El temor a los tiburones ha sido alimentado durante décadas por películas y relatos que los presentan como depredadores implacables, pero la realidad es más compleja y menos amenazante.
En el marco del estreno de Sharks Up Close With Bertie Gregory, de National Geographic, expertos y exploradores compartieron recomendaciones para nadar de forma segura con tiburones, desmontando mitos y resaltando la importancia del conocimiento y el respeto hacia estos animales.
Según National Geographic, la clave para una interacción segura reside en la preparación, la observación y la comprensión del comportamiento de los tiburones, más que en el miedo propagado por la cultura popular.
Una experiencia cercana en Sudáfrica: la visión de Bertie Gregory
Durante la filmación del programa, el explorador de National Geographic Bertie Gregory vivió lo que describió como su “inmersión favorita de todos los tiempos” en la cueva submarina Cathedral, ubicada en el arrecife Aliwal Shoal, en Sudáfrica.
En ese entorno, se encontró rodeado por hasta 40 tiburones ragged-tooth, una especie que puede alcanzar los tres metros de longitud y que, a simple vista, puede parecer intimidante por su boca repleta de dientes afilados.
A pesar de la apariencia de estos animales, Gregory aseguró no haber sentido miedo y manifestó que dicha emoción “proviene de la falta de comprensión”, según entrevistas recogidas por National Geographic. Asimismo, explicó que los dientes de los tiburones están diseñados para sujetar a sus presas, no para desgarrar, y que su tamaño corporal los lleva a buscar presas que puedan tragar enteras.
“Soy demasiado grande para caber en su garganta, así que no pueden masticarme”, afirmó. Incluso en el caso de los grandes tiburones blancos, Gregory sostuvo que los humanos no forman parte de su dieta habitual: “No estamos en su menú. Somos bajos en grasa y tenemos un sabor extraño”.
Los tiburones blancos adultos se alimentan principalmente de focas y leones marinos, animales con una alta concentración de grasa.
Estadísticas y realidades: los ataques de tiburón en perspectiva
La percepción de los tiburones como una amenaza constante para los humanos no se corresponde con los datos. De acuerdo con el International Shark Attack File, citado por National Geographic, en 2024 se registraron solo 47 mordeduras no provocadas de tiburón en todo el mundo. Estos incidentes son extremadamente poco frecuentes si se considera la cantidad de personas que ingresan al mar cada año.
Gregory explicó que, aunque los tiburones pueden actuar de manera impredecible, la mejor forma de evitar incidentes es comprender tanto las condiciones del entorno como el comportamiento de los animales.
Los expertos coinciden en que los humanos no son presas habituales y que, en la mayoría de los casos, los ataques ocurren por confusión, especialmente en aguas de baja visibilidad.
“Para cuando un tiburón grande ha dado una mordida de prueba y se da cuenta de que el humano no es comida, la víctima probablemente ya ha sufrido lesiones graves”, advirtió Gregory en declaraciones a National Geographic.
Consejos de seguridad: preparación y protocolos antes de entrar al agua
La científica especializada en tiburones Melissa Cristina Márquez, con más de diez años de experiencia buceando con estos animales, destacó a National Geographic la importancia de revisar cuidadosamente los factores ambientales antes de cada inmersión, sobre todo cuando se trata de especies de gran tamaño.
Márquez indicó que evita entrar al agua si detecta un rastro fuerte de cebo o restos de animales, excepto en contextos de investigación controlada. Para ella, los protocolos de seguridad incluyen trabajar con un equipo capacitado, seguir procedimientos definidos y utilizar una vara de seguridad que permita mantener una barrera con un tiburón excesivamente curioso.
El horario también es relevante. Los tiburones depredadores suelen cazar al amanecer y al anochecer, por lo que los profesionales evitan estos momentos, especialmente cuando el agua está turbia.
En ese sentido, Gregory señaló que, en condiciones de baja visibilidad, es más probable que un tiburón cometa errores de identificación. “Se trata de no darles la oportunidad de cometer un error”, precisó.
Interpretar el lenguaje corporal de los tiburones: señales de alerta
Comprender el lenguaje corporal de los tiburones permite anticipar su comportamiento. La ecóloga de comportamiento Lacey Williams, participante en el programa de National Geographic, explicó que estos animales emiten señales claras cuando se sienten incómodos o agitados. Entre ellas se incluyen movimientos bruscos, levantar la cabeza, bajar las aletas pectorales y arquear el lomo.
Márquez añadió que un movimiento exagerado de la cola, círculos cada vez más cerrados, golpes a objetos cercanos o múltiples acercamientos a corta distancia indican que es momento de salir del agua con calma y rapidez.
Williams recomendó mantener la serenidad, moverse despacio y evitar acciones abruptas. “Hay que tener un respeto saludable por lo que ese animal es capaz de hacer”, afirmó. También aconsejó mantener la cabeza en constante movimiento y no darle la espalda al tiburón, manteniendo contacto visual directo.
Como depredadores de emboscada, los tiburones son menos propensos a ver como presa a una persona que los observa directamente.
Precauciones esenciales: distancia, respeto y evitar imitaciones peligrosas
Aunque la cautela es comprensible, la mayoría de las especies de tiburones, como los martillo, shysharks o thresher sharks, suelen ser tímidas y evitan el contacto con buceadores.
Incluso en el caso de especies depredadoras como el tiburón tigre, tiburón toro o tiburón blanco, atacar representa un alto gasto energético y riesgo de lesión para el animal.
Márquez relató que suele mantenerse en posición vertical para parecer más grande y menos atractiva como presa, aunque comentó en tono humorístico que no está segura de la efectividad de la táctica dada su estatura.
Los expertos insisten en que todo encuentro debe respetar los términos del animal, evitando perseguirlo o acorralarlo. “Nadar con tiburones es un privilegio, no una hazaña para buscar emociones fuertes”, declaró Márquez a National Geographic.
Una regla básica es no intentar tocar a un tiburón. Williams recordó que “a ninguno de nosotros nos gusta que nos toquen sin nuestro consentimiento”, y lo mismo aplica para estos animales y otras especies.
También alertó sobre los riesgos de imitar contenidos difundidos en redes sociales, donde se muestra a personas interactuando de forma riesgosa con tiburones.
“La gente piensa que puede acercarse y tocarlos o montarlos, y eso está muy lejos de la realidad”, advirtió Williams, incluso respecto a especies consideradas dóciles.
Proteger a los tiburones: una prioridad frente a las amenazas humanas
Más allá de la preocupación por la seguridad humana, los expertos entrevistados por National Geographic destacaron que los tiburones enfrentan amenazas más graves debido a la acción humana. Gregory afirmó que la atención debería centrarse en la protección de estos animales, que sufren los efectos de la sobrepesca, la degradación de hábitats y la contaminación.
“Hemos pasado demasiado tiempo preocupándonos por los tiburones cuando deberíamos preocuparnos por ellos”, concluyó en el reportaje.