En medio de las discusiones sobre los posibles aspirantes presidenciales para las elecciones de 2026, el concejal de Bogotá por el Centro Democrático Humberto Papo Amín propuso públicamente a Tomás Uribe Moreno, hijo del expresidente Álvaro Uribe Vélez, como candidato del partido a la Presidencia de la República.
La propuesta se dio tras una sugerencia del concejal de Medellín Sebastián López, quien planteó que Tomás Uribe podría acompañar una fórmula como aspirante a la vicepresidencia.
Sin embargo, Amín fue mucho más allá y consideró que su nombre debe estar al frente del tarjetón presidencial.
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Según expresó Amín: “Tomás Uribe tiene todas las capacidades para ser presidente de Colombia. Ha crecido en una familia que entiende el valor de trabajar por el país y ha demostrado su preparación a través de su destacada gestión empresarial”.
Para el concejal del Centro Democrático, Tomás Uribe representa una figura con la experiencia profesional y el respaldo ideológico necesarios para asumir las riendas del uribismo en un momento que considera decisivo para el país. Amín también criticó la supuesta injerencia del presidente Gustavo Petro en los procesos judiciales que involucran al expresidente Uribe.
El concejal manifestó: “No podemos permitir que Petro interfiera en las decisiones judiciales. Es evidente la persecución política contra el presidente Uribe, y el nombramiento de Eduardo Montealegre como ministro de Justicia, conocido opositor de Uribe, es una clara muestra de ello”.
En ese sentido, Amín aseguró que Tomás Uribe representa “la persona más genuina” para liderar al Centro Democrático hacia una nueva etapa política, añadiendo que su figura podría canalizar la energía del electorado uribista frente a un escenario político polarizado.
“La democracia está en riesgo, y el fervor del uribismo está más vivo que nunca. Tomás es el indicado para llevarnos a la victoria”, concluyó el concejal, insistiendo en la necesidad de consolidar una candidatura fuerte desde su colectividad.
Hasta el momento, Tomás Uribe no ha respondido oficialmente a esta propuesta.
Tomás Uribe señaló que hay persecución política en el juicio de su padre Álvaro Uribe Vélez
El próximo 28 de julio de 2025, la jueza Sandra Liliana Heredia dará a conocer si el expresidente Álvaro Uribe Vélez es condenado o absuelto por los delitos de fraude procesal, soborno a testigos y soborno en actuación penal. Mientras se acerca el veredicto, Tomás Uribe, hijo del exmandatario, ha hecho públicas sus preocupaciones y denuncias a través de su cuenta en X, donde calificó el proceso judicial como una forma de persecución política.
“Está en juego la democracia”, afirmó Tomás Uribe. En su publicación, el hijo del expresidente llamó a que el caso sea discutido en espacios públicos y académicos: “La mejor manera de lograr un juicio justo es que se debata el caso en foros académicos, en el trabajo, en la familia”.
Tomás Uribe compartió un documento con cuatro puntos en los que argumentó presuntas irregularidades. En el primero, titulado “Lawfare contra Uribe”, sostiene que se trata de una acción política iniciada durante el gobierno de Juan Manuel Santos y que continúa bajo la administración de Gustavo Petro. Señaló que las pruebas presentadas estarían “contaminadas” y que la motivación del caso tiene un trasfondo ideológico.
El segundo punto apunta a una supuesta persecución por parte de figuras políticas como Eduardo Montealegre e Iván Cepeda. Tomás Uribe los relacionó con el origen de la acusación y los calificó como actores influyentes en el actual gobierno y en el proceso judicial.
Respecto a las pruebas, Tomás Uribe denunció que el proceso se sustenta en grabaciones manipuladas y testimonios desacreditados. Mencionó que una grabación entregada por el testigo Juan Guillermo Monsalve habría sido editada, según peritajes de la Fiscalía, y que otras pruebas provendrían de interceptaciones telefónicas obtenidas de manera ilegal.
Finalmente, aseguró que el proceso busca impedir la participación política de su padre: “Él es el único líder que puede unir a la oposición democrática. Petro y Santos buscan neutralizarlo judicialmente antes de 2026”.
La defensa del expresidente insiste en que Álvaro Uribe nunca ordenó sobornos y que su interés era que los testigos dijeran la verdad.