En el contexto de intensas lluvias e inundaciones, los vehículos enfrentan una serie de problemas técnicos recurrentes que afectan tanto a su funcionalidad como a su longevidad.
Las dificultades se concentran en diversos sistemas críticos de los autos, lo cual se ha evidenciado en casos recientes en México por las lluvias intensas, particularmente en la capital de la república. A continuación, exploramos los más frecuentes.
Uno de los problemas más severos que enfrenta un vehículo sumergido parcial o totalmente en agua es el daño en el sistema eléctrico y electrónico. La inundación puede causar cortocircuitos que afectan desde las luces hasta los tableros digitales y el encendido.
Estos daños resultan de la imposibilidad del sistema eléctrico de manejar los niveles de agua, lo que lleva a fallos significativos en la operación del vehículo.
Otro riesgo es la contaminación del aceite y los líquidos del motor. El agua, al mezclarse con el aceite, compromete la lubricación del sistema motorizado. Esto lleva al deterioro acelerado de sus componentes internos, puesto que depende de un engrasado adecuado para su correcto funcionamiento. Este tipo de impurezas pueden permanecer ocultas hasta que el desgaste se haga evidente e irremediable, prolongando su efecto destructivo.
La corrosión acelerada de partes metálicas, como el chasis y el sistema de escape, es otra consecuencia directa de la exposición prolongada al agua de lluvia, que puede estar contaminada o contener sales. Estas condiciones ambientales catalizan la aparición de óxido, debilitando estructuralmente estos componentes del vehículo.
El sistema de frenos también sufre bajo condiciones atmosféricas extremas, ya que el agua reduce la fricción entre las pastillas y los discos. Esto compromete notablemente la eficacia de frenado del vehículo. Este tipo de fallas no solo afectan la seguridad del conductor y los pasajeros, sino que también incrementa el riesgo de accidentes.
Finalmente, los daños en la transmisión representan un desafío significativo para los vehículos que enfrentan inundaciones. Cuando el agua se filtra en la transmisión automática, puede tener efectos desastrosos, como cambios erráticos y un desgaste acelerado de los engranajes. Este tipo de daño es particularmente difícil de reparar y costoso.
Además de estos problemas principales, los vehículos también se ven afectados durante las lluvias y las inundaciones por la contaminación del sistema de combustible y daños en su interior, que incluyen malos olores, deterioro de la tapicería y fallas en sistemas de confort como el aire acondicionado. Incluso carros nuevos o modelos recientes no están exentos de estos problemas.