Cartas e lectores: Sana envidia, agotadora secuencia, renovación urgente

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Sana envidia

En la foto se lo ve a Julio María Sanguinetti brindando por sus noventa años junto al expresidente Luis Lacalle Pou y y el actual, Yamandú Orsi, políticos uruguayos innegablemente de “distintos palos”. También estuvo en el festejo el exmandatario Luis Alberto Lacalle Herrera. Genera sana envidia el ejemplo de convivencia democrática de nuestros hermanos uruguayos y, al mismo tiempo, produce una profunda vergüenza el trato que se prodigan, salvo honrosas excepciones, nuestros impresentables dirigentes políticos. ¿O a alguien se le ocurre como posible una foto con Cristina Fernández, Alberto Fernández, Mauricio Macri y Javier Milei brindando amablemente?

Uruguay, ¡chapeau!

Francisco E. Cavallero

DNI 16.161.134

Agotadora secuencia

Notas de voz y mensajes sobre coimas en la Andis; relatos de una recaudación de 300.000 dólares semanales para Néstor y Cristina; imágenes en televisión de flotas de autos, mansiones y testaferros ligados a dirigentes de la AFA. Y eso es apenas una parte de lo que dejó 2025. Uno atrás de otro, estos casos confirman que operar en la oscuridad parece tan natural como hacerlo en la luz. A lo sumo, el impacto mediático dispara entre agentes de las sombras mensajes como “che, tengamos un poco más de cuidado”, pero no mucho más. ¿Cuántos sistemas tales como el de la AFA debe haber, facturando millones y millones con impunidad? Caigan o no caigan, lo único seguro es el efecto acumulativo que agota un poco más al argentino común. Lo desgasta al punto de preguntarse si está haciendo las cosas bien, si existe algún dirigente rescatable o incluso si la democracia misma tiene sentido. Si está todo tan pero tan podrido que ya nada tiene chance de recuperarse.Indignado, el argentino común, ya no con sorpresa sino con resignación, se pregunta: ¿cuándo será el próximo?

Santiago Thomas

DNI 39.910.082

Renovación urgente

Nuestro país necesita grandes cambios y dentro de los mismos una renovación urgente del sector gremial. No puedo entender que continúen con las mismas consignas que hace 50 años, que crean que una o cien movilizaciones o paros van a solucionar algo. Que no vean la realidad, que el mercado laboral en nuestro país es cada vez más pequeño, que la precarización del empleo que ellos dicen defender, avanza cada día mas, que todos los días cierran o se van del país una gran cantidad de empresas porque el actual régimen laboral contribuye a que nuestros productos no sean competitivos. Lo más triste es que la conducción gremial no entienda los grandes cambios que están sucediendo en un mundo, que hoy la ecuación derechos y obligaciones tiene que estar muy bien balanceada porque el más mínimo desequilibrio hace que la producción migre a lugares más amigables. En lugar de hablar de paros, deberían hablar de soluciones; en lugar de involucrarse en actividades que nada tienen que ver con sus funciones, deberían ver cómo hacer para que toda nuestra industria, incluyendo el agro, sea más competitiva y pueda sobrevivir.

Gritar, gesticular, agredir, insultar etc. no lleva a nada. Necesitamos urgente un sector gremial joven, dinámico, preparado, que esté a la altura de las actuales circunstancias.

Carlos E. Echagüe

DNI 11.986.456

Sangre y odio

Creemos, que la ira asesina de sectores radicalizados del Islam (ISIS y cía), es sólo hacia Israel y algún socio. Error. Es fobia absoluta hacia la cultura y principios occidentales. Sean religiosos y/o culturales. Lo ocurrido en plena festividad de Janucá, en Australia, es un grano de arena. Grano repleto de sangre y odio. Quien crea que cada ataque a Israel, y su fe, termina allí; peca de inocencia.

