La expresidenta Cristina Kirchner hizo una fuerte denuncia en redes este jueves: dijo que los funcionarios y empresarios arrepentidos en la causa cuadernos fueron, además de “extorsionados”, “torturados” para confesar. Apuntó contra el fiscal Carlos Stornelli.
Su descargo llegó una hora antes de que comience la segunda audiencia del juicio por ese expediente —que definió como “un show” la última semana—, en el que está imputada.
La causa se inició con una investigación periodística de Diego Cabot en LA NACION, en la que publicó las anotaciones que hizo el chofer Oscar Centeno sobre supuesta corrupción durante el kirchnerismo.
Asimismo, la expresidenta opinó sobre el número de inflación de octubre, que marcó 2,3%, el registro más alto en seis meses de la administración de Javier Milei, y criticó una vez más los vínculos del Gobierno con Estados Unidos.
De vuelta, Cristina Kirchner llamó a la causa cuadernos como una “opereta judicial” hecha con “cuadernos truchos” y ahí aseguró que “a los arrepentidos habría que llamarlos extorsionados”.
“Y, la verdad, nos quedamos cortos. Porque ahora vemos que algunos de estos ‘extorsionados’, directamente fueron torturados“, afirmó la expresidenta.
Según dijo la mandataria -que está detenida con domiciliaria en su departamento de San José 1111 por la causa Vialidad-, a uno de los empresarios “lo aislaron en una celda sin ventanas, bajo un reflector encendido las 24 horas del día”.
“Nunca sabía si era de día o de noche. Lo filmaban constantemente, como si el tormento necesitara testigos, pero le negaban el contacto humano: nadie podía verlo, nadie podía hablarle. Esa combinación de luz perpetua, vigilancia y soledad no es un exceso administrativo: es lo que llaman tortura blanca, diseñada para quebrar la mente sin dejar marcas visibles. Solo faltó que le hicieran el ‘submarino’ (para los que tuvieron la suerte de no vivir en dictadura: es cuando te meten la cabeza bajo el agua hasta que sentís que te ahogás)“, sostuvo.
Entonces, sumó un corte del abogado Roberto Herrera, representante de uno de los arrepentidos, el excontador de los Kirchner, Víctor Manzanares, en el canal TN.
“No la pasó bien Manzanares cuando declara como arrepentido y estábamos en otro gobierno, que era el de Macri. Cuando él declara como arrepentido, estuvo en un lugar de detención, que es Cavia, donde estuvo casi… aproximadamente… no sé si estuvo 28 o 30 días, en un lugar donde estaba aislado de todo el mundo con un reflector las 24 horas y filmándolo las 24 horas. No sabía si era de día, si era de noche, o sea, era un castigo. A nosotros, cuando logro la excarcelación de él, entra dentro del sistema de testigo protegido y nosotros no lo podíamos ver a Manzanares», dice Herrera en ese extracto televisivo.
“El primer día que nos podemos encontrar con él, junto con el doctor Do Giuseppe, nos citaron a las 2 de la mañana en Lobos, en el medio del campo, nosotros para poder verlo a Manzanares fuimos a un lugar donde no sabíamos qué nos podía pasar. Eso no fue en el gobierno ni del kirchnerismo, ni de Alberto Fernández. Fue en el gobierno donde él estaba declarando como arrepentido. Se sintió muy inseguro y nosotros también. Hubo situaciones muy graves en ese momento. Nosotros lo sacamos de ese sistema [de testigo protegido], porque lo puso en riesgo”, afirma además el letrado.
Por su parte, Cristina Kirchner insistió: «Lo dijo así como lo leés. Y no en un canal ‘kuka’, eh. ¡Lo dijo en TN! Esto ya no es lawfare: es persecución política con métodos propios de las dictaduras. Niveles de coacción contra ciudadanos nunca vistos en democracia».
La expresidenta, que denuncia un sistema de persecución en su contra y en contra de otros dirigentes peronistas, sostuvo que todas estas supuestas metodologías fueron “amparadas por el bestiario judicial del macrismo”, al que definió: «Jueces y fiscales al servicio del poder económico, listos siempre para perseguir a la oposición política real y darle impunidad a los delincuentes de verdad, a los que endeudaron y siguen endeudando el país, mientras la gran mayoría de los argentinos cada vez tienen menos y cada vez les va peor».
Dijo, además, que va a repetir “una y mil veces” que “la reapertura acelerada de los cuadernos truchos no tiene nada que ver con la Justicia”, sino que es “agenda judicial para la distracción”. Al respecto marcó: “Si no hay pan, que haya circo”.
Mientras tanto, planteó que esta supuesta distracción judicial está vinculada también a lo que pasa ahora durante la gestión Milei con la economía.
“Y, si no, fijate lo que pasa con la inflación. Te dicen que los precios no suben, pero vos tenés que pagar cada vez más de luz, más de gas, más en transporte, más de alquiler, más de prepaga… y la lista sigue mientras la recesión avanza”, sostuvo la dirigente opositora.
“El número de la inflación que ayer dio el Indec es de 2,3%. No solamente viene creciendo desde hace meses, sino que si la ‘anualizás’, como hace Milei, es de 27,6%: más alta que la que dejamos nosotros en 2015, la midas como la midas. Eso sí… En ese momento los salarios y las jubilaciones de los argentinos eran los más altos de América Latina (los más viejos podían comprarle un regalo a sus nietos y el resto, hasta ahorrar), las provincias financiadas, las rutas mantenidas y transitables y, lo más importante: no le debíamos un sólo dólar al Fondo Monetario y, mucho menos, al Tesoro de los Estados Unidos», concluyó.
Ya lo habíamos dicho: en esta opereta judicial de los Cuadernos truchos, a los llamados “arrepentidos” habría que llamarlos “extorsionados”.
Y la verdad… nos quedamos cortos. Porque ahora vemos que algunos de estos “extorsionados”, directamente fueron torturados.
A uno de… pic.twitter.com/zF1YhMKi0M
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) November 13, 2025
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