El sol, la playa y la piscina son sinónimos indiscutibles de verano. Y, con ellos, llegan los grandes desafíos de los meses más cálidos: mantener nuestro cabello sano y brillante a pesar de todos estos condicionantes. Y es que el calor, la exposición solar y el cloro debilitan nuestra melena, dejándola opaca, seca, quebradiza y sin vida.
En el día a día, el cabello se ve expuesto a agresiones externas, muy especialmente en verano debido a factores como los rayos UV, el agua salada, el cloro de las piscinas y la humedad. Estos elementos pueden deshidratar el cabello, alterar su color y debilitar su estructura.
Por ejemplo, el cloro puede eliminar los aceites naturales del cuero cabelludo, mientras que el sol puede dañar la cutícula, haciendo que el pelo se vuelva opaco y frágil. Por ello, un lavado adecuado es clave para proteger el cabello, mantener su vitalidad, y presumir de melena impecable toda la temporada.
Te contamos la rutina perfecta y los pasos clave para conseguirlo de la mano de Montibello:
1. Aclara el cabello antes y después de la piscina o el mar. «Un paso fundamental en verano consiste en aclarar el cabello con agua limpia antes de entrar en la piscina o el mar. Esto reduce la absorción de cloro o sal, ya que el cabello mojado absorbe menos sustancias externas. Después de nadar, enjuaga de inmediato con agua dulce para eliminar residuos que puedan acumularse y dañar la fibra capilar. Usa una botella de agua si no tienes acceso inmediato a una ducha», explica Carlos Queirós, director de Loretto Cabeleleiros en Gondomar (Portugal).
2. Usa un champú suave y específico. Elegir un champú reestructurante para cabellos expuestos al sol es clave para un lavado óptimo, ya que no solo limpia profundamente el cabello y elimina residuos de sal, cloro y arena, sino que, además, restaura e hidrata el cabello dejándolo suave y nutrido desde la primera aplicación.
3. Lava con agua tibia o fría. El agua caliente puede empeorar la sequedad del cabello, especialmente en verano. «En verano, utiliza agua tibia o fría para cerrar la cutícula y mantener el brillo natural. Además, el agua fría estimula la circulación en el cuero cabelludo, promoviendo un cabello más fuerte», explica Gema Casas, directora del salón Gema Casas Peluquería Orgánica, en Madrid.
4. Evita el exceso de lavado. Lavar el cabello todos los días puede eliminar los aceites naturales que lo protegen. «En verano, intenta espaciar los lavados según tu tipo de cabello: cada dos o tres días para cabellos secos, o cada dos días para cabellos grasos. Con este hábito evitarás la deshidratación», afirma Christian Vendrell, director del salón Identity Peluqueros, en Valencia.
¡Este verano, adapta tu rutina de lavado a las necesitades de la nueva estación y presume de una melena espectacular en cualquier plan veraniego!