La detención de Jhon Fredy Rivera Montaño, conocido como alias JF, derivó en la incautación de armamento y municiones, debilitando a uno de los principales grupos armados organizados en el suroeste de Colombia.
De acuerdo con la información difundida por la Policía Nacional de Colombia, el operativo, efectuado por unidades del Gaula Deval con respaldo del Sipol y del Grupo de Operaciones Especiales (Goes), culminó con la captura en flagrancia de este señalado cabecilla, que las autoridades vinculan con secuestros, acciones terroristas y actividades de narcotráfico en el Valle del Cauca.
La acción policial se llevó a cabo en Cali, el 20 de junio de 2025, permitiendo la detención de Rivera Montaño cuando se encontraba en posesión de una pistola calibre 7,65 mm, dos proveedores con 11 cartuchos y una granada de fragmentación IM 26.
Según reportó la Policía Nacional, alias JF fungía como cabecilla de la Red de Apoyo a las Estructuras Residuales (Raer) del Gaor “Jaime Martínez”, y estaba considerado el coordinador intelectual de varios delitos de alto impacto en la región.
Entre las acciones atribuidas a Rivera Montaño se encuentran el secuestro del hijo de un reconocido ganadero de Restrepo, Valle del Cauca, ocurrido en octubre de 2024; el secuestro de un menor el 3 de mayo de 2025 en Jamundí; así como la planeación de ataques violentos ejecutados el 10 de junio de 2025 en Jamundí y Cali, dirigidos tanto a la Fuerza Pública como a la población civil.
Además, existía una orden de captura en su contra por delitos como concierto para delinquir agravado, secuestro extorsivo agravado, fabricación, tráfico o porte de armas de fuego, uso de menores en actividades delictivas y desplazamiento forzado.
Desde sus inicios en 2018 como integrante de la columna móvil Urías Rondón del EMC en Tumaco (Nariño), Rivera Montaño ascendió a posiciones de liderazgo.
Ya para 2023, según refirió la Policía Nacional, se encontraba en Jamundí asumiendo responsabilidades de coordinación en el corregimiento Villa Colombia. En 2025, tras la detención de alias “Gavilán” el 13 de febrero, asumió la jefatura principal de las RaerR del Frente Jaime Martínez.
Así fue el secuestro y liberación de Lyan José Hortúa Bonilla
En la tarde del miércoles 21 de mayo de 2025, Lyan José Hortúa Bonilla, un niño de 11 años, fue liberado tras un cautiverio de 18 días en Jamundí, Valle del Cauca.
La operación contó con la intervención de la Defensoría del Pueblo, líderes campesinos y familiares, y culminó en una entrega sin confrontación armada, según confirmó cuenta oficial de la Defensoría
El secuestro ocurrió el 3 de mayo, cuando al menos cinco hombres armados irrumpieron en la vivienda del corregimiento de Potrerito.
En las imágenes captadas por cámaras se ve al niño siendo sacado descalzo y sin camisa, custodiado con armas por los captores Los raptores también intimidaron a su familia y a una empleada doméstica, que fue liberada horas después
Durante el cautiverio, los secuestradores realizaron exigencias económicas. En un primer momento, se especuló sobre un monto de 4.000 millones de pesos, aunque luego se habló de un rescate cercano a 300 millones El tío de Lyan afirmó: “Sí, tuvimos que pagar un rescate”, señalando que la familia tomó esta decisión en medio de la presión emocional.
Según la Defensoría provincial Valle, la liberación fue pacífica y realizada en la zona rural de Jamundí, donde el niño fue inicialmente entregado a líderes locales y posteriormente trasladado a la Fundación Valle del Lili para una evaluación médica
La alcaldesa Paola Castillo celebró: “Una familiar del menor… actuaron para preservar la integridad del menor y evitar complicaciones en el operativo”.
El comandante de la Policía Metropolitana de Cali, brigadier general Carlos Oviedo, confirmó que “el secuestro iba inicialmente direccionado al padrastro del menor, pero por circunstancias solo encuentran al niño”.
El padrastro, Joshua Suárez, se pronunció tras el rescate y lamentó la demora en la reacción institucional, afirmando que “nos duele el silencio del presidente Gustavo Petro… solo habló hasta pasados 16 días”.
La defensora regional del Pueblo, Iris Marín Ortiz, indicó: “Nuestra @DefensoriaCol regional Valle nos confirma que Lyan nos fue entregado y está en libertad… No queremos más noticias de dolor, menos para los niños y niñas (sic)”.
Posteriormente, el presidente Gustavo Petro se pronunció en redes sociales, calificando el secuestro como una práctica de mercancía:“Lyan no tiene la culpa. Quienes convierten un niño en mercancía… Libérenlo ya”.
Las autoridades atribuyen el secuestro al frente Jaime Martínez, una facción de las disidencias de las Farc, aunque algunas versiones apuntan a que habría detrás un reclamo de deudas vinculadas a narcotraficantes un presunto pago en cabeza del cartel de Los Rastrojos y su líder Diego Pérez Henao, alias Diego Rastrojo.
El caso reavivó el debate sobre la influencia de estructuras criminales en el Valle del Cauca y el riesgo que representan para la infancia y comunidades vulnerables. La prensa ha llamado a reflexionar sobre la capacidad institucional para prevenir y enfrentar episodios de esta naturaleza.
Hasta el momento, las investigaciones continúan abiertas y se espera que los capturadores sean judicializados. La familia, aunque aliviada, expresó su determinación de trasladarse y solicitar garantías para resguardar su seguridad.