Cada vez se utiliza más la inteligencia artificial (IA) tanto para la vida cotidiana como para los trabajos. Es por eso que saber escribir mejores prompts, es decir consultas o pedidos a esta tecnología, puede ser fundamental: el resultado depende de ello.
Efectivamente, saber escribir consultas a la IA es muy importante. Es sabido que ser ambiguo en el pedido a la tecnología confunde los objetivos de esta y puede dar un trabajo menos preciso o con más falencias. En las palabras de ChatGPT, un prompt de mala calidad “puede influir directamente en la calidad del resultado que se obtiene”. Es por eso que muchos se preguntan las claves para hacerlo.
Cómo escribir mejores prompts para la inteligencia artificial
Las claves más importantes para escribir buenos prompts son:
- Especificar el tono, formato, estilo o intención que se busca. Por ejemplo, “un texto académico que sea de tono formal”.
- Especificar los objetivos. Por ejemplo, “para compartir a mis colegas de la oficina”.
- Delimitar el contexto. Por ejemplo, “Como si se tratara de una revista académica”.
- Ser preciso en el lenguaje del pedido. Es importante evitar el uso de lenguaje indirecto o ambigüedades.
- En lo posible, utilizar referencias.
El lenguaje importa
“‘Pedí algo simple y me respondió cualquier cosa’, es una frase común entre quienes prueban la IA por primera vez”, explica ChatGPT. “En la mayoría de los casos, la falla no está en el modelo, sino en el usuario. Las IA actuales no leen la mente: interpretan el lenguaje. Un prompt vago como ‘hacé una presentación’ puede disparar miles de variantes, mientras que una instrucción como ‘creá una presentación de 5 diapositivas para explicar la inflación argentina a estudiantes de secundaria’ guía con claridad y propósito, detalla la IA.
Además, el tono y el estilo también deben aclararse. La IA puede escribir en lenguaje académico, coloquial, técnico o literario, pero necesita saber cuál usar. Instrucciones como “usá un tono periodístico”, “que suene como una charla TED” o “con estilo narrativo” ayudan a moldear la salida deseada.
Contexto: el gran olvidado
Otro error habitual es dar instrucciones “sin ofrecer contexto”, explica ChatGPT. Pedir “ideas para un negocio” es distinto a solicitar “ideas para un negocio gastronómico en Palermo, con bajo presupuesto y orientación vegana”. “La IA funciona mejor cuando conoce el escenario sobre el que debe operar: público objetivo, ubicación, propósito y limitaciones», define la IA.
“En este sentido, los prompts más potentes no son necesariamente los más largos, sino los mejor informados. Un párrafo claro, con detalles bien pensados, puede superar en efectividad a una lista confusa de comandos», explica.
Repetir, ajustar, pulir
A diferencia de una búsqueda en Google, donde se espera una respuesta instantánea, trabajar con IA es un proceso interactivo. “Rara vez se logra un resultado óptimo al primer intento. Reescribir el prompt, agregar condiciones o pedir reformulaciones es parte del flujo natural de trabajo con inteligencia artificial», explica ChatGPT. “Lejos de ser una falla, esta iteración es una oportunidad de refinar objetivos y mejorar el resultado”.
En el intercambio, surgen respuestas más interesantes, precisas y útiles.