
La costa de Carolina del Norte atravesó una nueva jornada de emergencia tras el colapso de cinco viviendas en Buxton, en la zona conocida como los Outer Banks, la mañana y tarde del martes 28 de octubre.
La situación, causada por la persistente erosión costera, vientos y mareas elevadas, llevó a las autoridades a cerrar playas y limitar el tránsito en el principal corredor vial de la isla, según información confirmada por el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos (NPS).
De acuerdo con el reporte del NPS, los derrumbes ocurrieron en distintas franjas horarias del martes: dos viviendas cayeron a primera hora de la mañana con solo quince minutos de diferencia, y otras tres estructuras colapsaron ya por la tarde. Todas ellas estaban deshabitadas en ese momento.
Las autoridades identificaron el punto más complejo en el pueblo de Buxton, donde se concentra la mayor parte de colapsos registrados durante el último mes. Las olas y la fuerza de las aguas han dejado escombros dispersos en la franja cercana a la playa, generando riesgos inmediatos para visitantes y residentes.

El balance presentado por las autoridades locales y difundido por USA Today señala que al menos 16 casas se han desplomado en el área durante las últimas seis semanas, con registros de 27 viviendas perdidas en cruceros similares a lo largo de los últimos cinco años.
La secuencia crítica de incidentes no se limita a derrumbes aislados. El fenómeno, detalló el NPS, tiene relación directa con los efectos prolongados de los vientos de hasta 80 kilómetros por hora y la llegada continua de oleaje elevado y marejadas vinculadas a sistemas de baja presión y mareas estacionales.
El Servicio Meteorológico Nacional mantiene los pronósticos de condiciones adversas y fuertes inundaciones en ruta hasta el miércoles 29 de octubre, mientras se monitorean daños y amenazas vinculadas a nuevas tormentas.

Cierre de accesos turísticos
La afectación en infraestructura repercutió en la rutina y conectividad regional. Funcionarios del Departamento de Transporte de Carolina del Norte dispusieron el cierre temporal de la ruta estatal Highway 12 tanto en Ocracoke Island como en Pea Island, tras reportarse que “el océano arrastró agua y sedimentos sobre la vía”.
A esto se añadieron medidas extraordinarias en las playas adyacentes. El Cape Hatteras National Seashore, administración que gestiona varias áreas protegidas litorales, publicó en sus medios oficiales que dos sectores quedaron absolutamente cerrados por el peligro de material de construcción y escombros arrojados tras los colapsos.
“La proximidad de estas viviendas dañadas supone un serio riesgo para quienes caminen o naden cerca de la costa”, advierte el comunicado citado por USA Today en sus primeras informaciones sobre el incidente.

Erosión costera
El trasfondo de esta crisis arrastra pérdidas recientes provocadas por otros fenómenos meteorológicos. El propio NPS recordó que seis viviendas adicionales colapsaron en Buxton el 30 de septiembre pasado durante el paso de los huracanes Imelda y Humberto, y más casas se han venido abajo en el último año, con desplomes especialmente concentrados en las áreas más expuestas al mar.
Los casos suelen afectar a construcciones que años atrás se encontraban bastante alejadas de la línea de costa y que, por efecto del retroceso de la playa y el aumento del nivel del mar, hoy bordean el agua.
El problema de la erosión trasciende los límites de Carolina del Norte. USA Today informó que existen emergencias similares por erosión costera en New Jersey, Delaware, Rhode Island y la costa este de Florida, mientras en la ciudad de Ocean City han sido declaradas alertas locales. Las autoridades buscan fondos para proyectos de reposición de playas, de modo que la infraestructura pueda resistir los cambios medioambientales.
El panorama abrió preguntas sobre la sostenibilidad y el futuro de las viviendas frente al mar. “Debemos permitirnos reflexionar sobre la posibilidad de modificar el mapa de nuestras comunidades costeras y focalizar el dinero y los esfuerzos en zonas que todavía pueden salvarse”, opinó Robert Young, director del Programa para el Estudio de Costas Urbanas de la Universidad Western Carolina, en declaraciones recogidas por el Wilmington Star News.