El armado del pesebre, junto con el árbol de Navidad, es una tradición arraigada en los hogares argentinos cada 8 de diciembre. Esta representación, que simboliza el nacimiento de Jesús, honra el lugar de origen del Mesías según los evangelios. Su historia se remonta al siglo XIII, cuando San Francisco de Asís inauguró la primera escenificación.
Este acto inicialmente involucraba un establo real y personas del pueblo recreando la escena con animales auténticos, una actividad denominada “crèche” (cuna en francés), que más tarde evolucionaría a las representaciones con figuras que conocemos hoy, tal como recuerda la Agencia Católica de Informaciones- ACI-Prensa.

Qué elementos integran un pesebre
Los elementos que integran el pesebre poseen un profundo simbolismo. El Niño Jesús es la figura central, encarnando al Hijo de Dios que trae luz y redención. La Virgen María representa la fidelidad, la pureza y el amor maternal, mientras que José, su padre, simboliza la fortaleza y la obediencia. Los tres Reyes Magos –Gaspar, Melchor y Baltasar–, que en un principio se ubican a cierta distancia y se acercarán el 6 de enero, encarnan la sabiduría y revelan la naturaleza divina del recién nacido a través de sus ofrendas. La Estrella de Belén es un faro de fe y esperanza que guía el camino de los cristianos. Finalmente, animales como la mula, el buey, gallinas, ovejas y cabras, son esenciales, evocando la humildad del lugar de nacimiento.
Cómo se arma el pesebre para la Navidad 2025
Para armar un pesebre que honre la tradición y sea estéticamente armonioso, hay que considerar los siguientes pasos:
El pesebre se ubica tradicionalmente cerca del árbol de Navidad, en un espacio visible del living, pero permitiendo suficiente sitio para los regalos en Nochebuena y el día de Reyes.

Es importante que el pesebre no obstaculice la visibilidad del árbol. Las figuras que lo componen deben mantener una escala similar entre sí para garantizar una composición equilibrada y sin desarmonías.
Existen varias opciones para crear el suelo: desde pasto artificial o natural hasta virutas de madera, comúnmente usadas para almacenar frutas. Otra alternativa es utilizar arena para recrear el paisaje desértico de Belén.
La casa del pesebre, generalmente una estructura de madera, plástico o material similar con techo a dos aguas, ofrece un lienzo para la creatividad. Es posible adquirirla o, para un toque más personal, construirla a mano.

Se recomienda respetar la jerarquía de los personajes. El Niño Jesús debe ocupar el centro, flanqueado por la Virgen María y José. Los Reyes Magos se colocan a una distancia prudente, orientados hacia el Niño. Los animales y otras figuras secundarias forman una tercera línea.
Se pueden emplear las mismas guirnaldas lumínicas del árbol de Navidad. Es fundamental destacar una luz que represente la Estrella de Belén. Por seguridad, se desaconseja totalmente el uso de velas para prevenir riesgos de incendio.
