Málaga, 27 ene (EFE).- Un equipo científico de los centros oceanográficos de Baleares y Málaga del Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha comenzado la primera campaña oceanográfica de 2025 del programa de monitorización medioambiental Radmed, que se vienen realizando desde julio de 2007 de forma estacional cuatro veces al año.
Durante veinticuatro días, a bordo del buque oceanográfico Francisco de Paula Navarro, recorrerán el litoral español desde Barcelona hasta Málaga, incluyendo las Islas Baleares, realizando una toma de datos multidisciplinar de variables físicas, químicas y biológicas para evaluar el estado ambiental del Mediterráneo y los efectos del cambio global en sus ecosistemas.
Esta metodología de campaña debe cubrir un área muy amplia por lo que, para optimizar los medios disponibles, se realizan secciones cubriendo la plataforma y el talud en puntos estratégicos de la costa, así como otros en la zona de los canales de las Islas Baleares y el golfo de Valencia, ha informado este lunes el IEO en un comunicado.
Estas secciones consisten en una serie de puntos fijos en los que se realiza un muestreo sistemático y rutinario de medición de distintas variables como la temperatura, la salinidad, el oxígeno disuelto, la clorofila, los nutrientes o la composición y abundancia de fitoplancton y zooplancton.
Durante la campaña se prestará especial atención al estudio de las aguas profundas en el Mediterráneo, y se realizará una caracterización hidrográfica al noreste de Menorca y otra en Alborán a más de 2.500 metros de profundidad para evaluar la circulación.
“En el Mediterráneo hay formación de aguas profundas cada año y su dinámica es muy rápida, por lo que su seguimiento, dada su relevancia para el clima y para los ecosistemas profundos, es muy importante y es necesario estudiarlo con una frecuencia mayor que, por ejemplo, en las zonas atlánticas españolas”, explica Rosa Balbín, investigadora del IEO.
Para ello, se realizarán dos radiales a gran profundidad y se procederá al levantamiento y posterior fondeo de varias líneas de equipos oceanográficos de muestreo permanente desplegados en el marco del programa Hydrochannges de la Comisión Internacional para la Exploración Científica del Mediterráneo, uno de ellos mantenido por el IEO desde 1997.
Por otra parte, está previsto instalar un sistema acústico pasivo en la costa de El Garraf con el objetivo de monitorizar el nivel de presión sonora en estas zonas de especial interés para la conservación.
Esta costa de El Garraf, en Barcelona, se encuentra en la zona de influencia del Corredor Mediterráneo de Cetáceos.
En la edición anterior de Radmed-1124 de otoño, otro dispositivo acústico fue instalado en la región de El Seco de Los Olivos en Almería.
Los trabajos realizados en el marco del programa Radmed contribuyen a dar respuesta a las obligaciones derivadas de la Directiva Marco sobre Estrategia Marina de la Unión Europea, cuyo objetivo es garantizar el Buen Estado Ambiental de los mares y sus ecosistemas a través de una serie de indicadores que reflejen potenciales efectos antropogénicos sobre el medio marino.
“Estas campañas permiten incrementar los bancos de datos, caracterizar el estado medioambiental marino, generar series de datos temporales, establecer climatologías oceánicas, estudiar oscilaciones, tendencias, anomalías y su relación con el calentamiento global y el cambio climático», explica Francina Moya, coordinadora del programa de seguimiento Radmed.
«Con estos datos disponemos de información veraz del medio marino pudiendo asesorar a las administraciones sobre la correcta gestión de los efectos antropogénicos y del cambio climático”, ha añadido Moya. EFE