
La canciller colombiana, Rosa Villavicencio, presidió un acto en Madrid donde manifestó inquietud por lo que describió como una “presencia militar desorbitada” de Estados Unidos en la región, advirtiendo que la situación plantea un escenario de amenaza tanto para América Latina como para el Caribe. Durante su intervención, Villavicencio también reiteró la voluntad del Gobierno de Colombia de servir como intermediario en conflictos internos, haciendo hincapié en la importancia de mantener el respeto por la soberanía del pueblo y el territorio venezolanos, según publicó la agencia Bloomberg.
De acuerdo con Bloomberg y otras fuentes como The New York Times, estas declaraciones se produjeron al mismo tiempo que aumentaba la presión internacional sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ante informaciones sobre negociaciones indirectas entre Caracas y Washington. Medios estadounidenses reportaron que, en ese contexto, Maduro habría presentado una oferta a la Casa Blanca con la posibilidad de dimitir tras un período de dos años en medio del incremento del despliegue militar estadounidense en la zona, incluyendo el arribo de 15.000 efectivos y el portaaviones Gerald R. Ford, y tras la autorización del presidente Donald Trump para que la CIA iniciase operaciones en Venezuela.
El Ministerio de Exteriores de Colombia intervino de inmediato tras la publicación de estas informaciones, difundiendo un comunicado en el que rechaza cualquier interpretación respecto a un supuesto aval a una salida negociada de Maduro promovida por Bogotá. Según reportó Bloomberg, la institución aclaró que el país respeta el Derecho Internacional, no interviene en asuntos internos ajenos y reconoce plenamente la soberanía de Venezuela. El pronunciamiento se dirigió a desmentir versiones sobre un presunto respaldo del Gobierno colombiano a la posibilidad de un acuerdo para la salida de Nicolás Maduro del poder.
En la entrevista mencionada por Bloomberg, Rosa Villavicencio se refirió a la posibilidad de facilitar una transición política en Venezuela, puntualizando que tal proceso debería permitir la salida de Maduro “sin que tenga que pasar por la cárcel”. Añadió: “Creo que Maduro aceptaría ese planteamiento”, y evaluó este camino como “lo más sano” en el marco de una eventual reconciliación. Según relató el medio estadounidense, estas palabras generaron interpretaciones diversas sobre la postura diplomática de Colombia.
El medio The New York Times informó que los actuales movimientos diplomáticos se suscitan cuando la actividad de las fuerzas militares estadounidenses en el Caribe ha alcanzado su mayor nivel desde la crisis de los misiles de Cuba. El Pentágono ha ejecutado al menos 21 bombardeos en las aguas del Caribe y del Pacífico oriental, con un saldo de 83 muertos en embarcaciones que, presuntamente, estaban vinculadas con tráfico de drogas, según datos otorgados por fuentes militares recogidas por ese medio.
Ambos países, Colombia y Venezuela, comparten una extensa frontera y mantienen una relación histórica marcada por tensiones periódicas y desafíos en materia migratoria, económica y de seguridad. La política exterior colombiana ha insistido en la necesidad de respeto mutuo y no injerencia, según detalló el comunicado del Ministerio de Exteriores citado por Bloomberg. Dicho posicionamiento busca diferenciarse de las recientes declaraciones del gobierno estadounidense y de las acciones militares en la región.
Las menciones al interés de Colombia de participar como mediador internacional, remarcadas en la intervención de Villavicencio, se producen en un contexto de presión creciente sobre el gobierno venezolano. Según publicó The New York Times, tanto el presidente Donald Trump como Nicolás Maduro han abordado recientemente la posibilidad de avanzar hacia un diálogo, aunque hasta el momento Maduro no se ha pronunciado sobre las revelaciones del medio estadounidense.
Bloomberg y The New York Times coincidieron en señalar que la propuesta habría surgido en el marco de negociaciones indirectas desencadenadas por Washington, lo que ha generado debates respecto al alcance y la legitimidad de cualquier desenlace que implique la participación de actores externos en la crisis venezolana. Frente a esas versiones, desde el Ejecutivo colombiano se continúa subrayando la neutralidad y la voluntad de favorecer salidas pacíficas, siempre actuando sin vulnerar la autonomía política de Caracas.
En medio del despliegue militar estadounidense, las declaraciones y desmentidos oficiales han añadido nuevas capas de complejidad a la situación en Venezuela, cuyas implicaciones trascienden el ámbito local e involucran a países vecinos como Colombia y actores globales con intereses estratégicos en la región.
