El actor Callum Turner, famoso por Animales Fantásticos, Emma y la serie Los amos del aire y ser la pareja de Dua Lipa, sostuvo que el cine y el fútbol le generan sensaciones idénticas.
En una entrevista con ICON (Italy), explicó que la preparación, la disciplina y la adrenalina vividas en ambos mundos resultan para él equivalentes: “Las emociones que me da el cine y el fútbol son exactamente las mismas”, afirmó Turner, señalando el paralelismo entre marcar un gol y ofrecer su máximo esfuerzo en una escena.
El lazo de Turner con el fútbol y la actuación surgió en su infancia, en World’s End, un residencial de Chelsea, Londres. Criado por su madre, recuerda ese entorno como un espacio de tranquilidad y aprendizaje.

“Mi madre me enseñó a confiar en mí mismo, con la convicción de que, con esfuerzo, podía ser quien quisiera”, relató a ICON (Italy). Juntos compartían visitas al cine, museos y actividades deportivas, lo que alimentó su curiosidad y confianza.
El barrio aportó una comunidad sólida: “Mis amigos estaban todos allí, muchos siguen siendo parte de mi vida. Siempre había alguien con quien jugar al fútbol, a cualquier hora”.
Disciplina deportiva aplicada a la interpretación
A los 15 años, la pasión por el fútbol llevó a Turner a formar parte del Fisher Athletic F.C., un club semiprofesional del sureste de Londres. Entrenaba tres veces por semana y competía otros dos días, en partidos ante 3.000 espectadores.

“La adrenalina era máxima a esa edad”, recordó Turner. La preparación y la exigencia del deporte influyeron de manera natural en su carrera actoral: “La preparación, la disciplina y la adrenalina son iguales: ya sea marcando un gol o dando lo mejor en una escena”, explicó en la entrevista.
Su recorrido profesional supera los 15 años entre el modelaje, la televisión y el cine. Trabajó en distintos empleos para pagar el alquiler, reservando el resto del tiempo para su pasión.
“Cuando creces con poco, aprendes a trabajar. Para pagarme el alquiler hacía tres trabajos durante cuatro días a la semana. Los otros tres los dedicaba a mis intereses: la actuación, cursos, películas, teatro, guiones, entrevistas de mis actores favoritos. Cuando quiero algo, me esfuerzo”, explicó.

El salto a la “major league” llegó con títulos internacionales y el trabajo con directores como Steven Spielberg y George Clooney, quienes, según Turner, “siempre se rodean de los mejores”.
Recuerdos inolvidables y filosofía vital
Entre sus experiencias más intensas como aficionado al fútbol, Turner destaca la noche en el estadio San Siro de Milán. Al ingresar en la tribuna, la ovación de 70.000 hinchas del Inter lo impactó: “Me quedé sin palabras. Perdimos 2-1, pero para mí sigue siendo el estadio más bonito del mundo. Y vi muchos”, compartió sobre aquel duelo de Champions.
Turner defiende la autenticidad y la sencillez, tanto en su estilo como en la actuación. “El estilo es simplemente ser yo mismo. Es difícil sentirse libre y espontáneo en la propia piel, pero cuando lo logras, no te abandona”, sostuvo. Prefiere la elegancia clásica, rechaza los excesos y evita lo llamativo.
Proyectos recientes y apego a sus raíces
En lo profesional, presentó Rose of Nevada en el Festival de Venecia, una producción independiente que recibió elogios de la crítica. Pronto participará en Eternity, dirigida por David Freyne y coprotagonizada por Elizabeth Olsen y Miles Teller. Allí interpreta a Luke, un papel que le exigió equilibrio emocional frente al dilema del amor verdadero.
Apasionado del cine, mencionó a Paul Thomas Anderson como su director predilecto y se mostró entusiasta del próximo proyecto de este realizador junto a Leonardo DiCaprio. Al elegir proyectos, Turner prioriza el equipo creativo: “Cuando te elige un maestro, puedes crear algo de lo que siempre estarás orgulloso”.
Pese a sus viajes y rodajes internacionales, Turner mantiene un fuerte arraigo en Londres. La ciudad representa el hogar, el entorno familiar y el lugar donde reside con su familia y su perro Golo. Esa conexión, el sentido de pertenencia y la cercanía con los suyos definen el espacio al que Turner siempre aspira regresar.
