El sector de la construcción en España atraviesa un periodo de crecimiento inesperado, después de meses de estancamiento. Según los datos de Eurostat recogidos por COPE, en junio la actividad del ladrillo experimentó un aumento interanual del 31,4 %, favorecida por el impulso de nuevas obras, la rehabilitación de viviendas y la activación de infraestructuras públicas.
No obstante, no todo es positivo, parte del crecimiento se debe a la comparación con un año anterior especialmente débil y, además, persisten problemas como el encarecimiento de los materiales, la lentitud administrativa en licencias y trámites, y la escasez de trabajadores cualificados.
Sobre este último desafío ha reflexionado Cristian Lara, albañil y empresario, en el pódcast ‘Sector Oficios’, donde analiza junto a su pareja Anabel la dificultad de encontrar personal preparado y las condiciones salariales del sector.
Escasa diferencia salarial entre oficiales y peones
“No puedo permitir que un oficial de primera esté cobrando 1.700 euros y el peón cobre casi 1.600, solo 100 euros de diferencia», sostuvo el profesional durante su intervención. Esta pequeña brecha salarial resulta, a su juicio, inasumible para cualquier empresa que pretenda retener talento y motivación en su plantilla. Lara mostró su preocupación por el desgaste que genera en los trabajadores más experimentados esa escasa diferencia: “¿Qué pasa con el oficial? Pues que lo quemas, porque dice ‘este (el peón) está cobrando solo 100 euros menos’”, explicó en el podcast.
El empresario y trabajador de obra detalló que los convenios actuales establecen un salario limpio de 1.800 euros, aunque intentando alcanzar cifras más altas con horas extra: “Son 1.800 euros limpios, pero sumando las horas extra y demás… intentamos que la cifra total ascienda a los 2.400 euros“.
Sin embargo, Lara advierte que los salarios no están a la altura de la responsabilidad del oficio, y recalca la importancia de remunerar adecuadamente a quienes marcan la diferencia en cada proyecto: “Un profesional que te coloque azulejos bien, al que le puedas explicar el trabajo y lo deje hecho, debería estar cobrando 2.800 euros al mes», recalca, subrayando el valor de la destreza y el compromiso.
Dificultades para encontrar mano de obra cualificada
El auge de la construcción ha traído consigo un obstáculo creciente: la falta de personal cualificado y verdaderamente dispuesto a trabajar en el sector. Cristian Lara lamenta la dificultad de encontrar peones preparados: “A día de hoy es difícil encontrar un peón muy bueno… de los últimos diez peones, me queda uno”, explicó, evidenciando el alto nivel de rotación que vive el sector.
Dicha escasez de personal comprometido ha llevado a Lara a priorizar la contratación de trabajadores autónomos en ciertos casos, por la facilidad de gestión y el menor riesgo: “A veces, es más rentable contratar un autónomo porque el sistema de facturación es más sencillo”. Pese a ello, aclara que su objetivo siempre es mantener un equipo propio y solo recurre a autónomos para proyectos de mayor envergadura.
Las nuevas formas de reclutamiento, “un fracaso”
El tradicional método de búsqueda de empleados a través de portales de empleo ha resultado insatisfactorio para muchos pequeños empresarios como Cristian Lara. Tras repetidas experiencias fallidas, su confianza reside en la recomendación personal, ya que todas las experiencias con personas que contactaron con él a través de dichos portales fueron “un fracaso”.
Mientras la actividad crece, las dificultades estructurales del sector –falta de mano de obra cualificada, escasa diferencia retributiva y canales de reclutamiento poco efectivos- amenazan con ralentizar el ritmo alcanzado. La urgencia, para empresarios como Lara, no es solo mantener el impulso, sino dignificar el oficio para asegurar una plantilla profesional, motivada y competente.