A casi tres meses de su creación, la comisión investigadora del caso $LIBRA en Diputados sigue paralizada y amenaza con entrar en una fase terminal.
En la que podría ser su última jugada antes de que la campaña electoral vacíe la agenda legislativa, la oposición busca forzar la designación de las autoridades de la comisión y poner en marcha la pesquisa sobre la promoción del criptoactivo que compromete a Javier Milei.
Los impulsores de la estrategia -Unión por la Patria (UP), Encuentro Federal (EF), los radicales de Democracia, la Coalición Cívica (CC) y la Izquierda- apuntan a reactivar el debate en la sesión convocada para este miércoles, centrada en la actualización de los haberes jubilatorios y las prestaciones por discapacidad. El primer escollo será el de siempre: reunir el quorum. Si lo consiguen, intentarán introducir una moción para que el pleno destrabe el conflicto que impide el funcionamiento de la comisión.
El bloqueo no es nuevo. La última vez que sus 28 integrantes intentaron elegir presidente, hubo empate: 14 votos para Sabrina Selva (UP) y 14 para Gabriel Bornoroni (LLA). Desde entonces, la comisión permanece congelada.
El oficialismo ya anticipó su resistencia. “El pleno del cuerpo no tiene facultades para designar presidentes de comisión”, advirtió la diputada Silvana Giudici (Pro), alineada con los libertarios. El presidente de la Cámara, Martín Menem, hará valer el artículo 106 del reglamento, que establece que cada comisión debe elegir a sus propias autoridades.
En la oposición dicen tener un plan para sortear ese obstáculo, aunque lo mantienen en reserva para evitar una nueva derrota en público. La estrategia se cocina en silencio entre Paula Penacca (UP), Oscar Agost Carreño (EF), Maximiliano Ferraro (CC) y Carla Carrizo (Democracia). Pero las tensiones internas siguen trabando la salida.
Uno de los principales puntos de fricción es, justamente, quién debería presidir la comisión. La opción de que sea Agost Carreño gana terreno, pero nadie quiere ceder espacio. “Pasamos de ser el grupo A al grupo ‘pero”, ironizó un diputado, en alusión a la alianza opositora que en 2009 frenó la mayoría automática del kirchnerismo.
Otro de los postulados fue Fernando Carbajal (Democracia), pero su nombre fue vetado por el kirchnerismo debido a su enfrentamiento con el gobernador formoseño Gildo Insfrán. Disputas como esta siguen demorando una definición.
Carbajal, uno de los más combativos del espacio, propuso incluso cambiar de carril: dejar atrás la comisión y avanzar con un pedido de juicio político. “Como coautor de la comisión investigadora #LIBRA, me pregunto: ¿tiene sentido seguir insistiendo o hay que avanzar con el juicio político? El bloqueo oficialista es una confesión de culpa”, escribió en X. Su planteo, sin embargo, no logró consenso.
La oposición sabe que esta es su última carta para sostener el caso $LIBRA en la agenda parlamentaria. Si no logran un acuerdo esta semana, el expediente quedará al borde del archivo.
No sería la primera vez que el tema se apaga. Ya ocurrió con las interpelaciones a funcionarios. Luego de semanas de trabajo en comisiones, la oposición consiguió aprobar cuatro citaciones: al jefe de Gabinete, Guillermo Francos; al titular de la Comisión Nacional de Valores, Roberto Silva, y a los ministros Mariano Cúneo Libarona (Justicia) y Luis Caputo (Economía). Pero solo Francos se presentó en el Congreso y dejó más interrogantes que respuestas.
Cúneo y Caputo justificaron su ausencia con notas formales, alegando problemas de agenda y ofreciendo responder por escrito. Silva ni siquiera avisó: se amparó en que la Constitución solo obliga a los ministros a comparecer ante la Cámara.
La oposición intentó forzar su presencia por la vía legislativa. Pero, ante la dificultad de reunir quorum, eligió no exponerse a una derrota. Y el tema volvió a diluirse. Ahora, la historia podría repetirse.