Originalmente se diseñó para tres, y aun así esta noche el sofá de “La Revuelta” ha quedado lleno. La noche reunió a Clara Galle, Nuno Gallego y Agustín Della Corte, una formación digna de olimpíada: pareja en la pantalla y fuera de ella, y un ex jugador de rugby capaz de improvisar una voltereta en pleno directo como quien se pone de pie. Han aterrizado en modo equipo, con la lección aprendida tras meses de sudar traje y deslizamiento en la piscina municipal. Y es que venían a presentar “Olympo”, una serie española de Netflix que sigue la vida de un grupo de jóvenes atletas que entrenan en un centro de alto rendimiento. Por eso es que los tres actores se han tenido que entrenar durante nueve meses, solo para dar el pego del alto rendimiento. Al único que no le ha hecho falta tanto entreno es a Agustín Della Corte.
Nueve meses entrenando para ‘Olympus’, la nueva serie de Netflix
La dinámica del grupo incluye vivienda compartida, como dejan caer entre chiste y confesión. Clara y Nuno se han hecho a la vida en común, mientras Agustín Della Corte se aloja en el antiguo piso de la pareja. “Todo lo paga Clara”, suelta el uruguayo sin parpadear. No faltó la sección clásica donde el pudor solo es un obstáculo. Agustín habla de una puntuación de 15, mientras la pareja tira de complicidad y hace números a dos: “Creo que estos dos van a necesitar una calculadora”, bromea Agustín. Nuno cierra el cómputo en 35, “por redondear”. “¡Vaya flipao’!» le ha increpado Broncano.
Clara también ha aprovechado para hablar del cambio físico que ha experimentado tras meses de natación sincronizada y gimnasio. Comenta, dejando claro que le mosquea un poco, que en general se espera de las mujeres que sean “delgadas”, más delicadas; pero ella, tras esos meses de duro entrenamiento en natación sincronizada, algo tiene claro: “Me veo fuerte y me gusta”, resume. Y tan fuerte, como demuestra con una voltereta hacia atrás con la que – por fin – se redime de aquella mítica caída que tuvo delante de Broncano hace ya un tiempo.
Della Corte, desde Uruguay, presume de un currículum nada discreto: del Peñarol y la selección de rugby de su país (con la que llegó a jugar un mundial, como ha dejado caer como si no fuese gran cosa) a la gran pantalla, con parada (y éxito) de la mano de Bayona en La sociedad de la nieve. La transición del rugbi al cine, sin despeinarse ni perder la sonrisa. Nuno Gallego, a sus 23 años, desfila repertorio: UPA Next, Clanes, Élite y ahora bautismo en el sofá de La Revuelta. Clara Galle tampoco necesita introducción: tiene ya, a sus 23 años, una larga trayectoria tanto en la pantalla grande (A través de mi ventana, A través del mar y A través de tu mirada) como en la pequeña (El internado, Ni una más). La velada se ha desarrollado entre confesiones, abrazos y una sincronía que va del plató al gimnasio. El sofá de La Revuelta nunca tuvo más “sincronización”, ni tanto cuádriceps por metro cuadrado. Bromas, retos y hasta volteretas de redención.
Después han entrado dos “amigos de toda la vida” de los tres que estaban en el sofá: Pedro Alonso y Blanca Suárez, que venían a corroborar lo que habían anunciado los invitados de un “fiestón” en el que, según Blanca Suárez, habrán 5.000 personas. Aunque el público ha pedido entradas, como siempre, rascando como pueden, eran pocas: se las ha llevado un grupo que se iba a ir de viaje de fin de curso pero al final no. Aun así, se van a tener que pelear entre si para ver a quién le toca.