Crecen las tensiones internas en Europa tras el acuerdo comercial con Estados Unidos: caen el euro y las bolsas

admin

La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se sienta con el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tras el anuncio de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y la UE. (REUTERS/Evelyn Hockstein)

El acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos que evitó una guerra comercial ha generado una fuerte división en Europa, con mercados financieros que reflejan la inquietud por un pacto considerado desequilibrado por varios países del bloque.

El euro cayó un 0,8% frente al dólar este lunes, mientras que las principales bolsas europeas registraron descensos.

París perdió 0,1%, Fráncfort retrocedió 0,6% y Londres cayó 0,4%, borrando las ganancias iniciales de la jornada.

En contraste, los mercados estadounidenses mostraron señales mixtas, con el Dow Jones abriendo en terreno negativo (-0,1%) mientras el S&P 500 avanzó 0,1% y el Nasdaq tecnológico extendió su tendencia alcista con un alza del 0,3%.

La Comisión Europea defendió este lunes el pacto sellado el domingo entre Trump y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que establece un arancel del 15% sobre la mayoría de productos europeos exportados al mercado estadounidense. El acuerdo también incluye compromisos de la UE para comprar energía estadounidense por 750.000 millones de dólares y realizar inversiones adicionales por 600.000 millones de dólares.

“Estoy 100% seguro de que este acuerdo es mejor que una guerra comercial con Estados Unidos”, declaró Maros Sefcovic, comisario europeo de Comercio y principal negociador de la UE. Sin embargo, esta posición oficial contrasta con las críticas que han surgido desde diversas capitales europeas y sectores industriales.

Francia: “Europa se resigna a la sumisión”

Las críticas más duras provinieron de Francia, donde el primer ministro François Bayrou describió el acuerdo como una capitulación ante el poderío estadounidense. “La UE se sometió a Estados Unidos con ese acuerdo”, declaró Bayrou, calificando la jornada como “un día sombrío” para Europa que “se resigna a la sumisión”.

Esta posición francesa refleja las tensiones internas dentro del bloque europeo sobre cómo manejar las presiones comerciales de la administración Trump. Madrid también había presionado para que la UE adoptara una línea más dura contra Washington, aunque el primer ministro español Pedro Sánchez finalmente expresó su apoyo al acuerdo “pero sin ningún entusiasmo”.

Sánchez, quien lidera el gobierno de izquierda español, señaló que la situación era un recordatorio de que “los europeos necesitamos ponernos las pilas en todas las áreas”, incluyendo el desarrollo de relaciones comerciales con otros países.

Respaldo desde Italia y Alemania

En contraste, la primera ministra italiana Giorgia Meloni recibió “positivamente” el acuerdo, argumentando que “una escalada comercial entre Europa y Estados Unidos habría tenido consecuencias imprevisibles y potencialmente devastadoras”. Durante una visita oficial a Etiopía, Meloni calificó el nivel arancelario del 15% como “sostenible”, aunque pidió a Bruselas que prepare un plan de apoyo para las industrias europeas más afectadas.

Meloni también señaló que aún quedaban detalles críticos por definir, incluyendo posibles exenciones agrícolas a los aranceles. Sin embargo, líderes de la oposición italiana han atacado el acuerdo y señalado que la deferencia de Meloni hacia Trump fue parcialmente responsable del resultado.

Donald Trump y la primera ministra de Italia Giorgia Meloni en la Casa Blanca
en abril (REUTERS/Evelyn Hockstein)

El canciller alemán Friedrich Merz también defendió el pacto, afirmando que “evita una escalada inútil” en los aranceles al intercambio comercial. El gobierno alemán, a través de su portavoz, reiteró su apoyo a la Comisión Europea, aunque reconoció que debían “reconocer las realidades en las que opera la política”.

La ministra de Economía alemana, Katherina Reiche, describió el acuerdo como “desafiante para nuestra economía, pero proporciona certidumbre”, destacando que algunos sectores habían sido excluidos tras un trabajo arduo de negociación.

Críticas de la extrema derecha y sectores empresarios

Los líderes de extrema derecha en Francia y Alemania también arremetieron contra el acuerdo. Alice Weidel, co-líder de Alternativa para Alemania (AfD), escribió en la plataforma X que el acuerdo “no es un acuerdo, sino una bofetada a consumidores y productores europeos”.

