“No podés cobrar eso hermano, es una pelotudez”. Cali Izquierdo está fuera de control. Faltan 30 segundos para cumplir los cinco minutos que determinó Anderson Daronco, el juez brasileño que suele dirigir muy mal. En este caso, un penal que no debió convalidarse, pero ni el VAR tomó nota.
En el aire, a la salida de un córner, Agustín Cardozo toca el balón con la mano (extendida, de espaldas), aunque es desairado por Matías Zaldivia. La tecnología debió tomar nota: la infracción del jugador del equipo local era clara. Al menos, el árbitro debió revisarla en un monitor.
«La celebración de Charles Aranguiz, cuando se cerraba el estadio»>Nada de eso ocurrió. Y Charles Aranguiz, despreocupado por la ira del caudillo, impoluto ante el enfado de Nahuel Losada, el arquero, que se negaba a ocupar el arco (“es una falta de respeto”, gritaba), destrozó la victoria de Lanús (estuvo 2-0, estaba 2-1) y la convirtió en un empate con sabor amargo.Antes, mucho antes, una salida en falso de Franco Calderón derivó en una presión extraordinaria de Rodrigo Castillo, que recuperó el balón y, al ver al arquero Gabriel Castellón adelantado, apuntó al ángulo. Y allí se instaló la pelota, a los 25 minutos, el primer gol del partido.
Tres minutos después, con Universidad de Chile derrumbado psicológicamente, el equipo granate puso la batalla al borde del KO. Toto Salvio construyó una acción propia de los antiguos números 7, bien abierto por el sector derecho, punzante. Dejó desairado a Matías Zaldivia, levantó la cabeza y le regaló el segundo a Castillo, abajo del arco, esta vez sí de número 9 clásico. Antes de los 30 minutos, Lanús ganaba 2-0.La reacción de la U fue tímida, estructurada, básica. Un tiro libre de Zaldivia encontró una buena respuesta de Losada, uno de los estandartes principales de la campaña sudamericana.
Se metió excesivamente atrás, el elenco granate. No había razón: el miedo escénico, en un estadio completamente vacío por la barbarie en Avellaneda, le tapó los ojos.
LA MANO DE LA POLÉMICA: por esta infracción de Cardozo, Daronco sancionó penal y llegó el 2-2 agónico de U. de Chile vs. Lanús. ¡TODOS LOS DEL GRANATE PIDIERON FALTA PREVIA! el conjunto local, con alma, vida y un puñado de ideas audaces, creyó que el descuento era posible. Y lo alcanzó con la complicidad de Losada, a quien se le escurrió un envío dócil y el rebote lo capturó Lucas Di Yorio, un delantero marplatense de 28 años, que había entrado cuatro minutos antes.
Así como la U sintió el impacto luego del 1-0, a Lanús le ocurrió lo mismo después del descuento. Un zurdazo de Javier Altamirano impactó en el travesaño: a veces, la fortuna también juega.
La tensión creció en los minutos finales. Castillo tuvo el tercero: el arquero evitó el grito argentino con un manotazo salvador. Podía pasar cualquier cosa. Losada también se dedicó a volar. Hasta que llegó el penal. Y un empate que a la tarde hubiera sido un premio, pero terminó siendo un castigo al anochecer.
Un par de horas antes, otra pequeña muestra de la barbarie. El micro que trasladaba a los jugadores de Lanús hacia el estadio de Universidad de Chile fue atacado con piedras. La agresión ocurrió ante la pasividad de la policía, lejos del recinto.
Uno de los piedrazos rompió el vidrio del transporte y cayó cerca de Gonzalo Pérez y el juvenil Facundo Sánchez. Toto Salvio, figura del conjunto granate, compartió en sus redes sociales las imágenes de uno de los cascotes que atravesó el ventanal del vehículo.
“Así nos reciben los hinchas locales. No cambiamos más, no mejoramos más. ¡¡Lamentable!! ¿Hasta que no maten a un jugador no van a cambiar?”, escribió.
El partido entre Universidad de Chile y Lanús se jugó en el Estadio Nacional a puertas cerradas. El conjunto local arrastra una sanción que le impuso la Conmebol luego de los graves incidentes que protagonizaron los hinchas en Avellaneda durante la serie de octavos de final. Independiente fue descalificado.
Los incidentes ocurrieron el mismo día en que el Ministerio de Seguridad de la Argentina oficializó la prohibición de ingreso a los estadios argentinos para más de 80 simpatizantes del club trasandino.
Frente a este escenario antes del pitazo inicial y la represión policial contra los hinchas de la U para intentar disuadir y evitar que la situación se convirtiera en un drama, se tomó la determinación de realizar una reunión urgente entre los organismos encargados, para diagramar un operativo de evacuación especial para garantizar la seguridad de la delegación del granate.
«Otro momento de máxima tensión en Santiago» height=»1333″ width=»2000″ />Lanús jugó bajo ese clima, más allá del vacío estadio. Fuerte de la cabeza, eliminó en la anterior instancia a Fluminense por 2 a 1 en el acumulado de la serie. Ganó por la mínima diferencia en la Fortaleza con un tanto de Marcelino Moreno y se clasificó debido al empate 1 a 1 en el Maracaná, con los goles de Agustín Canobbio y Dylan Aquino. El conjunto trasandino está entre los cuatro mejores del certamen continental tras dejar en el camino a Alianza Lima.
El desquite de esta serie, rumbo a la final en Asunción, será el próximo jueves, a las 19, en la Fortaleza. La otra llave también está igualada: Independiente del Valle y Atlético Mineiro, dirigido por Jorge Sampaoli, empataron 1 a 1. Lanús tiene grandeza continental: busca su tercera final de la Copa Sudamericana. Eso sí: no debe repetir el libreto del segundo tiempo, diminuto frente a la grandeza de la primera mitad.
