Cartas de lectores: Legado, el buen pastor, mea culpa

admin

Legado

Luego de saludar y bendecir a su grey con un “felices Pascuas”, el papa Francisco pudo vivir unas horas más de júbilo en el día más importante para la Iglesia católica. Vivió allí su propia Pascua. Como Jesús en la cruz, entregó su espíritu. En estas horas seremos testigos de opiniones de diversa índole: que si no le sonrió a Macri o si le regaló un rosario a Milagro Sala, que Grabois hizo esto o aquello, etc. Esto ya no importa. Hoy el mundo entero llora a un papa que dio todo su ser hasta el último minuto. Con el tiempo, su legado tomará una dimensión infinita que nos asombrará. Pero, y es triste decir esto, “nadie es profeta en su tierra”.

Gracias, Francisco, descansa en paz.

Denise N. de Gallagher

[email protected]

El buen pastor

Murió Francisco, el Santo Padre. Tengo la sensación de haber perdido un amigo entrañable y querido. De esos que podemos encontrar y nos da gusto escuchar en el café del barrio. El que nos acostumbró a su voz tranquila rezando por los pobres y desamparados del mundo, sin importar el credo. El buen padre que le pidió a la humanidad, como hacen los padres con sus hijos, que no peleara, como bien decía en sus palabras: “La guerra es una derrota, no traerá nunca la paz, nunca la seguridad, es una derrota para todos”. El apasionado de la paz que nunca perdió la esperanza de un mundo mejor. Y a su Iglesia, que estaba encerrada en sus normas y protocolos, trató de recordarle el mensaje un poco olvidado de humildad y amor de Jesús. Francisco fue el obispo de Roma tal como lo hizo en Buenos Aires, con costumbres sencillas, evitando los oropeles de su altísima investidura. Me pregunto si algún día veremos una Iglesia pobre para los pobres, como deseaba. No lo sé. De algo estoy seguro, hoy en todos los lugares del mundo, aun los más inaccesibles, en donde ni siquiera hay una iglesia, junto a la gente está él, el buen pastor.

Matías Aníbal Rossi

[email protected]

Mea culpa

Quiero hacer un mea culpa profundo y sincero, como argentino que ha tardado en comprender al papa Francisco, nuestro compatriota y pastor del mundo. En la homilía del retiro que él mismo escribió, nos recordó que la familia es el lugar del perdón, pero también enfatizó que no somos perfectos y que, en realidad, la perfección no existe. Esta afirmación me hizo reflexionar sobre nuestra actitud como argentinos, siempre tan exigentes y críticos, esperando que el Papa, el Presidente y cualquier figura destacada sean perfectos. En lugar de estar orgullosos de que nos represente y valorar sus aciertos, nos quedamos atrapados en sus errores y en todo aquello que no nos gusta. Le sonrió más a uno que a otro, ¿por qué no vino a su país?, ¿no será que quiso evitar alimentar nuestra “grieta” para preservar la unidad? Y tantos gestos que interpretamos mal, por ejemplo, ¿cómo le regaló un rosario a Milagro Sala? Cuando dar un rosario es un mensaje profundo de misericordia, no es un premio sino una invitación a rezar, a la reflexión y al cambio interior. Nos vendría bien mirarnos en un espejo y preguntarnos: ¿y por casa cómo andamos?

El Papa nos enseñó que el perdón es la asepsia del alma, un remedio para limpiar nuestro corazón y nuestras relaciones, especialmente dentro de la familia, que es el primer lugar donde se aprende a perdonar y a amar sin condiciones. En lugar de juzgar con dureza, deberíamos aprender a aceptar nuestras imperfecciones y las de los demás, porque nadie está exento de errores.

En este tiempo de Pascua que acaba de pasar, habiéndome sumado a esas críticas, como argentino arrepentido, abrazo esta enseñanza y deseo que su legado nos impulse a ser más comprensivos, menos polarizados y más abiertos a la misericordia que él encarnó hasta el final.

Héctor Guillermo Vidal Albarracín

DNI 4.433.082

Posturas ideológicas

Me duele la muerte del papa Francisco, como la de cualquier ser humano, pero creo que, más allá de apreciar muchos de sus méritos, no he podido comprender algunas de sus posturas ideológicas. Estar del lado del peronismo, que, entre otras atrocidades, persiguió a sacerdotes y obispos y quemó iglesias, es incomprensible hasta para un simple cura, pero para un papa es realmente insólito. En cuanto a su simpatía por la izquierda, no me impresiona el rosario enviado a Milagro Sala, ya que eso no necesariamente significa solidarizarse con sus actuaciones, pero sí el hecho de felicitar por su labor a Hebe de Bonafini, la cual, entre otras declaraciones, dijo haberse alegrado de la masacre ocurrida por el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, además del comportamiento repugnante que tuvo en la toma de la Catedral de Buenos Aires. Por otra parte, haber calificado la propiedad privada como un derecho secundario creo que fue un comentario no muy afortunado debido a su posible connotación filomarxista. En fin, recemos por su alma y esperemos que su sucesor tenga visión y coraje, sin adhesión a ideas tan extremas.

José Deym

[email protected]

Signos

La muerte de Su Santidad, el papa Francisco, acaecida el Domingo de Resurrección, parece haber estado inscripta en el misterio de los tiempos, como si Jesús hubiese querido señalar la hora de su partida. Se despidió en paz, con la serenidad de quien ha cumplido su misión, luego de bendecir a miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro. No se trata de una coincidencia menor: para los católicos, las casualidades no existen; hay signos que nos hablan desde lo alto. La Pascua, que celebra la victoria de la vida sobre la muerte, selló también su tránsito hacia la eternidad.

Buen viaje, Jorge Mario Bergoglio. Los argentinos elevamos nuestras oraciones por quien supo ser pastor, testigo de la fe y voz de los que no tienen voz. Que descanse en la paz del Padre, al que sirvió con entrega y humildad.

Juan T. Medi Cogo

DNI 44.940.031

En la Red Facebook

La muerte del papa Francisco

“Qué tristeza”- Ana Luisa González

“Descansa en paz, Francisco, gracias por haberte ocupado de los desprotegidos”- Mir Yolly

“En la posición más alta de la Iglesia y no hizo nada por la Argentina”- James Thompson

“Bien dijo Jesús: nadie es profeta en su propia tierra”- Kelly Tzarax

Los textos destinados a esta sección no deben exceder los 1000 caracteres con espacios. Debe constar el nombre el remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: [email protected] o a la dirección: Av. Del Libertador 101, Vicente López (B1638BEA)

Deja un comentario

Next Post

El chantaje moral del golpe de Estado a los críticos de todo oficialismo

Desde hace años, en la Argentina, los críticos del oficialismo (cualquiera sea el color político del gobierno) padecemos un molesto chantaje moral. El chantaje asume, típicamente, esta forma: si somos demasiado críticos, eso significa que queremos que se vaya el gobierno, y si queremos que se vaya el gobierno, eso […]
El chantaje moral del golpe de Estado a los críticos de todo oficialismo

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!