El mango es una de las frutas tropicales más apreciadas en México. Su sabor dulce y su textura jugosa la han convertido en uno de los principales ingredientes de la gastronomía nacional, especialmente durante la temporada que va de febrero a agosto en estados como Sinaloa, Nayarit, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
Su versatilidad la hace presente en platillos, postres, bebidas y preparaciones industriales. Sin embargo, aunque el mango se asocia habitualmente con beneficios nutricionales, su consumo excesivo puede acarrear algunos efectos secundarios que conviene tomar en cuenta.
El mango y los niveles de azúcar en sangre
Uno de los efectos más mencionados del mango guarda relación con su influencia en los niveles de glucosa. Por su elevado contenido de azúcares naturales y carbohidratos, ingerir mango en grandes cantidades puede generar aumentos en la glucosa en sangre, lo que resulta especialmente relevante para personas con diabetes, prediabetes o aquellos que buscan mantener niveles de azúcar estables. Comer mango todos los días, y de manera abundante, puede alterar el control glucémico, provocar picos de insulina y dificultar la gestión de enfermedades metabólicas.
Quienes padecen diabetes o enfermedades asociadas al metabolismo de la glucosa deben consultar con un especialista para conocer la mejor manera de incorporar el mango a su dieta. Moderar las porciones es indispensable para aprovechar los beneficios de la fruta sin exponer la salud a riesgos innecesarios.
Problemas digestivos y por consumo excesivo del mango
El mango, aunque rico en fibra, puede causar problemas digestivos cuando se consume en exceso. Las molestias más habituales incluyen inflamación abdominal, gases, acidez estomacal y, en algunos casos, diarrea. Esto se debe a la presencia de fibra insoluble, que, si bien es útil para favorecer la digestión y prevenir el estreñimiento, en cantidades elevadas puede irritar el sistema gastrointestinal.
Además, el consumo frecuente de mango verde o inmaduro puede producir irritación estomacal y dolor abdominal, debido a la concentración de substancias ácidas y resinas. Por eso se recomienda no abusar de la fruta en cualquiera de sus presentaciones.
Riesgo de alergias al mango
Algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas al mango. Los síntomas más comunes incluyen picazón, enrojecimiento y erupciones en la piel, sobre todo luego de manipular la cáscara o el jugo de la fruta. Esto se debe a la urushiol, una resina presente en la piel del mango y relacionada con la hiedra venenosa.
En casos más severos, el consumo de mango puede desencadenar síntomas respiratorios o reacciones sistémicas, especialmente en personas sensibles o con antecedentes de alergias a frutas tropicales. Ante la aparición de síntomas tras el consumo de mango, es fundamental suspender la ingesta y acudir a atención médica.
Efectos sobre el peso corporal por consumo en exceso del mango
El mango, aunque nutritivo, contiene una cantidad considerable de azúcares y calorías. Consumir grandes cantidades de mango diariamente puede contribuir al aumento de peso, especialmente en personas con hábitos sedentarios o con una dieta alta en otros carbohidratos simples. Si bien es una fruta saludable dentro de una alimentación balanceada, se aconseja moderación, particularmente en quienes buscan controlar su peso o tienen tendencia al sobrepeso.
¿Quiénes deben limitar o evitar su consumo?
Las personas con diabetes, resistencia a la insulina, sobrepeso, alergias a frutas tropicales o problemas digestivos deben prestar atención a la cantidad de mango que ingieren. También deben evitarlo quienes hayan experimentado síntomas alérgicos al contacto con otras plantas de la familia Anacardiaceae, como el pistache o la hiedra venenosa.
Recomendaciones para el consumo seguro
La Procuraduría Federal del Consumidor recomienda disfrutar el mango de manera equilibrada y estar alerta ante cualquier reacción adversa. Elegir mangos maduros, bien lavados y consumirlos con moderación ayuda a prevenir riesgos. Mantener una dieta diversa y consultar con un especialista contribuye a aprovechar los beneficios del mango, evitando complicaciones para la salud.
El mango ofrece una variedad de nutrientes valiosos, pero su consumo diario y excesivo puede producir efectos secundarios que afectan la salud de ciertos grupos poblacionales. Moderar la ingesta y conocer los factores de riesgo es fundamental para disfrutar de esta fruta de forma segura.