Katherinna Gómez, una abogada colombiana y refugiada en México, presentó en Tijuana la primera chiva del estado, un vehículo típico restaurado y adaptado a una propuesta gastronómica que busca acercar la cultura y los sabores colombianos a la frontera.
Gómez llegó a Tijuana (estado de Baja California) hace poco más de un año, luego de huir de Colombia tras amenazas recibidas en una región bajo control de grupos armados.
“Al principio caminaba con miedo, sentía que me iban a secuestrar”, relató Telemundo 20 San Diego sobre sus primeros días en la ciudad.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
Aunque su plan inicial era solicitar asilo en Estados Unidos, el endurecimiento de los procesos migratorios la llevó a establecerse en México.
Gracias a meses de adaptación y terapia, Katherinna encontró en Tijuana no solo refugio, sino una oportunidad para reinventarse.
Así nació La Catira, la primera chiva colombiana en la ciudad, pintada con símbolos de México y Colombia y equipada en su interior con elementos representativos de su país. “La chiva es tan importante para Colombia, tan representativa, como lo es la Calafia en Tijuana”, explicó Katherinna.
La primera chiva colombiana en Tijuana, México: ‘La Catira’ busca ayudar a más migrantes
Este vehículo tradicional es utilizado en el transporte rural colombiano, pero ha sido modificado para montar una cocina ambulante.
“Este es como mi camión de transporte, aquí llevo todo para trabajar, mi estufa, mi comal, la colocó en la calle y que la gente se suba aquí a comer a escuchar música colombiana, me falta arreglar las cortinas para que sean más atractiva ponerle luces y la idea es eso y si quiero hacer una ruta donde la gente el sábado a tal hora se sale y comiendo, porque a diferencia que en Colombia sí se toma allá, la gente va tomando y bailando, aquí toca hacerla pero sin tomar”, narró Gómez al mismo medio.
La migrante colombiana espera que su emprendimiento gastronómico se convierta, en el mediano plazo, en fuente de empleo para más migrantes y personas refugiadas.
“Todos merecemos una oportunidad, todos merecemos un nuevo comienzo de vida, no es justo que las personas que llegamos por una u otra razón, tenemos que emigrar de nuestro país, tengamos que ser recibidas maltratadas, porque a la larga todos somos seres humanos y la vida da muchas vueltas”, puntualizó.
No fue un proceso sencillo: el camino que se abrió la colombiana tras llegar a Mexico
Katherinna también señaló las dificultades que enfrentó durante su proceso migratorio y la fortaleza necesaria para continuar.
“Esto lo he hecho con muchísimo esfuerzo y yo pienso que, si no fuera por el cariño y la motivación que me hacen mis clientes, hace mucho rato habría desertado. Tú ya vienes psicológicamente muy mal, estás viviendo un duelo de dejar a tu casa, tus hijos y viene migración y te ataca te retiene”, narró la colombiana.
La abogada, que tuvo que dejar a sus dos hijos en Colombia, busca con cada avance en su negocio la posibilidad de reunirse con ellos.
Su travesía estuvo marcada por la detención en un aeropuerto y la posterior deportación a la frontera sur mexicana, antes de regresar y establecerse de forma definitiva en Tijuana.
El viernes 25 de julio, Katherinna pondrá en marcha oficialmente su chiva (tras su inauguración el 20 de julio, Día de la Independencia de Colombia), un espacio abierto para toda la comunidad y un símbolo de su capacidad para convertir la adversidad en una nueva oportunidad.
Para ella, cada logro en México representa un paso hacia la estabilidad personal, familiar y profesional.
Por todo lo anterior, la historia de ‘La Catira’ y de su conductora es reflejo de la resiliencia de cientos de personas migrantes en la región.
Y es que a pesar de los obstáculos, encuentran en nuevas tierras la posibilidad de reconstruir su vida y aportar a la sociedad receptora a través del trabajo, la cultura y la perseverancia.