Si eran “paquetes chicos”, tenían como destino la Casa de Gobierno; si eran “grandes”, el departamento de la expresidenta Cristina Kirchner en Recoleta.
Esa y otras modalidades se describen hoy en la quinta audiencia del juicio por los Cuadernos de las Coimas, en la que se completó la lectura acusatoria respecto al pago de al menos 127 coimas por parte de los empresarios, de las cuales 38 tuvieron como destino final domicilios vinculados a la expresidenta, de acuerdo a la reconstrucción de los hechos de la fiscalía y el testimonio de arrepentidos, como el financista Ernesto Clarens, que oficiaba de nexo con los intermediarios, o Claudio Uberti, exfuncionario del Ministerio de Planificación.
“Evidentemente –se leyó hoy en el juicio- Uberti y Clarens o sólo coincidieron en los lugares finales, sino también en los medios de entrega. Es decir, las más importantes, en cuanto a la cuantía de dinero, debían ser entregadas en el domicilio particular que poseía Cristina Elisabet Fernández en esta ciudad”.

“Los eslabones convergen así en un solo punto. Roberto Baratta [el funcionario acusado de recaudar el dinero] fue identificado como el comunicador y receptor inicial, Muñoz [Daniel, secretario de los Kirchner] como uno de los intermediarios finales, y Cristina Elisabet Fernández como la destinataria final de fondos”.
“José López [el exsecretario de Obra Pública que declaró como arrepentido] también concordó con este punto, por cuanto afirmó que en julio o agosto de 2007 se había realizado una entrega en la puerta principal del domicilio ubicado en Uruguay, donde llevaron una valija con aproximadamente ocho millones de dólares, previa comunicación con Muñoz”.
En el tramo final de la lectura acusatoria de una de las seis causas que componen el juicio se repasó otro testimonio clave: el del exfuncionario Uberti, quien afirmó haber subido en una oportunidad al departamento de Juncal y Uruguay y haber visto más de veinte valijas.
“Tenían por destino la casa de Néstor y Cristina Kirchner en Río Gallegos ubicada en esquina de la calle 25 de mayo donde se encontraban bóvedas que había comprado al banco hipotecario”, describió.
“Dijo que tras un encuentro con Ferreyra [Gerardo, de Electroingeniería SA], llevó, en dos o tres oportunidades, bolsos con más de diez kilos, al departamento ubicado en Uruguay y Juncal. Incluso refirió que él ya le había comentado que si tenía un ‘paquete chico’ lo llevara al despacho de Balcarce y que ‘si era grande’ debía ponerse en contacto con Muñoz para que se lo llevara a la calle Juncal”, se leyó.
Para esta audiencia está previsto que el Tribunal Oral N° 7 concluya con la lectura de la acusación formulada por el fiscal Carlos Stornelli contra los 87 imputados en la causa central del juicio de los los Cuadernos de las Coimas, en la que además del pago de coimas y la asociación ilícita, se incluyen los delitos de encubrimiento y portación ilegal de armas.
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