La dirigente opositora y premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, afirmó hoy que la estrategia del presidente estadounidense Donald Trump contra el régimen de Nicolás Maduro es “absolutamente correcta”, porque, según sus palabras, Maduro “no es un jefe de Estado legítimo, sino el cabecilla de una organización narco-terrorista que ha declarado la guerra a los pueblos libres y democráticos de la región.”
Machado realizó estas declaraciones durante una videoconferencia con el alcalde de Miami, Francis Suárez, durante el American Business Forum, en el contexto de la ofensiva militar que Donald Trump inició este año en el Caribe, en la que fuerzas estadounidenses hundieron al menos tres embarcaciones provenientes de Venezuela que, según declaraciones oficiales, estaban vinculadas al narcotráfico, con un saldo de 14 muertos.
La dirigente subrayó que los grupos criminales venezolanos se sostienen mediante flujos financieros derivados del tráfico de drogas, armas y personas, y enfatizó la necesidad de interrumpir esos circuitos para proteger a millones de latinoamericanos. “Eso es exactamente lo que el presidente Trump está haciendo”, agregó, en consonancia con la reciente designación de varias organizaciones venezolanas como entidades terroristas y las autorizaciones para operaciones militares y encubiertas en territorio venezolano.
La estrategia estadounidense, explicó Machado, “va dirigida a proteger millones de vidas de ciudadanos de Estados Unidos, Latinoamérica y por supuesto de Venezuela”, al cortar los recursos que permiten al régimen mantenerse. En este sentido, señaló que la campaña naval presentada por Washington no es sólo una operación antinarcóticos, sino un golpe directo al narco‑estado venezolano.
El vínculo, según la oposición venezolana, no es casual: las arsenales de drones, los acuerdos con Irán, Rusia y China para tecnología militar y vigilancia financiera, y los préstamos multimillonarios (más de 60.000 millones de dólares de China) habrían servido para fortalecer el aparato del régimen. Machado advirtió que Venezuela ha sido “convertida en cabeza de puente” de potencias y redes criminales que amenazan la seguridad regional.
La exparlamentaria insistió en que la transición hacia la democracia será inevitable, con o sin negociación, y detalló su hoja de ruta: durante las primeras 100 horas de su eventual gobierno deberán liberarse todos los presos políticos, asegurarse fronteras y estaciones clave, y restablecer el suministro de combustible, alimentos y medicinas para una población que padece una crisis humanitaria.
En los primeros 100 días, anticipó, la prioridad económica será poner orden en las cuentas públicas y abrir de par en par el país a la inversión extranjera. Respondió a los promotores de negocios reunidos en Miami con esta propuesta: “Venezuela viene de la sala criminal de América al motor de energía, innovación y creación de riqueza”. Señaló que se espera una apertura de hasta 1,7 billones de dólares en oportunidades que van desde petróleo, minería, infraestructura, hasta turismo y tecnología.
La dirigente también enfatizó la dimensión hemisférica de su visión: la liberación de Venezuela, afirmó, “será también la liberación de Cuba y Nicaragua”. En ese sentido, definió que la caída del narco‑estado venezolano significará “por primera vez en la historia, unas Américas libres de comunismo, dictadura y narcoterrorismo”.
Machado agradeció públicamente a la diáspora venezolana y en particular a la comunidad de Florida: “Cerca de nueve millones de venezolanos han sido forzados a migrar. Ustedes los han acogido con generosidad, y pronto podrán regresar a un país que volverá a ser la casa que siempre debió ser”.
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