Un estudio científico realizado en España identificó los principales factores que influyen en la calidad de la relación entre gatos y sus dueños, según informó Newsweek. La investigación revela que existen elementos específicos capaces de fortalecer el vínculo entre felinos y humanos, desmintiendo la idea de que son animales distantes. Además, el estudio ofrece orientaciones útiles para mejorar la convivencia con estos animales.
La investigación, publicada en el Journal of Veterinary Behavior, es el primer análisis de este tipo realizado en el país. Para su desarrollo, los científicos encuestaron a 413 participantes utilizando la Escala de Relación Gato/Perro-Dueño (C/DORS), una herramienta orientada a medir la calidad del vínculo entre los dueños y sus animales de compañía.
De las 22 variables analizadas, 13 mostraron una influencia significativa, mientras que nueve no presentaron impacto relevante. La media de calidad del vínculo alcanzó 78,78 sobre 100, lo que indica una relación sólida entre los participantes y sus gatos, detalló Newsweek.
Factores clave en la relación con gatos domésticos
Entre los principales factores destacados se encuentran el estilo de vida del dueño, la raza del gato, el tiempo que el animal permanece solo, el tipo de vivienda, la presencia de problemas de comportamiento y la cantidad de gatos en el hogar. Los investigadores señalan que entender estos elementos puede ser decisivo para fortalecer el lazo con los felinos.
Uno de los hallazgos esenciales apunta a la capacidad de interpretar correctamente las señales emitidas por los gatos. Estos animales emplean la mirada, la posición de la cola y los maullidos para comunicarse con sus dueños. Las personas que logran comprender estos mensajes establecen vínculos más estrechos con sus mascotas. Identificar signos de dolor, miedo o estrés también puede favorecer una convivencia armoniosa.
El estudio diferencia entre gatos de raza pura y mestizos. Según los datos recogidos por Newsweek, los gatos de raza pura suelen mantener una relación más positiva con sus dueños, lo que se atribuye a comportamientos predecibles resultado de la cría selectiva y el seguimiento de su linaje. Estos animales tienden a ser más interactivos. Por su parte, los gatos mestizos destacan por su adaptabilidad y menor demanda de atención, lo que favorece su independencia.
Influencia de la adopción, convivencia y entorno en el vínculo felino
La forma de adquisición también influye en el vínculo. Los propietarios que adoptan o recogen gatos callejeros experimentan un mayor nivel de apego que quienes optan por la compra. Los autores sugieren que esto podría estar relacionado con la conexión emocional y el sentido de responsabilidad presentes en los casos de adopción.
El comportamiento del gato, especialmente en casos de agresividad, suciedad en el hogar o actividad nocturna excesiva, llega a afectar negativamente la relación. El efecto de estos comportamientos varía según la percepción y la capacidad de manejo del propietario, tal como señala el informe de Newsweek.
El tiempo dedicado a los gatos resulta esencial. El estudio indica que los animales que pasan menos de cuatro horas diarios solos disfrutan de relaciones de mayor calidad con sus humanos.
Asimismo, el tipo de vivienda es relevante: los gatos que viven en apartamentos suelen tener un vínculo más fuerte con sus dueños, posiblemente gracias a la mayor proximidad, el espacio compartido y la frecuencia de las interacciones, como dormir en la misma cama o compartir actividades. En estos hogares es común que los dueños compren más juguetes, permitan el acceso a objetos del hogar e incluso celebren cumpleaños de sus mascotas.
La convivencia con varios gatos puede favorecer la relación, ya que los felinos se sienten acompañados y los dueños tienden a involucrarse más en la interpretación de sus señales. Sin embargo, los investigadores advierten que compartir espacio con otras mascotas puede generar ansiedad o estrés en ciertos casos.
El estudio no halló diferencias significativas entre los gatos que viven exclusivamente en interiores y aquellos con acceso al exterior. Para fortalecer el vínculo, los autores recomiendan dedicar más tiempo a la convivencia, aprender a interpretar la comunicación felina y gestionar de forma adecuada los comportamientos no deseados, con el fin de evitar tensiones y mejorar la relación con estos animales.
Las 7 claves para mejorar la relación entre humanos y gatos
De acuerdo con el estudio publicado en Journal of Veterinary Behavior —recogido por Newsweek—, para mejorar la relación entre dueños y gatos es importante tener en cuenta:
- Reducir el tiempo que pasan solos: procurar que no exceda las 4 horas diarias sin compañía.
- Aprender su lenguaje corporal y vocal: interpretar miradas, posición de la cola, maullidos y señales de dolor, miedo o estrés.
- Favorecer la proximidad y la interacción: en espacios pequeños, como apartamentos, aprovechar la cercanía para compartir más momentos.
- Dedicar tiempo al juego y al enriquecimiento ambiental: ofrecer juguetes, rascadores y actividades que estimulen su curiosidad.
- Adoptar o rescatar cuando sea posible: este tipo de vínculo suele generar mayor apego emocional.
- Manejar de forma positiva los comportamientos no deseados: abordar la agresividad, la suciedad o la actividad nocturna con estrategias de modificación conductual, no castigos.
- Cuidar el entorno y la convivencia con otros animales: supervisar interacciones para evitar estrés o ansiedad en el gato.
En resumidas cuentas, el estudio identificó que la calidad del vínculo entre humanos y felinos depende de variables como el estilo de vida del dueño, la raza del gato, el tiempo que el animal pasa solo, el tipo de vivienda y la presencia de problemas de comportamiento. También influyen la cantidad de gatos en el hogar, la forma de adquisición —con un vínculo más fuerte en casos de adopción o rescate— y, especialmente, la capacidad del propietario para interpretar correctamente las señales que emite el animal, desde la posición de la cola hasta maullidos y gestos que revelan dolor o estrés.
Además, determinó que otros aspectos, aunque podrían parecer relevantes, no mostraron una relación estadísticamente significativa con la calidad de la relación. Entre ellos figuran la edad y el sexo del gato, el tiempo total de convivencia, la edad y el sexo del dueño, su nivel de estudios o su situación laboral.
Tampoco se observaron diferencias sustanciales entre los gatos que viven exclusivamente en interiores y aquellos con acceso al exterior, ni se detectó un impacto directo del tipo de alimentación en la fortaleza del vínculo.