La Universidad Científica del Sur ha reiterado su compromiso con la rigurosidad académica a través de la aplicación de exámenes presenciales y simultáneos, una política que busca asegurar la imparcialidad y la validez de los resultados. Sin embargo, distintas voces dentro de la comunidad estudiantil y de los padres de familia han señalado problemas derivados de la implementación de esta modalidad, especialmente en lo que respecta a la asignación de horarios y la falta de transparencia en la revisión de calificaciones.
En los últimos días, Infobae Perú ha recibido testimonios que abarcan desde quejas por turnos de evaluación considerados excesivos hasta por la negativa institucional a permitir que los alumnos revisen sus exámenes. Estas versiones apuntan a una organización académica que, según los afectados, prioriza las reglas internas por sobre las condiciones de vida y las expectativas de los propios estudiantes.
Estrategia académica y controles presenciales
La Científica del Sur ratificó, por medio de un comunicado enviado a este medio, que la presencialidad en los exámenes sigue siendo una pieza clave de su sistema educativo. La universidad indicó que esta medida responde al avance de la tecnología y a la necesidad de mantener controles estrictos sobre el aprendizaje, con el objetivo de evitar irregularidades y robustecer la formación de sus alumnos. Señalaron que los exámenes, tanto parciales como finales, se llevan a cabo de manera simultánea para toda la comunidad estudiantil, tal como fue informado en marzo de 2025 a través de sus canales oficiales.
La institución remarcó que la exigencia universitaria implica un esfuerzo permanente, que no se limita a los días tradicionales de clase, y subrayó la importancia de preservar procesos homogéneos y confiables. Asimismo, afirmaron que la política institucional se fundamenta en ofrecer igualdad de condiciones para todos, garantizando que cada evaluación sea supervisada con los mismos criterios.
Reclamos por horarios y estrés estudiantil
A raíz de la publicación de una anterior nota de Infobae Perú, se multiplicaron los relatos de padres y estudiantes que advierten dificultades con los horarios de clases y exámenes. Un padre de familia describió como “disperso y desordenado” el cronograma semanal de su hijo, alumno de tercer ciclo, y cuestionó que la organización favorezca la disponibilidad de los docentes sobre las necesidades de los estudiantes. Aseguró que las jornadas se extienden a sábados y domingos, lo que representa un reto adicional para jóvenes de 18 años que empiezan su tránsito universitario.
Entre las inquietudes más repetidas figura la toma de exámenes en franjas nocturnas, con historias de evaluaciones que culminan cerca de la medianoche y se suman a una agenda ya cargada por el resto de la semana. Estas prácticas, según los testimonios recibidos, generan niveles de estrés y preocupación que llevan a algunas familias a considerar el traslado de sus hijos a otras instituciones, con la esperanza de encontrar una mejor gestión de los tiempos académicos.
Alumnos denuncian obstáculos para acceder a exámenes
Infobae Perú también recogió el testimonio de un grupo de estudiantes que afirma no haber podido revisar sus propias evaluaciones pese a solicitudes formales. Esta situación, aseguran, ha impactado sus calificaciones finales e incluso ha puesto en riesgo la continuidad de algunos en sus respectivas carreras. Los alumnos manifiestan que la negativa institucional a mostrar los exámenes tras la corrección genera desconfianza, especialmente en casos donde la calificación final determina el avance académico.
Los afectados han señalado que el acceso transparente a las evaluaciones resulta fundamental para la confianza en el proceso educativo. Solicitaron la intervención de los medios y de los entes reguladores para que la universidad respete los derechos de los alumnos y permita la verificación de los resultados, como ocurre en otras casas de estudios.
