Rubia Daniels, una brasileña de 54 años (49 al momento de su primera compra), residente en San Francisco, California, se convirtió en una de las protagonistas más destacadas del programa de casas por 1 euro en Mussomeli, un pequeño pueblo de Sicilia, Italia. En julio de 2019, tras leer sobre la propuesta en internet, tomó una decisión impulsiva pero decidida: “Investigué y en tres días tenía mi billete de avión, un coche de alquiler, el hotel y me fui”, contó en una entrevista con Business Insider.
Daniels dijo que la ciudad siciliana le recordó a su infancia en las afueras de Brasilia. “La gente era súper acogedora y todo el mundo quería tomarse un café conmigo”, afirmó. La conexión fue inmediata: “Los agentes inmobiliarios me acogieron como a una hermana”. Este vínculo humano, unido a su compromiso con la sustentabilidad, motivó su interés por restaurar casas abandonadas en vez de construir nuevas: “Tenemos que dejar de construir y empezar a remodelar las cosas que ya existen”.
El verdadero costo de una casa de un euro
A pesar del bajo precio simbólico de 1 euro (1,13 USD aproximadamente), Daniels pronto comprendió que el valor real de la inversión era mucho más alto. “No fue tan económico como parecía”, admitió. Según explicó al medio El Popular, por cada vivienda debió pagar 5.000 euros (5.500 USD), incluyendo tasas, comisiones y escritura. Además, se le exigió renovar las propiedades en un plazo máximo de tres años.
También declaró a CNBC que cada compra incluyó “500 euros (USD 550) por la inmobiliaria y 2.800 euros (3.080 USD) por la escritura”, lo que totalizaba 3.301 euros (USD 3.630) por propiedad. El programa también impone otras condiciones: conservar la fachada original y realizar renovaciones estructurales importantes para hacer habitables las casas, muchas de ellas en estado ruinoso.
Una inversión creciente
La primera vivienda de Daniels ya implicó un gasto de 12.000 dólares, y estimó que requeriría otros 20.000 dólares para hacer habitables las siguientes dos propiedades. “Si te venden una casa a un euro, es porque tienes que arreglarla”, advirtió a quienes sueñan con comprar casas en Italia.
En diálogo con CNBC, detalló que su casa de vacaciones demandó 35.000 dólares en reformas. Entre las obras realizadas, mencionó una cocina nueva, acabados de mármol, paredes de piedra restauradas y hasta una chimenea en el baño.
Planes a largo plazo
Cada una de las tres casas tiene un destino específico: “En la que estoy trabajando ahora pienso convertirla en una galería de arte. Otra será para quedarme yo. Y la tercera casa, que será mi mayor proyecto, quiero convertirla en un centro de bienestar para devolverlo a la comunidad”, afirmó a Business Insider.
Más adelante, Daniels extendió su inversión a seis propiedades, tres de ellas pensadas para su hija y sus tías, Marilu Ferreira (70 años) y Marua Fátima (82 años), quienes planean retirarse en Sicilia. “Compramos las seis en abril de 2019. En junio, hice todos los trámites y obtuve las escrituras ese mismo verano”, explicó en una nota publicada por The Mirror.
Daniels prioriza el uso de materiales locales en todas sus remodelaciones. “Todos los muebles son de origen local; todo es de ese pueblito: la cocina, el suelo, los espejos, el baño y el lavabo”, dijo. En su visión, mantener el alma del lugar es tan importante como renovar las estructuras: “Queríamos hacerlo pensando en la comunidad. Nos encanta este lugar; es mucho más bonito que California”.
Consejos para quienes sueñan con el “sueño italiano”
Daniels sugiere visitar los inmuebles en persona, sin dejarse llevar por publicaciones en internet. Recomendó investigar a fondo el proceso de compra y restauración antes de comprometerse. También mencionó que es clave estar preparado para actuar con rapidez: “Hay personas que buscan estas casas y tienen que estar preparados, así que es mejor asegurarse de tener opciones“.
La experiencia de Rubia Daniels no es un caso aislado. El programa en Mussomeli ha vendido más de 100 viviendas por 1 euro, además de unas 200 casas premium por alrededor de 5.000 euros (USD 5500), según declaró Toti Nigrelli, teniente de alcalde de Mussomeli, a CNBC. “Decenas de miles de solicitudes llegaron inmediatamente tras el lanzamiento del sitio en 2017”, agregó.
En consecuencia, la ciudad experimentó un aumento del 3000 % en el turismo en su primer año de implementación del programa. La demanda ha generado un alza del 100 % en los precios de las viviendas, aunque el 90 % de los locales ya son propietarios y el impacto fue menor sobre ellos
Actualmente, Rubia Daniels divide su vida entre San Francisco y Mussomeli, donde pasa al menos un mes al año. Con vistas a su jubilación, espera pasar más tiempo en Sicilia. “Aquí la gente consume mucho alcohol, nicotina y carbohidratos, y vive más que en la mayoría de los lugares, creo que se debe a que el nivel de estrés es tan bajo y a que la comunidad es tan activa”, explicó en CNBC.