“La logística internacional requiere equipos preparados para trabajar en cualquier contexto”, asegura Yesica. Con experiencia en operaciones complejas y planificación estratégica, comparte su mirada sobre los desafíos del comercio exterior en Argentina y la importancia de adaptarse a normativas cambiantes que cambian las reglas del juego.
¿Por qué la planificación logística es un eje central en las estrategias de comercio exterior?
Es fundamental, sobre todo en la industria de tecnología y energía donde trabajo actualmente. Hay una planificación de tareas en pozo y en la parte operativa que está directamente ligada al cumplimiento de los transportistas, de los barcos y de los aviones.
Si hay una guerra comercial, por ejemplo, todo se dilata. Aunque las compañías hagan un trabajo muy detallado, se depende mucho de factores externos. Hay empresas que no pueden sobre-stockearse, por lo que cualquier desfasaje en los tiempos puede complicar todo el proceso. Lo ideal sería contar con un margen holgado, pero eso no siempre es posible.
¿Cuáles considerás que son los aspectos clave para que una operación de importación o exportación sea eficiente?
Los equipos con los que se trabaja son fundamentales. Las capacidades humanas de ambos lados, tanto de origen como de destino, hacen una gran diferencia. El proveedor y el transportista juegan un rol central, sobre todo en industrias donde todo es “para ayer”.
También influyen las compañías navieras, que desde la pandemia no están cumpliendo con los lead times como antes. Por eso hay que planificar mucho y la comunicación entre todas las partes involucradas es clave.
¿Cómo enfrentan las empresas los cambios constantes en las normativas y el contexto del comercio exterior?
El cambio más fuerte en los últimos diez años fue la post pandemia. Todo empezó a demorarse, el comercio exterior se acotó mucho y solo se autorizaban importaciones consideradas esenciales.
En nuestro caso, por trabajar en una industria considerada esencial, seguimos importando y eso implicó un gran volumen de trabajo, incluso se sumó más personal y se buscó ayuda externa para poder adaptarse.
Hoy, todo es minuto a minuto. Se esperan publicaciones semanales con nuevas normativas, donde el equipo de finanzas tiene un rol clave para adaptarse a lo que resuelve el Banco Central. Si bien las importaciones no se restringieron, son más complejas porque hay menos disponibilidad en los navíos. Pero los equipos en Argentina están preparados para trabajar en cualquier contexto.
¿Cómo imaginás que afectarán los cambios en el escenario internacional al comercio exterior argentino?
Argentina, como todos los países, se va a ver impactada. La guerra comercial entre China y Estados Unidos va a tener consecuencias. En las empresas multinacionales, donde hay operaciones entre filiales, el impacto puede ser menor porque todo queda dentro del mismo grupo. Pero para las pymes o compañías nacionales con alta dependencia de la importación, el impacto puede ser mucho mayor.
¿Qué particularidades presenta la gestión documental y aduanera dentro de una empresa multinacional?
Trabajamos con varios despachantes. Son ellos quienes tienen el mayor conocimiento y los que nos bajan la información sobre las nuevas normativas. En ese sentido, hoy las resoluciones son más claras, más accesibles. Además, el comercio exterior está más presente en la conversación pública, y eso ayuda.
¿Cuáles son tus expectativas para el sector en los próximos años?
Con Vaca Muerta el sector está en un muy buen momento. Este año hubo muchos cambios y se hicieron un montón de planificaciones que empezarán a ejecutarse en 2026, que creo será un año muy positivo. Argentina está muy preparada para recibir inversiones que ya están sucediendo y Neuquén, en particular, está lleno de proyectos que generan trabajo en muchos niveles.
¿Cómo impacta la digitalización en las tareas operativas del comercio internacional?
La tecnología simplificó mucho el trabajo. Hoy podemos seguir una carga en tiempo real desde cualquier lugar del mundo. Pero si bien las innovaciones pueden reducir tareas humanas, no las reemplazan por completo. La inteligencia artificial está empezando a tener presencia, pero todavía dependemos mucho del conocimiento y la experiencia de las personas.
¿Influye la sustentabilidad en las decisiones logísticas o de comercio exterior?
Sí, aunque no sea directo. Por ejemplo, al optar por el transporte ferroviario en lugar del camión, se reducen las emisiones. Eso se mide y se publica. En cambio, el transporte aéreo genera muchas más emisiones, pero en algunos casos es inevitable. En la industria, este tipo de decisiones están cada vez más en foco.
¿Qué debería saber alguien que elige comenzar una carrera en comercio exterior?
Que es importante trabajar en el rubro mientras estudian. La facultad o tecnicatura te da la base, pero el trabajo te da la práctica. Además, te ayuda a darte cuenta si realmente es lo tuyo.
Para quienes disfrutan de la dinámica y el entorno cambiante, es ideal. Para quienes buscan hacer siempre lo mismo, no es el lugar, pero es un mundo muy interesante. Yo rechacé una oferta en mis primeros años por sentirme poco preparada, y después me di cuenta de que todo se aprende.