El primer ministro húngaro Viktor Orban fue particularmente mordaz en sus críticas, comparando desfavorablemente el acuerdo de la UE con el logrado por Reino Unido, que aseguró aranceles del 10% sobre la mayoría de importaciones a EEUU. “No es Trump quien llegó a un acuerdo con Ursula von der Leyen, sino más bien Trump quien se comió a Ursula von der Leyen como desayuno”, declaró el dirigente ultraconservador húngaro.

Incluso el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, estimó que el acuerdo representa un “golpe muy duro” a la industria europea, prediciendo que “este enfoque llevará a una mayor desindustrialización de Europa, a un flujo de inversiones de Europa hacia Estados Unidos”.

Los sectores industriales también expresaron preocupaciones. La Federación de Industrias Alemanas advirtió que el acuerdo era “un compromiso inadecuado” que dañaría la “industria orientada a la exportación” del país. La industria química alemana lamentó que los aranceles acordados todavía eran “demasiado altos”.

Vista general de la empresa de la industria química BASF en Schwarzheide, Alemania, 1 de noviembre de 2022. (REUTERS/Lisi Niesner/archivo)

El sector siderúrgico europeo, representado por Eurofer, advirtió que el arancel del 15% añadiría una “enorme carga” a sus miembros, especialmente porque “muchas exportaciones de la UE son intensivas en acero, como maquinaria y vehículos”. El acero permanece sujeto a un arancel del 50% introducido por Trump anteriormente este año.

El principal núcleo empresarial francés apuntó que el acuerdo “ilustra la dificultad que todavía tiene la UE para afirmar el poder de su economía y la importancia de su mercado interno”.

Las empresas europeas reflejaron la inquietud por el acuerdo. Las automotrices alemanas Volkswagen, BMW y Porsche perdieron más de 3% cada una.

En el sector de bebidas, las acciones de Pernod Ricard, que exporta vinos y licores a Estados Unidos, cayeron más de 3% en París.

Rechazo del Parlamento Europeo

Los grupos políticos del Parlamento Europeo también han criticado duramente el acuerdo comercial, calificándolo de “delirante”, una “vergüenza” y una “capitulación” abierta.

“Imponer un arancel base del 15 por ciento es una flagrante violación de los principios de la Organización Mundial del Comercio y un duro golpe a la competitividad industrial europea”, declaró Jörgen Warborn, portavoz de Comercio del Partido Popular Europeo. El eurodiputado añadió que “en un momento de crecientes tensiones geopolíticas, un sistema comercial basado en reglas es más esencial que nunca para proporcionar predictibilidad a las empresas y a los ciudadanos”, por lo que “la UE no debe llevar a cabo ninguna acción que pueda socavar” este objetivo.

Desde las filas socialdemócratas, Brando Benifei, responsable de Comercio del grupo, señaló que el pacto cerrado por la Comisión Europea “ha obtenido peores condiciones” que las acordadas entre Reino Unido y Washington, país que abandonó la UE en 2020 tras el Brexit.

La presidenta de los liberales, Valérie Hayer, criticó que la UE esté pagando “un alto precio” por mantener “un superávit comercial de 50.000 millones de euros con Estados Unidos, resultado del mérito de nuestras empresas y de la calidad de su producción”. En un mensaje en redes sociales, Hayer escribió: “La lección de este acuerdo: somos un gigante económico pero un enano político. 27 países, 450 millones de consumidores, la segunda economía más grande del mundo. Una fuerza increíble. Y, sin embargo, a partir de este viernes, los productos europeos exportados a Estados Unidos se verán afectados por aranceles del 15%”.

El copresidente de los Verdes, Bas Eickhout, mostró particular preocupación por el compromiso de comprar productos energéticos estadounidenses por 750.000 millones de dólares. “Delirante parece ser un término preciso para definir el acuerdo comercial”, afirmó en redes sociales.

La crítica más severa provino de Manon Aubry, presidenta de la Izquierda Europea, quien escribió: “¡Qué vergüenza! La UE se está entregando a Trump y capitulando abiertamente: aranceles del 15%, 750.000 millones de dólares en compras e energía contaminante, 600.000 millones de dólares en inversiones en EE.UU.”.

Deja un comentario

Next Post

¿Puerta abierta o cerrada al dormir? Lo que revela este hábito sobre su forma de ser, según la psicología

Dormir con la puerta cerrada es una práctica extendida en muchas culturas, especialmente por razones de seguridad o para mantener una temperatura adecuada en la habitación. Sin embargo, desde la psicología, esta conducta también puede reflejar aspectos más profundos del funcionamiento emocional y de la personalidad de quien la adopta. […]
¿Puerta abierta o cerrada al dormir? Lo que revela este hábito sobre su forma de ser, según la psicología

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!