Cuando en medio de su autoexilio en Uruguay Susana Giménez decidió llevar a Punta del Este la obra Piel de Judas, que ya había realizado con gran éxito en la Avenida Corrientes, algo llamó la atención: la ausencia de Arturo Puig, que en la puesta porteña había cumplido el rol de director.
A partir de ese momento, comenzaron a surgir las versiones que indicaban que la amistad de décadas entre la conductora y el actor, que se forjó a fuerza de compartir éxitos como La mujer del año y Sugar, había entrado en una profunda crisis.
Siempre alejado de los escándalos, Puig mantuvo un caballeroso silencio hasta el año pasado. Es que, en 2024, la gran actriz Selva Alemán, su compañera de vida durante décadas, falleció, y su muerte causó una gran conmoción en el mundo del espectáculo.
Decenas de figuras se acercaron a despedir los restos de la actriz de Atreverse, pero la diva de los teléfonos brilló por su ausencia. Días más tarde, Giménez aseguró en una entrevista que se había comunicado con Puig y que las cosas entre ellos estaban muy bien. “Imaginate lo que fue Arturo para mí, estuvimos ocho años juntos, seguidos. Es como un hermano”, aseguró. De inmediato, sin mediar preguntas, explicó por qué no estuvo ni en el velatorio ni en el cementerio de la Chacarita. “No pude ir ese día porque tenía grabación. Fueron doce horas de grabación”, aclaró.
Susana dio, además, algunos detalles de lo que charló con Puig. “Le dije ´Artur, en cuanto se termine todo lo que tengo que hacer voy a darte un abrazo, quiero estar con vos’”, confesó, y explicó que él sabe cómo es el tema de las grabaciones y su trabajo. “Traté de calmarlo, de no hacerlo llorar. Le dije ´Sos un bendecido. Tuviste 50 años de amor con el amor de tu vida´. Y él me dijo: ´Sí, tenés razón. Fue el amor de mi vida´. Ya sé que llamó la atención mi ausencia, ¡obvio! Porque Arturo y Selva para mí son de mi familia. Pero no podía. Estaba en la AFA grabando. Y fueron 12 horas”, repitió la estrella.
Finalmente, las dos estrellas se reencontraron frente a las cámaras esta semana, en la gala organizada por Clarín y a pesar de que se los vio conversando cordialmente, Luis Bremer brindó este viernes en Desayuno Americano otra versión de los hechos.
“Él le cortó el rostro a ella. Susana Giménez se reencontró, luego de una larga distancia, con su amigo de cuarenta años, Arturo Puig. Eran muy amigos, pero Judas metió la cola ahí”, comenzó explicando el periodista. Y recordó: “¿Qué pasó? Montan la obra Piel de Judas en el teatro Lola Membrives. Es un exitazo, con lleno total todos los días. Arturo era el director, y cuando la llevan a Punta del Este, Susana dijo: ‘Podemos ahorrarnos unos pesitos si ponemos al asistente y no le garpamos la dirección a Arturo. Modificamos unas cositas a la puesta y listo’. Y eso hicieron“.
“A Puig se lo comunicaron por WhatsApp, ni siquiera lo invitaron a tomar un café”, continuó Bremer. Y Pamela David, la conductora del ciclo acotó: “Es un caballero, pero debería haberlos llevado a la justicia, porque seguro que ganaba”.
Y concretamente, sobre lo ocurrido esta semana, el periodista mostró un revelador video en el que se ve a Giménez y a Puig conversando. “¡Qué rápido todo! ¿Un año? ¿Un año Selva? Yo pensaba que hacían cuatro meses“, se la escucha decir a la conductora, refiriéndose al tiempo transcurrido desde la muerte de Alemán. “¡Qué bárbaro!“, continúa Giménez.
Puig, entonces, le cuenta que durante el tiempo transcurrido desde la última conversación que tuvieron, hace un año, él se mudó. “Sí, ya sé. Era muy grande la casa, llena de recuerdos”, le responde la diva de los teléfonos, antes de preguntarle al protagonista de Grande Pa! por su perro.
🔴 SUSANA GIMÉNEZ Y ARTURO PUIG: EL REENCUENTRO DE LOS EX AMIGOS@desayunook @PamelaDav pic.twitter.com/mXRNBNcqwJ
— América TV (@AmericaTV) September 5, 2025
A pesar de que en algún momento se los ve riendo nerviosos, la conversación no parecía fluir con naturalidad. Y luego de hablar sobre su perro, Puig dio por terminado el intercambio. “Chau, Artur. Te quiero mucho. Te felicito por los chicos”, se la escucha decir, mientras él se aleja.
“Ella le dice ‘te quiero, Artur” y él le dice ‘chau’. Cuando una persona pierde a su pareja de cincuenta años, ¿lo único que se te ocurre preguntarle es por el perro? ¿De verdad?“, reflexionó Bremer luego de ver el clip.