Cómo volver a conciliar el sueño tras despertarte entre las 3 y las 4 de la madrugada: “Es fundamental entender que no dormimos igual durante toda la noche”

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Un hombre durmiendo (AdobeStock)

Si alguna vez te has acostado con sueño y, sin motivo aparente, te has despertado a las tres o cuatro de la madrugada, no eres el único. Este fenómeno es más común de lo que parece, sobre todo a medida que vamos cumpliendo años.

La doctora Odile Romero, jefa de la sección de neurofisiología de la Unidad del Sueño del Hospital Vall d’Hebrón y miembro del grupo de trabajo de insomnio de la Sociedad Española del Sueño, explica que no se trata necesariamente de insomnio, sino de cómo funciona nuestro ciclo de sueño.

Dormir es una función vital, igual que respirar, digerir o mantener el ritmo cardíaco. Es fundamental entender que no dormimos igual durante toda la noche”, apunta Romero.

Los dos procesos que regulan nuestro sueño

Persona que no puede dormir (crédito Freepik)

La especialista detalla que existen dos procesos principales que regulan nuestro descanso. El primero es el proceso circadiano, que establece nuestro ciclo natural de vigilia y sueño. Somos seres diurnos, por lo que nos resulta más fácil mantenernos despiertos durante el día y dormir por la noche.

El segundo es el proceso homeostático, que empieza desde el momento en que despertamos: “nuestro cuerpo acumula necesidad de dormir con el paso de las horas, como si un vaso se llenara poco a poco”, explica la experta.

“Cuando nos despertamos en mitad de la noche, normalmente hemos completado uno o dos ciclos de sueño, que incluyen fases de sueño lento superficial, sueño lento profundo y sueño REM. Las dos primeras reparan el cansancio físico, mientras que la REM restaura la memoria y la actividad intelectual”, explica Romero.

Despertares nocturnos: la fragilidad del sueño con la edad

El primer ciclo de sueño dura alrededor de tres horas. Al finalizarlo, nuestro nivel de alerta aumenta y el cuerpo se vuelve más sensible a los estímulos, lo que explica que muchas personas se despierten sin motivo aparente.

“A medida que envejecemos, necesitamos dormir menos y nuestro sueño se vuelve más frágil. Si nos ponemos nerviosos por habernos despertado, será aún más difícil conciliarlo de nuevo”, asegura la doctora. El estrés, la ansiedad o la preocupación por no dormir lo suficiente solo refuerzan el problema.

Consejos para retomar el sueño

Afortunadamente, existen estrategias sencillas para volver a dormir: Evitar mirar el reloj y obsesionarse con la hora, no usar dispositivos electrónicos que activen la mente, practicar respiración diafragmática para relajarse, dar un pequeño paseo por casa o incluso cambiar de habitación si es necesario.

Romero recuerda que la clave está en no preocuparse demasiado y permitir que el cuerpo vuelva a entrar en su ciclo natural.

Dormir menos no significa dormir mal

Despertarse durante la noche no es un signo de mala salud. Forma parte de cómo nuestro cuerpo regula el sueño y se vuelve más frecuente con la edad. Entender estos ciclos y adoptar hábitos saludables puede ayudar a que los despertares nocturnos sean menos frecuentes y, sobre todo, que podamos retomar el sueño de forma rápida y natural.

La conclusión es que a medida que nos vamos haciendo mayores, necesitamos dormir menos y aumenta la fragilidad de nuestro sueño.

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