Mérida, 7 may (EFE).- El Juzgado de lo Penal 1 de Badajoz ha condenado a un hombre a abonar 7.700 euros a una familia gitana por dos delitos de coacciones, con la circunstancia agravante de racismo, por hostigarla durante seis años con gritos, denuncias, pintadas y reclamaciones de una deuda inexistente.
Los hechos denunciados comenzaron desde que la familia gitana, un matrimonio y sus dos hijos menores de edad, llegó al vecindario en 2014 y se agravaron durante la época de la pandemia, han informado fuentes de la Fundación Secretariado Gitano, entidad que denunció los hechos en 2020 ante la Fiscalía y que ejerció la acusación.
Según la sentencia, de la que informa la propia Fundación, el ahora condenado, sólo un día después de que la familia llegara a la vivienda, tocó el timbre de la vivienda para pedirles el contrato de alquiler «sin tener ningún derecho a ello».
Posteriormente, comenzó a llamar constantemente a la Policía para denunciarles por ruidos, «sin que los agentes les multaran en ninguna situación, pues los ruidos eran inexistentes».
En otras ocasiones, el ahora condenado exigía a gritos a la mujer que «educara mejor a sus hijos y les reclamaba una supuesta deuda con la comunidad, la cual no tenían».
Además, en una ocasión trató de impedir que la mujer utilizara el ascensor del inmueble porque «no era digna de su uso» y que «lo que tenía que hacer -añaden las mismas fuentes en el relato de la sentencia- era limpiar las zonas comunes para saldar la deuda».
El acoso fue a más y un día la familia encontró su vehículo con una pintada con la frase: “gitano paga o vete».
De la mano de la Fundación Secretariado Gitano, la familia denunció los hechos ante la Fiscalía.
En su sentencia, el Juzgado pacense impone una multa por los delitos de 5.700 euros y añade 2.000 euros más por responsabilidad civil.
A juicio de esta entidad, según se recoge en una nota de prensa, se trata de una situación que no es aislada y que «desgraciadamente sufren muchas familias gitanas en las comunidades vecinales». EFE