PARÍS.– París vivió este domingo un aire de campaña electoral, con la primera jornada de movilización de la extrema derecha de la Reunión Nacional (RN) y sus movimientos afines, contra la condena de Marine Le Pen a cinco años de inhabilitación inmediata, que podría comprometer su candidatura a la presidencial de 2027. Por su parte, ecologistas y extrema izquierda manifestaron para “defender el Estado de derecho”, mientras que —coincidencias de calendario— Renacimiento, el partido de Emmanuel Macron, organizó su gran cita de primavera, que terminó convertida en un acto anti-RN.
La convocatoria no consiguió convencer a muchos. Apenas unas 7000 personas —10.000 según los organizadores— asistieron a la manifestación de la Reunión Nacional, organizada en la plaza de los Inválidos, en pleno corazón de París, contrariando las esperanzas del movimiento de realizar una demostración de fuerza ante una decisión de los “jueces rojos”, según las palabras de Jordan Bardella, el presidente del partido.
En su intervención, Marine Le Pen fue fiel a la estrategia decidida por el FN: la victimización.
“No se trata de justicia. Esto se llama cacería de brujas”, afirmó. “Si bien el origen de este proceso fue político, la audiencia de una parcialidad asombrosa también lo fue, al igual que la instrucción, confiada a una magistrada sindical, así como el alegato”, dijo la presidenta del bloque FN en la Asamblea, a pesar de que su movimiento niega acusar a la justicia de deshonestidad.
“Esto no fue una decisión judicial. Es una decisión política”, repitió, ignorando en forma olímpica que los jueces no hicieron más que aplicar en forma rigurosa la ley, tal como la votó el Parlamento, que estableció no hace mucho exigir la “obligatoriedad” de la inhabilitación para delitos de desvío de fondos públicos, cuando antes era solo “opcional”.
Pasando también por alto que 49% de los franceses consideran que fue sometida a un juicio justo y a una condena acorde, Le Pen continuó sus ataques contra los jueces:
“Esta decisión política ha pisoteado el Estado de derecho, pero también la democracia”, se lamentó, asegurando que luchará hasta el final.
“Desde mi más tierna edad conozco las presiones y las injusticias de la política, la brutalidad y la violencia. Conozco las heridas, pero no el abandono. Conozco los sufrimientos, pero no conozco la desesperanza. Conozco el ultraje, pero no el renunciamiento”, aseguró la hija del fundador del ex Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen.
Debout, pour la justice, pour le peuple et pour la France ! ❤️ pic.twitter.com/5AvzP8luL5
— Marine Le Pen (@MLP_officiel) April 6, 2025
Identificando a “la injusticia que la azota” con las que padece “el pueblo de Francia”, Marine Le Pen agregó: (Ustedes y nosotros) “compartimos el horror por la injusticia y la parcialidad. Y podemos comprenderlos. Ustedes, el pueblo de Francia, que padece cada día su parte de denigración, injusticia e inseguridad. Y, sin embargo, ustedes permanecen irreductibles”, alegó. “Lo que nos une es el amor por Francia. Por nuestro pueblo, pero también la idea de lo que es verdadero y justo”, concluyó.
Durante el acto en los Inválidos, la líder del movimiento de extrema derecha recibió el apoyo a distancia de todos sus homólogos de las derechas radicales de Europa, mensajes precedidos por declaraciones similares de Donald Trump (“¡Liberen a Marine!”) y de su vicepresidente, J.D. Vance. Respondiendo a una video-llamada de los congresistas de la Liga Italiana, el partido anti-inmigración de Matteo Salvini, aseguró:
“Nuestro combate será pacífico, democrático. Tomaremos el ejemplo de Martin Luther King, que defendió los derechos cívicos”, pues “son ellos los que están siendo cuestionados en Francia”, olvidando que ella fue una de las primeras en reclamar la inhabilitación inmediata para todo cargo electivo, cuando se trató de juzgar a personalidades políticas de otros partidos.
🇫🇷 Mon message de soutien à @MLP_officiel et au grand Peuple du @RNational_off qui s’est réuni aujourd’hui à Paris pour défendre la démocratie et l’État de droit.
Forza Marine!#JeSoutiensMarine#SauvonslaDémocratie pic.twitter.com/dkqox9qKgQ— Matteo Salvini (@matteosalvinimi) April 6, 2025
La extrema izquierda de Los Insumisos (LFI) y los ecologistas se reunían en el mismo momento en la Plaza de la República de la capital, para denunciar los ataques al “Estado de derecho” de la extrema derecha. Tras intensas tratativas, ni el Partido Socialista (PS) ni el Partido Comunista Francés (PCF) decidieron participar, para no dar un tinte político a la decisión judicial.
El coordinador de LFI, Manuel Bompard, estimó que el RN muestra en este momento “su verdadera cara”, la de un partido “peligroso para la democracia”.
“No basta ponerse corbata en la Asamblea Nacional. La extrema derecha es un partido peligroso para la democracia y para el Estado de derecho. Es un partido violento que amenaza, incluidos los jueces, cuando las decisiones tomadas por la justicia no les convienen”, dijo.
Convocados desde hacía tiempo, los simpatizantes del partido fundado por Emmanuel Macron, Renacimiento, se dieron cita en el suburbio parisino de Saint-Denis. Su joven presidente, el ex primer ministro Gabriel Attal, aprovechó la ocasión para dejar en claro su enfrentamiento con la extrema derecha. Según sus colaboradores, Renacimiento debe ser “una fuerza de resistencia. Es la ocasión de volver a colocar al partido en ese espacio liberal y progresista, proeuropeo, apegado a la democracia liberal”.
“En medio de toda esta locura, de la histeria colectiva que parece apoderarse de todo, en medio de los insultos, las amenazas, los odios, los populismos, nuestra ambición es clara: ser un punto de referencia”, clamó el ex primer ministro de 36 años.
Enseguida, Attal centró su discurso en la condena de Marine Le Pen, recordando que fue el resultado de diez años de investigación y de proceso judicial.
“Marine Le Pen y la Reunión Nacional fueron reconocidos culpables después de haber desviado varios millones de euros de nuestros impuestos (en el parlamento europeo)”, dijo.
“El que roba, paga. Sobre todo cuando se es un responsable político”, asestó.
Para terminar, Gabriel Attal reaccionó enérgicamente a la comparación que hiciera Marine Le Pen durante su intervención entre su situación y la del ex opositor ruso Alexei Navalny, muerto en la cárcel en circunstancias inexplicadas:
“Madame Le Pen, usted no es Alexei Navalny. ¡Usted es uno de los peones de su verdugo!”, dijo, en clara alusión a los estrechos lazos que mantiene la líder del RN con Vladimir Putin.