SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El 28 de marzo pasado, Konstantin Rudnev, creador de la secta Ashram Shambala, fue detenido, junto a otras personas, en el aeropuerto de esta ciudad. El caso del ruso acusado de ser el líder de una organización criminal transnacional de carácter coercitivo vuelve a tomar por estos días estado mediático luego de que su abogado defensor y algunas de las mujeres acusadas –incluida la esposa del gurú– advirtieran sobre irregularidades en el proceso. Afirman que Rudnev está preso porque es opositor a Vladimir Putin, el presidente de la Federación Rusa.
El abogado Carlos Broitman –que ha defendido en otros casos de fuerte impacto a Eduardo y Gustavo Juliá, Ibar Pérez Corradi, Matías Garfunkel y Mariana Nannis– tomó la representación de Rudnev, preso en el penal federal de Rawson y acusado de liderar la organización que, con fines de trata sexual y reducción a la servidumbre, captó a una embarazada de 22 años traída desde Rusia que el 21 de marzo dio a luz a un bebé en un hospital de Bariloche.
Broitman, que también defiende a 16 mujeres extranjeras detenidas junto a Rudnev, sostuvo que no hay pruebas sólidas en la causa: “Hace siete meses que no presentan una prueba nueva relacionada con el objeto procesal en jurisdicción argentina. Nos quieren planchar la causa, que se vaya disipando”.
En diálogo con El Cordillerano, Belyakova Nadezhda, una de las mujeres rusas acusadas (que, como el resto, continúa sometida al proceso en libertad, aunque tiene prohibido salir del país), afirmó: “Los calabozos eran muy chicos, tenían solo una cama de piedra, todo estaba oscuro, sin lugar para nada. Nos sacaron la ropa y nos hicieron abrir las piernas”.
A casi siete meses de la noticia de la detención de Rudnev y de varios seguidores del culto que creó hace más de 30 años en Siberia, la estrategia de la defensa está centrada en mediatizar el caso. Incluso denunciaron a la Fiscalía e intentaron una recusación, aunque fue rechazada.
Sin embargo, desde la Sede Fiscal Descentralizada de Bariloche, a cargo del fiscal general Fernando Arrigo, afirmaron a LA NACION que se consolidan las pruebas para demostrar el delito de trata de personas con fines de explotación agravada (porque la víctima se encontraba embarazada, porque en la comisión del delito participaron más de tres personas y porque se logró consumar la explotación de la víctima).
“Tarifa a acordar”
El caso, que se inició a raíz de la denuncia del personal médico del hospital zonal de Bariloche (que alertó sobre el estado de sometimiento que una paciente embarazada de nacionalidad rusa padecía por parte de sus acompañantes) parece haber entrado en una nueva fase.
En las últimas semanas, diversos periodistas locales fueron contactados a través de mensajes privados en sus redes sociales: distintas cuentas de personas que supuestamente forman parte de “un equipo internacional de comunicación” ofrecían colaboraciones pagadas, por una tarifa a acordar. El objetivo era publicar en los medios artículos previamente escritos, así como videos sobre Rudnev.
Asimismo, en las últimas semanas empezaron a aparecer cuentas en Instagram y YouTube supuestamente abiertas por algunas de las mujeres imputadas en la causa. Con herramientas potenciadas con inteligencia artificial, allí se comparten fotos y videos. “Me detuvieron en plena calle. Sin explicación. Imaginá esto: vas caminando por una calle hermosa en Bariloche, con tu café y una bolsa de compras. El sol, las montañas, la paz. Y de repente, dos tipos de civil: ‘Está detenida’. Sin razón, sin traductor, sin dejarme llamar a nadie. Me metieron en un auto como si fuera una criminal. No sabía que, en pocas horas, iba a caer en un infierno que ni las películas se animan a mostrar”, publicó esta semana una mujer identificada como Lada Muur. En su posteo más reciente incluye hashtags como “JusticiaParaKonstantin”, “PresoInocente” y “LibertadYA”.
Asimismo, hace menos de un mes se creó en la red Instagram el usuario “Rudnev el caso”, a través del que se busca exponer las “mentiras repetidas”. Allí se afirma que Rudnev es “víctima del sistema y de los medios”.
Con videos en los que se lo ve al líder de la secta paseando por las montañas en Bariloche, en la cuenta se lee: “La luz de la bondad nunca se apaga. Aunque la injusticia intente romper el espíritu, un corazón puro como el de Konstantin Rudnev siempre brilla más fuerte. ¿Te unes a mantener viva esta luz?”.
También se comparten allí videos de Tamara Saburova, otra de las imputadas (declaró el lunes pasado) y esposa de Rudnev. En un video filmado frente a la cárcel de Rawson, Saburova asegura que su marido “no ha hecho nada malo” y que lo metieron en la cárcel “sin ninguna prueba, sin ninguna acusación, solo porque los fiscales decidieron hacerse un nombre a costa de él”. Agrega que Rudnev “está gravemente enfermo” y que le dan medicamentos que “lo hacen desmayarse y perder la conciencia”.
Un video del abogado Broitman también aparece en esa cuenta de Instagram. El defensor señala que Rudnev es inocente y que fue víctima del sistema judicial: “Personas que nada malo han hecho están involucradas en una causa por una hipótesis traída por inescrupulosos que han mentido”. Según Broitman, una enfermera del hospital de Bariloche admitió haber mentido porque sospechó que se trataba de un alquiler de vientre.
De todos modos, la investigación avanza y la fiscalía tiene hasta abril de 2026 para recolectar pruebas que establezcan y acrediten la participación de los imputados. Varios testimonios indican que cuando la joven víctima dio a luz en el hospital zonal, una de esas mujeres imputadas intentó modificar la partida de nacimiento para anotar al recién nacido como hijo de Rudnev.
El fiscal Arrigo sostuvo que, con la maniobra que involucró a la víctima embarazada y a su hijo, el supuesto líder de la organización intentaba obtener la nacionalidad argentina para posteriormente pedir la residencia brasileña y, de esa forma, poder vivir de manera permanente o temporaria en estos dos países, donde la organización aparentemente estaba consolidando su asentamiento.
En Rusia, Rudnev fue condenado a 11 años de prisión por abuso sexual y luego huyó de la República Montenegrina, donde era buscado desde el 9 de octubre del año pasado. En ese mismo mes el grupo se instaló en Bariloche con la fachada de un espacio espiritual y de práctica de yoga.
“Una persona común podría pensar que es un imbécil gordo, feo y aterrador. Pero este imbécil ha creado una secta totalitaria mundial que sigue trabajando y ha generado mucho dinero durante más de 30 años. Es un maestro de la mentira, el engaño, la manipulación y la reencarnación”, advirtió desde la ciudad de Krasnodar Svetlana, una mujer que estuvo dos años dentro de la secta en Rusia y que es actualmente una portavoz de las denuncias contra Rudnev y su organización.