Las operaciones de seguridad se desplegaron tras la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía Militar de Rennes, motivada por la detección de cinco drones no armados en la zona de la base de Île Longue en Bretaña, Francia. Las pesquisas buscan posibles vínculos entre estos incidentes y amenazas extranjeras, especialmente en relación con recursos nucleares estratégicos franceses. Según informó la cadena BFMTV, la presencia de estos artefactos aéreos cerca del complejo, situado en el departamento de Finisterre y próximo al puerto de Brest, generó una rápida respuesta militar para proteger la instalación.
De acuerdo con BFMTV, el reporte indicó que la base de Île Longue alberga los cuatro submarinos balísticos de propulsión nuclear de la Armada Francesa, un elemento central del sistema de disuasión del país desde que la instalación se inauguró en 1972. Esta base, custodiada por un batallón de infantería de marina y en la que desempeñan labores cerca de 2.400 personas, tanto civiles como militares, proporciona soporte y mantenimiento a estos sumergibles nucleares. Tras la aparición de los drones, las fuerzas a cargo de la seguridad iniciaron un operativo antidrones complementado por una búsqueda exhaustiva en los alrededores.
La información recogida por BFMTV detalla que los aparatos detectados no portaban armamento, aunque las autoridades no descartaron que la incursión tuviera objetivos de observación o inteligencia. El contexto internacional refuerza estas sospechas. Varios países europeos han adoptado medidas para incrementar la protección de instalaciones críticas tras el incremento de vuelos de drones no identificados cerca de infraestructuras sensibles, particularmente después del inicio de la guerra en Ucrania.
En meses recientes, algunas naciones del continente han señalado a Rusia como el presunto iniciador de acciones similares, elevando las tensiones en la región. El medio BFMTV indicó que estos antecedentes han impulsado refuerzos en la defensa aérea, especialmente en sectores vinculados al ámbito nuclear y militar, ante el riesgo de incidentes que pudieran comprometer la seguridad nacional.
La base de Île Longue, por su proximidad al Atlántico, desempeña un papel estratégico en el sistema ofensivo y defensivo de Francia. Junto a los submarinos balísticos nucleares basados en esta instalación, el país cuenta con cinco submarinos de ataque nuclear, aunque estos últimos operan principalmente desde el puerto militar de Toulon, ubicado en el departamento de Var.
Dentro de la base de Île Longue, la permanente amenaza de incursiones no autorizadas por parte de drones ha impulsado el desarrollo de protocolos y capacidades tecnológicas dedicadas a la detección y neutralización de estos dispositivos. Según consignó BFMTV, la operación lanzada el jueves incluyó la activación de sistemas especializados y la movilización de personal operativo que se dedica exclusivamente a la protección contra aparatos no tripulados.
La investigación de la Fiscalía Militar de Rennes busca definir el origen de los drones y determinar si existió alguna coordinación con entidades extranjeras. El procedimiento contempla el análisis de grabaciones, la revisión de sistemas de radar y la recopilación de testimonios del personal de la base y de la población del entorno. BFMTV sostuvo que las maniobras inusuales cerca de Île Longue no han generado hasta el momento consecuencias materiales ni incidentes físicos, pero han incrementado la inquietud sobre la vulnerabilidad de infraestructuras críticas en el panorama europeo.
El reforzamiento de la vigilancia en Île Longue, junto con la investigación impulsada desde el ámbito judicial militar, se encuadra en un marco más amplio de cooperación entre Estados europeos, en el que el intercambio de información sobre incidentes con drones resulta fundamental para anticipar riesgos y evitar interferencias en sectores estratégicos.
