El inicio del Censo Nacional 2025 en el distrito de Coviriali, provincia de Satipo, región Junín, estuvo marcado por graves incidentes que pusieron en riesgo la integridad del personal censista. Una joven empadronadora se perdió durante horas, mientras que otra fue atacada por un perro. Ambos casos evidencian una preocupante falta de coordinación y medidas de seguridad en la ejecución del operativo censal en la zona.
Según denunció el gerente municipal de Coviriali, Ovidio Curichaoa Vilchez, en entrevista con radio La Ruta Satipo, estos hechos reflejan el desorden con el que se llevó a cabo el censo. “Una de las señoritas se extravió en el centro poblado Buenos Aires porque no había señal telefónica y nadie sabía dónde estaba hasta las seis de la tarde. Felizmente fue ubicada por su coordinador, pero esto no debería ocurrir”, señaló.
El segundo incidente ocurrió en el sector Ricardo Palma, donde una censista fue mordida por un perro de raza pitbull que ya tenía antecedentes agresivos. “Dos perros atacaron a una señorita en Ricardo Palma. Ya había reportes previos sobre ese animal, pero no se tomaron medidas preventivas. Estos hechos no pueden repetirse”, indicó Curichaoa.
Falta de planificación y apoyo a los censistas
Los problemas no solo fueron logísticos, sino también estructurales. De acuerdo con el funcionario, los empadronadores recibieron sus rutas la noche anterior al censo, lo que limitó la posibilidad de una preparación adecuada. Además, denunció que el personal de serenazgo municipal no respondió al pedido de apoyo para auxiliar a la censista extraviada.
“El Serenazgo no obedeció cuando se le pidió que apoye en la búsqueda. Hay funcionarios que no entienden la importancia de esta actividad. Si algún trabajador no quiere colaborar, que lo digan para tomar medidas. No podemos permitir esa indiferencia”, afirmó Curichaoa.
El funcionario lamentó que, pese a los compromisos asumidos en reuniones previas, como brindar agua, galletas, gasolina y guías para las rutas más alejadas, varias de estas promesas no se cumplieron. La falta de guías, en particular, habría sido determinante para la desorientación de los censistas en áreas rurales.
Información oficial vs. realidad local
El gerente municipal enfatizó la importancia de que los datos recogidos durante el censo reflejen con precisión la realidad del distrito. Recordó que el censo de 2017 presentó errores graves que catalogaron a Coviriali como un distrito “no pobre”, lo que impidió acceder a programas de apoyo social y limitó el financiamiento de proyectos.
“El censo del 2017 nos hizo daño. Fue hecho desde el escritorio y no reflejó la verdadera situación de Coviriali. Imagínate que nos clasificaron como distrito no pobre cuando la mayoría de nuestra gente vive de economías de subsistencia”, expresó.
Llamado a la población a colaborar
Ante esta situación, Curichaoa hizo un llamado a los vecinos para que colaboren con los censistas, mantengan a sus mascotas bajo control y brinden información real sobre sus condiciones de vida.
“Si mentimos en el censo, los perjudicados seremos nosotros. Si decimos que tenemos agua potable cuando no la hay, los proyectos que necesitamos no van a llegar”, advirtió.
El gerente también exhortó a la ciudadanía a facilitar el trabajo de los jóvenes empadronadores, en su mayoría mujeres, que están expuestas a riesgos mientras cumplen con su labor. “Por favor, durante estos 14 días de trabajo censal, cuidemos a nuestros perros y ayudemos a los censistas. Ellos están recogiendo información que definirá el futuro de nuestra comunidad”, concluyó.