La inseguridad ciudadana vuelve a sacudir las calles de Lince luego que un delincuente, que se desplazaba en moto, no dudara en arrebatar un celular a plena luz del día, sin importarle la presencia de numerosos transeúntes ni que su víctima estuviera acompañada. El cruce de las avenidas Risso y Arequipa fue testigo de la frustración y el temor de una joven que tuvo su teléfono brutalmente robado mientras lo sostenía en la mano.
El responsable, identificado como Ricardo Daniel Pantoja García, ciudadano venezolano, vestía un chaleco reglamentario para para pasar desapercibido entre la multitud y escapar con mayor facilidad. Según atestiguaron las cámaras de vigilancia del distrito, el hampón se lanzó al arrebato sin medir riesgos, llegando incluso a casi atropellar a un hombre que intentaba cruzar la pista durante su huida.
A pesar del atrevimiento y la rapidez con la que ejecutó el robo, la red de cámaras de seguridad de la Municipalidad de Lince permitió seguir cada paso del delincuente. Los agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP), alertados y guiados por la vigilancia remota, lograron capturarlo en flagrancia pocos minutos después del hecho.
Durante su detención, Pantoja García intentó justificar sus acciones alegando su situación personal. “Tengo familia, tengo hijos”, expresó ante las autoridades, buscando quizá atenuar el peso de sus actos.
Sin embargo, esta no es la primera vez que recurre a este tipo de delitos. El sujeto antecedentes en distritos como La Molina y San Isidro, donde empleaba el mismo modus operandi: merodear por zonas transitadas, esperar el descuido de personas a pie y fingir ser repartidor para robar celulares y darse a la fuga.
A pesar de sus antecedentes, Pantoja García había logrado permanecer en libertad tras anteriores detenciones, lo que genera preocupación entre los vecinos y deja en evidencia la sensación de impunidad que aún persiste en las calles de la capital. La víctima de robo espera que esta vez el ladrón quede tras las rejas por un buen tiempo.
Otro caso similar
Pese a la obligatoriedad del uso de chalecos reflectivos con número de placa para motociclistas, la delincuencia sigue avanzando y utilizando este tipo de vehículos para cometer robos. La medida, impulsada por el Gobierno de Dina Boluarte como estrategia para facilitar la identificación de conductores, ha mostrado serias limitaciones y ha abierto nuevos cuestionamientos en torno a su efectividad.
Desde su implementación, ciudadanos han reportado múltiples fallas en la aplicación de esta norma. Aunque el objetivo era disuadir a los delincuentes y facilitar su rastreo, muchos de los chalecos portan placas falsas, difíciles de leer o, incluso, pertenecientes a vehículos ya transferidos informalmente, lo que entorpece las investigaciones.
Un reciente caso en el distrito de Surco ilustra el problema. Al momento de rastrear la identidad del dueño de la motocicleta, se pudo conocer que él ya la había vendido hace más de una semana y que enRegistros Públicos, pero aún no se hacía oficial la transferencia de la propiedad.
“La moto dejó de pertenecerme el13 de mayo, que es el día que hice la transferencia. Ya han pasado más de 10 días, que es el plazo que me ha dado la notaría para que figure a nombre de la otra persona, pero todavía no se ha cumplido, por esa razón todavía figura a mi nombre a pesar de que hace más de una semana he vendido el vehículo (…) Otra cosa que me he percatado en el video es que la moto original es gris y la moto se ve que está pintado de negro”, declaró a Latina