, y estaban Romina Yan, Facundo Arana, Fernán Mirás y Pablo Echarri, que trabajó un mes. Su personaje era amigo de Facundo Arana, que hacía un doble personaje: de abogado malo y de chico bueno que tocaba el saxo.
–Pocos recuerdan que Pablo Echarri estuvo en Chiquititas…
–Porque estaba con barba, todo desprolijo. Se infiltraba como pordiosero que dormía en la puerta del Hogar para sacar data para su amigo. Entonces Echarri estaba disfrazado… no se acuerda nadie, pero yo sí me acuerdo (risas). Alguna vez volví a cruzarme con Pablo en algún estreno y me conoció porque tengo la misma carita (risas). Lo conocí de más chico cuando yo estaba en La nena y él en Por siempre mujercitas. Me acuerdo que en la foto institucional del canal yo tenía una corbata llena de gatitos Silvestre y Pablo me dijo “qué linda corbata, nene”. Y nos empezamos a cruzar en los pasillos. Y lo último que hice fue Trillizos, con Guillermo Francella.
–¿Alguna vez te hicieron bulliyng en la escuela? Quizá no era fácil ser el chico de la tele…
–No. Justo me había cambiado de escuela, y por ahí al principio te miran, te dicen “el chico de la tele”. Pero enseguida fui Carlitos y me preguntaban qué va a pasar en el programa.
–¿Por qué dejaste de trabajar?
–Porque empezó a haber menos trabajo. En una época hacías cuatro o cinco castings por día y había muchas producciones. Decidí hacer otra cosa porque no había oportunidades en el medio. Me fui alejando, pero no porque no me gustara. En el 2017 hice una obra de teatro, y en el 2022 otra comedia, que es lo que más me gusta. Y ahora llegó esta oportunidad, de la mano de Sebastián Gutiérrez. Es un corto que se llama Nico y muestra la continuidad de ese personaje que hacía Javier Belgeri en Brigada cola. Yo soy el Turco, el mejor amigo de Nico. A Javier lo había conocido en el año 92, cuando le regalé el recorte de una nota que nos hicieron en un diario; yo estaba en Flavia corazón de tiza y él en Brigada Cola. Hay mucha expectativa en redes sociales y ya se habla de una segunda parte. Ese día, el 13 de septiembre, también se va a proyectar Exterminator 3, además del corto.
–Dejaste de actuar pero tenías ganas de seguir…
–Si hubiese tenido la posibilidad de continuar ni lo dudaba. Pero se fueron cerrando puertas y yo estaba creciendo, tenía que tomar decisiones y seguir un camino.
–¿Y qué hiciste de tu vida?
–Terminé el industrial y después empecé a trabajar acá en la Municipalidad de Vicente López. Ahora estoy en la parte administrativa del Consejo Deliberante. Milité en la UCR, fui secretario general de la Juventud Radical, después vocal del Comité. Tuve mucha experiencia política, participé en convenciones. Y ahora participo de las elecciones, fiscalizo.
–¿Te arrepentiste de no haber seguido intentando en el medio?
–Si, a veces. Pero siempre digo que lo que pasó ayer ya no se soluciona. Y todo lo que hice me gusto y tengo buenos recuerdos.
–¿Hiciste otros trabajos?
–Hago fotografía para eventos, y desde hace un tiempo tengo un mini emprendimiento de sorrentinos caseros; yo hago la masa, el relleno, y tengo una linda clientela
–Podrías ir a Masterchef…
–Daría pelea (risas).
-¿Tenés familia?
-Me casé y me separé hace tres años, tengo un hijo de 11 años que se llama Santiago. Le dice a las maestras que el papá es actor (risas). Vio mis trabajos, varias de las temporadas de Chiquititas, sobre todo.