La “tristeza invernal” o Trastorno Afectivo Estacional (TAE, por sus siglas en español) es una condición que se relaciona con la disminución de la luz solar, pero también con la deficiencia de ciertos micronutrientes clave. La falta de sol afecta la producción de serotonina y desajusta el ritmo circadiano; sin embargo, el cuerpo necesita un aporte constante de vitaminas y minerales específicos para sintetizar y regular estas sustancias.
Vitaminas y minerales que pueden ayudar a aliviar la “tristeza invernal”
El sentimiento de nostalgia o tristeza durante el invierno puede ser ocasionado por distintos motivos tanto emocionales como la añoranza por un ser querido o pareja que ya no está, preocupaciones como las deudas y hasta por el cambio de clima. Para ello existen ciertas vitaminas y minerales que pueden ayudar a aliviar la “tristeza invernal”, según Day-Light Bright Light Therapy.

Vitamina D
La vitamina D juega un papel crucial en la regulación del estado de ánimo al influir en la producción de serotonina. Su deficiencia es un factor de riesgo clave para el Trastorno Afectivo Estacional, especialmente en invierno, cuando la luz solar es escasa.
Además del sol, la dosis de 600 UI (Unidad Internacional) de vitamina D diaria se puede asegurar a través de alimentos como el salmón y la caballa, hígado de res, queso, hongos, yema de huevo, leche y yogur, consignó Medline Plus.
Vitamina B12
La Vitamina B12 es uno de los mejores suplementos y es crucial para el sistema nervioso central, la energía y la formación de glóbulos rojos. Su deficiencia provoca fatiga y dificultades cognitivas.
Dado que esta vitamina no se produce internamente, se debe obtener de la dieta de productos como aves, huevos y lácteos, detalló Men’s Health.
Vitamina C
La vitamina C se considera un complemento valioso para contrarrestar la depresión invernal. Este nutriente es fundamental para el funcionamiento del sistema inmunitario y la síntesis de colágeno, pero su papel más relevante es como antioxidante.
La vitamina C protege el cuerpo del estrés oxidativo por los radicales libres, y reduce los síntomas depresivos. La deficiencia de este nutriente puede llevar a un sistema inmune débil y al bajo estado de ánimo.
Se puede encontrar en frutas cítricas, bayas, espinacas, tomates y verduras de hoja verde, de acuerdo con el sitio Medical News Today.

Ácidos grasos Omega 3
Para eludir la tristeza invernal, el cuerpo necesita Omega-3, grasas poliinsaturadas vitales para el cerebro. Específicamente, el DHA y el EPA son esenciales para reducir la inflamación cerebral y apoyar la estructura de las membranas celulares, que impactan en el estado de ánimo, según Day-Light Bright Light Therapy.
Este nutriente se puede encontrar en el salmón y semillas como la chía y el lino.
Magnesio
Para regular el ánimo durante los meses fríos, el magnesio actúa como un precursor de la serotonina y la melatonina, y mejora tanto el humor como el ciclo del sueño. Este mineral alivia el estrés y la irritabilidad, factores críticos en la depresión invernal.
Es posible asegurar su aporte a través de bananos, aguacates, semillas, granos integrales y frutos secos, informó Medline Plus.

Cuáles son los síntomas del Trastorno Afectivo Estacional
El Trastorno Afectivo Estacional es una variante de la depresión que se manifiesta de forma cíclica, con episodios que suelen extenderse entre cuatro y cinco meses al año.
Entre los síntomas que se pueden identificar en este trastorno se encuentran los siguientes, según National Institute of Mental Health:
- Estado de ánimo persistente: sentimientos de tristeza, vacío o ansiedad durante la mayor parte del día.
- Visión negativa: pesimismo crónico o sensación de desesperanza.
- Inestabilidad emocional: irritabilidad, desasosiego o frustración frecuente.
- Baja autoestima: sentimientos de culpa extrema, inutilidad o impotencia.
- Anhedonia: pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras.
- Agotamiento: falta de energía, fatiga constante o lentitud psicomotora.
- Dificultad cognitiva: problemas para concentrarse, recordar detalles o tomar decisiones.
- Alteraciones físicas: cambios drásticos en el peso y el apetito, o dolores inexplicables (cefaleas, problemas digestivos) que no ceden ante tratamientos convencionales.
- Pensamientos críticos: ideas recurrentes sobre la muerte.
Los especialistas advierten que el consumo de vitaminas y minerales puede ayudar a aliviar algunos síntomas, pero no reemplaza la evaluación ni el tratamiento médico.
Ante signos persistentes de tristeza, apatía o pensamientos negativos, se recomienda consultar a un profesional de la salud para recibir un diagnóstico adecuado y definir el tratamiento más apropiado.
