Este sábado 27 de septiembre de 2025, el Zócalo capitalino se convertirá en un enorme escenario musical gratuito que promete congregar a miles de personas para rendir homenaje a compositores mexicanos y difundir la música entre todas las generaciones.
El espectáculo iniciará puntualmente a las 16:00 horas bajo una producción de gran escala, con 2 mil 600 músicos en escena. Entre ellos estarán niñas, niños, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad provenientes de talleres de música de los Puntos de Innovación, Libertad, Arte, Educación y Saberes (Pilares), así como de orquestas comunitarias, escuelas artísticas y el Coro de la Ciudad de México.
La dirección musical estará a cargo de diez batutas, quienes guiarán un repertorio ecléctico que va desde Beethoven y Johann Strauss hasta piezas populares modernas.
Reparto musical para todos los gustos
Los asistentes podrán escuchar desde “El Himno de la Alegría” hasta éxitos como Nunca es suficiente de Natalia Lafourcade y Los Ángeles Azules, “Kumbala” de la Maldita Vecindad, “Viva la vida” de Coldplay, e incluso la “Habanera” de Carmen.
Se recomienda llegar con antelación para tomar un buen lugar dentro del Zócalo y poder disfrutar de cada interpretación sin obstáculos. El programa también incluye la participación de estudiantes artistas del programa “Do Re Mi Fa Sol en mi Escuela”, con presencia de más de 500 planteles públicos de la Ciudad de México.
Las autoridades prevén que, como sucede en eventos de esta magnitud en la Plaza de la Constitución, el flujo peatonal aumente con anterioridad al show, por lo que habrá dispositivos de seguridad y acceso controlado. Aunque el concierto es gratuito, la logística requiere coordinación puntual: los asistentes deberán seguir las indicaciones del personal para ingresar, ubicar zonas de espectadores y garantizar una experiencia segura.
Además del valor artístico, el concierto se plantea como una celebración social y cultural: una oportunidad para que la música comunitaria, tradicional y popular se encuentre con el gran público en un espacio simbólico de la ciudad. Es un gesto que subraya el derecho a la cultura como patrimonio colectivo.