La muerte de Matilde “Mati” Muñoz, turista española de 72 años desaparecida hace un mes en la isla de indonesia de Lombok, sigue rodeada de misterio.
A pesar de la detención de dos hombres vinculados al hotel en el que se alojaba, la Interpol ha decidido iniciar una investigación paralela debido a sospechas sobre la actuación de la policía local y posibles implicaciones de más personas en el crimen.
La policía en el punto de mira
Según fuentes policiales de Senggigi, la investigación inicial se encuentra “prácticamente cerrada” a la espera de la autopsia, que ha sufrido retrasos.
Sin embargo, ante las dudas sobre la profesionalidad de los agentes locales, la Interpol ha decidido actuar de manera independiente, en colaboración con policías llegados desde Yakarta y el cuerpo diplomático español.
“Será una investigación de alto rango para descartar cualquier conflicto de intereses”, declararon fuentes policiales al diario The Objective, refiriéndose a las sospechas de que un agente de la comisaria de Senggigi podría tener vínculos familiares con Mala, contable del hotel Bumi Aditya.
Los acusados
Los detenidos, S.U., de 34 años, y H.R., alias Ge, de 30, confesaron que entraron a la habitación de Mati para robarle 156 euros en efectivo, pero negaron que su intención fuese matarla.
Según la versión de los acusados, la víctima falleció durante una discusión acalorada y tras un empujón que la hizo golpearse la cabeza. Posteriormente, su cuerpo fue envuelto en una sábana y trasladado a un cuarto cercano del bungaló, permaneciendo allí un mes y medio antes de ser finalmente enterrado en la playa de Batu Bolong.
“No solo son ellos dos, hay más gente implicada, así lo creemos absolutamente”, señaló Ignacio Vilariño, sobrino de la víctima, a EFE.
Incongruencias en el hotel
La contable Mala y la gerente del hotel, Nurmala Hayati, se encuentran en el centro de las sospechas familiares por diversas incongruencias durante la investigación.
Entre ellas, el hecho de que Mala afirmara que no podía denunciar la desaparición de Mati por no ser familiar, algo que la familia desmiente. Además, hay dudas sobre cómo pudo permanecer el cuerpo tanto tiempo en el hotel sin que el personal lo detectara.
“¿Cómo es posible que el cuerpo de Mati estuviese en el cuarto del hotel un mes y medio y la responsable no lo supiese? Está claro que la policía local no está viendo cosas o las está tapando”, denunció Aartii Fernández, amiga de la víctima.
Investigación paralela de la Interpol
Interpol y los agentes de Yakarta indagarán en las conexiones familiares entre el personal del hotel y la policía local, así como en posibles complicidades de otros trabajadores.
El objetivo es asegurar que la investigación no haya sido alterada desde el principio y que se esclarezcan todas las circunstancias que rodearon la muerte de la turista española.
Mientras tanto, la familia espera los resultados de la autopsia para confirmar las causas exactas de la muerte y determinar las responsabilidades legales.
En Indonesia, los delitos de asesinato puede acarrear penas de hasta 20 años de cárcel, cadena perpetua o incluso, la pena capital, aunque esta última se aplica mayormente a casos de drogas o terrorismo.