El Gobierno eliminó las retenciones a todos los granos hasta el próximo 31 de octubre. La decisión modifica el escenario de comercialización para el campo y abre un nuevo panorama sobre la valuación de la soja y el maíz, en un contexto de necesidad de divisas para las reservas del Banco Central. La medida establece un tope de liquidación en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE).
Cuál es el nuevo valor de la soja tras la quita de retenciones
La quita de los derechos de exportación podría elevar el valor teórico de los principales productos agrícolas. Según Lorena D’Angelo, analista de mercados de AZ Group, el valor de la soja posicionaría entre US$395 y US$405 por tonelada, lo que representa una suba de casi US$100.
El economista David Miazzo ofrece un cálculo similar. Detalla que el precio FOB de la oleaginosa ronda los US$416 por tonelada. Luego de descontar unos 16 dólares de gastos, el productor recibiría un valor de 400 dólares, contra con los 290 dólares actuales del mercado disponible.
Para el maíz, la mejora potencial sería de US$20 por tonelada. Un FOB de US$200, menos diez de gastos, deja un valor final de US$190 contra los 170 vigentes.
Cuánto podría recaudar el Gobierno con la medida
El volumen de granos disponible para la venta supera los 30 millones de toneladas, principalmente de soja y maíz. Lorena D’Angelo calculó que este remanente representa un potencial de ventas de 8100 millones de dólares si se comercializa en su totalidad.
El Gobierno, no obstante, oficializó que la medida regirá hasta el 31 de octubre o hasta alcanzar un tope de US$7000 millones en Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE).
El Estado cedería ingresos fiscales por unos 1600 millones de dólares en concepto de derechos de exportación, según las estimaciones de la analista de AZ Group. David Miazzo, por su parte, calcula un costo fiscal de unos 2000 millones de dólares solo para el complejo sojero.
El economista destaca que aún quedan por comercializar unas 20 millones de toneladas de soja, un volumen equivalente a más de 8000 millones de dólares.
Las condiciones y los riesgos para el productor
La ventana de tiempo para operar con el beneficio es limitada. Gustavo López, analista de mercados, advirtió sobre el plazo. “Estamos a 22 de septiembre, la ventana va hasta el 31 de octubre: son apenas 40 días en los que hay que liquidar gran parte de este volumen”, afirmó.
D’Angelo alertó sobre una posible concentración de la oferta. “Si hay un aluvión de negocios u ofertas por parte del productor, seguramente no van a estar pagando esos niveles de precio”, explicó. La mejora máxima teórica sería la caída porcentual del derecho de exportación: 9,5% en cereales y entre 24,5% y 26% en la oleaginosa.
López señaló que los exportadores con mayor acceso a prefinanciaciones y financiamiento externo podrán aprovechar mejor la medida. La normativa exige ingresar las divisas dentro de los tres días de declaradas las DJVE. Este requisito, según el analista, podría generar un efecto no deseado.
“No tanto en función del embarque propiamente dicho, sino de la capacidad de cada operador de ir comprando y liquidando rápido. Eso puede tener, en paralelo, un efecto depresivo sobre los precios internos”, sostuvo.
Este contenido fue producido por un equipo de LA NACION con la asistencia de la IA a partir de un artículo firmado por Pilar Vázquez.