José Azpiroz Costa

DNI 10.306.873

Teatro Colón

Quienes firmamos esta carta compartimos totalmente lo expresado en el editorial publicado por esa “tribuna de doctrina” el pasado 16 de diciembre sobre el desafío del Teatro Colón. Somos asiduos concurrentes desde hace muchos años y acompañamos con admiración, paciencia y compromiso su vida artística, conscientes de su relevancia cultural para Buenos Aires y para el país. Por eso sentimos la responsabilidad y la necesidad de expresar nuestra preocupación por la reducción sostenida de las temporadas líricas en los últimos años. Mientras todos los teatros de ópera del mundo ofrecen una amplia cantidad anual de títulos, la oferta del Colón se achica año tras año. En la década del treinta se representaban veinte títulos; en 2026 sólo tendremos siete, y uno de ellos en otra sala, fuera del teatro. La Ópera de Viena, en temporada, ofrece una función cada día. Como señala su editorial, la merma no puede atribuirse a falta de público, pues los abonos siempre se renuevan y cada producción se agota en pocos días. Los habitués vemos año tras año un entusiasmo creciente, un público joven que se incorpora y una sala siempre colmada, aun en las funciones extraordinarias. Resulta difícil comprender, entonces, por qué se proyectan temporadas cada vez más escuálidas.

Como amantes de la ópera nos preocupa el deterioro de uno de los bienes culturales más importantes de la Argentina. El Colón supo sostener durante más de un siglo una programación comparable con los grandes teatros líricos del mundo. Renunciar a ese nivel empobrece la vida cultural porteña y debilita una tradición construida con dedicación y orgullo. No pedimos extravagancias ni presupuestos imposibles; sólo que el Colón recupere la ambición y el nivel que siempre lo distinguieron; que la lírica reciba el mismo impulso que hoy tienen la música filarmónica y el ballet; y que las decisiones sobre su programación consideren el apoyo incondicional del público, que una vez más está dispuesto a llenar la sala cada vez que el telón se levanta.

Nos unimos al pedido de LA NACION de que las autoridades del teatro y del gobierno de la Ciudad amplíen las temporadas líricas, reconsideren la pobre y escasa programación de 2026 y aseguren una cantidad de espectáculos anuales acorde con la historia y el prestigio del Colón. Cuidar este patrimonio es una responsabilidad compartida y el primer paso es no resignar aquello que lo hizo grande.

Daniel Sabsay, Juan Javier Negri, Horacio Roitman, Lucila R. de O’Farrell, Juan Vicente Solá y siguen 20 firmas

Derechos de exportación

Aprendamos a copiar. Nuestros constituyentes tomaron como modelo para la redacción de nuestra Constitución a la de los Estados Unidos de Norteamérica. Ésta establece en su artículo 9 la posibilidad de crear impuestos a la importación pero no menciona a los derechos de exportación como posibles. Sin embargo nuestra Constitución establece en su artículo 4 que el gobierno nacional provee a los gastos de la Nación con el producto, entre otros, de los derechos de exportación. Esta forma de financiación fue suspendida en la reforma de 1860, pero reimplantada en la de 1866.La voracidad fiscal estuvo presente desde el nacimiento mismo de nuestra carta fundamental junto con las rivalidades por la recaudación aduanera entre la provincia de Buenos Aires y la Confederación Argentina. Por diversas delegaciones el establecimiento y cuantía de los “derechos de exportación” son establecidos por el Poder Ejecutivo Nacional. El permanente recurso a ellos cuando “están flacas las vacas” y su preferencia frente a la expoliación al sector productivo que los sufre, nos hace pensar en la conveniencia de eliminar esta espada de Damocles, siempre pendiente sobre la cabeza los productores que no sólo deben pagarlos, incluso con independencia de eventuales ganancias, sino también padecer la incertidumbre de normas claras para proyectar su actividad.

Cuando alguna reforma constitucional estuviere en ciernes debiera proponerse su eliminación y así copiar correctamente a los mayores productores y exportadores de granos del mundo. ¡Aprendamos a copiar!

Alejandro Ayerza

DNI 4.383.17

Ejemplo

En estos momentos donde vemos por todos lados la triste realidad de empresarios que prefirieron hacer negocios con un poder político corrupto, aparece la figura de Enrique Shaw, al que el papa León XIV lo acaba de nombrar Beato. Una excelente noticia para todos los argentinos no solo de poder contar con un empresario que fue ejemplo para los que trabajaron para su empresa, sino también un padre y amigo destacado. Ser un país serio, creíble y no corrupto es posible, pero debemos hacer un gran esfuerzo entre todos para sacarlo adelante, y busquemos seguir ejemplos como el de Enrique Shaw.

Miguel Martin y Herrera

DNI 14.525.621

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