La emocionante clasificación de la Selección Colombia Sub-20 a las semifinales del Mundial de Chile puso en el centro de la noticia a Néiser Villarreal, quien se consolida como el goleador del torneo.
Sin embargo, lo que sorprendió tras la victoria sobre España fue la revelación del técnico César Torres, quien afirmó que el delantero, pocos días antes del certamen, manifestó llorando que no merecía ser convocado y pidió no asistir al Mundial.
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Villarreal contactó al cuerpo técnico luego de la polémica que generó su aparición en una transmisión en vivo en redes sociales usando la camiseta del América de Cali, cuando aún pertenece oficialmente a Millonarios FC. Esa acción desató críticas intensas entre los hinchas del club bogotano y provocó una sanción interna.
“Me escribió llorando, me dijo que no merecía ir a la Selección Colombia, que no quería venir, estaba muy frustrado”, relató César Torres a la prensa. El entrenador, lejos de aceptar la petición, respondió con respaldo y confianza: “Lo llamé varias veces, le dije que él era el goleador de la Selección, un derecho que nadie le puede quitar, que se recuperara porque la Selección lo estaba esperando con los brazos abiertos”, agregó Torres.
Las repercusiones del episodio con la camiseta de América se intensificaron debido a la vinculación contractual del delantero con Millonarios, club con el que no renovó vínculo y donde venía sin sumar minutos en la presente temporada. La sanción fue aceptada públicamente por el futbolista, quien en un comunicado expresó: “Acepto la gravedad y el gran error cometido, entiendo y acepto el enojo y todas las críticas que los hinchas puedan tener hacia mí”.
A pesar del incidente, el respaldo de la Selección fue clave para que el máximo artillero del Sudamericano Sub-20, con ocho goles, reconsiderara su posición. El propio Torres enfatizó la importancia de reconocer “que detrás del jugador hay un ser humano que siente y sufre”. Según sus declaraciones, Villarreal usó la camiseta “por Kener González y José Cavadía, por solidaridad con ellos, no para retar a los hinchas de Millonarios”.
El entorno de la Selección Colombia Sub-20 reconoce el aporte del atacante, conocido como ‘Ney’. Su desempeño en el Mundial ha sido determinante, anotó un doblete frente a Sudáfrica en octavos de final y logró un ‘hat-trick’ ante España para certificar el pase a semifinales. Ahora suma cinco goles en el torneo, liderando la tabla de artilleros y reafirmando su peso ofensivo.
La polémica en torno al jugador surge en un contexto de transición personal y profesional. Néiser Villarreal no continuó con Millonarios y tiene un acuerdo avanzado para incorporarse al Cruzeiro de Brasil al término de su relación contractual. Las lesiones también pusieron en riesgo su presencia en la Copa del Mundo Sub-20 y relegaron su titularidad en el debut ante Arabia Saudí.
El seleccionador nacional valoró además al colectivo que acompaña el proceso de éxito de la Sub-20. En zona mixta, César Torres aseguró: “El triunfo es de todos, de los jugadores, del staff, del preparador físico, de los ayudantes de campo, del video analista, de la jefe de prensa, del presidente, del psicólogo, de los utileros, de los kinesiólogos, de los fisioterapeutas, de los médicos y con toda la fuerza que hizo Colombia para que ganáramos, dedicado para todos porque este país se lo merece”, según recogió Caracol.
El episodio que rodeó a Villarreal pone en primer plano el equilibrio entre exigencia deportiva y bienestar emocional en el fútbol de alto nivel, según diversos medios. La gestión del seleccionador nacional fue decisiva para reintegrar a un jugador fundamental en el ciclo competitivo colombiano. Cesár Torres subrayó que la reacción inicial del atacante no se dirigió contra la hinchada de Millonarios, sino que respondió a lazos de amistad y solidaridad internos dentro del grupo nacional.
El siguiente reto de Colombia en el Mundial Sub-20 será afrontar la semifinal sin su principal anotador, ya que Villarreal está suspendido por acumulación de tarjetas amarillas. La expectativa sobre el desempeño colectivo se mantiene, mientras el debate sobre su caso ilustra las complejidades y presiones que enfrentan los jóvenes talentos en escenarios internacionales.